miércoles, 15 de julio de 2009

LA ALDEA COLECCIONABLE
Historia Nuestra
Malestar social y resistencia civil
El “Cordobazo” - El “Rosariazo” - El Pueblo en la calle




“Es la toma de conciencia de todos evidenciándose en las calles contra tantas prohibiciones que se plantearon (…)El saldo de la batalla de Córdoba,‘El Cordobazo’, es trágico: decenas de muertos, cientos de heridos, pero la dignidad y el coraje de un Pueblo florecen y marcan una página en la historia argentina y latinoamericana que no se borrará jamás…”
Agustín Tosco


A partir de 1967. el gobierno de Onganía puso en marcha un plan económico a cargo de su ministro Krieger Vasena para estabilizar la economía y detener la inflación, que implicó congelar salarios, precios y tarifas públicas y abrir la economía al capital extranjero.
Hacia 1968, el malestar social por la rebaja en las indemnizaciones por despido y la represión ante las huelgas, se sintió fuertemente y alcanzó su punto culminante en la provincia de Córdoba.
La provincia mediterránea se había convertido en un polo industrial, allí se instalaron la mayoría de las fábricas de automóviles, como Fiat y Renault.
En mayo de 1969, el Poder Ejecutivo Nacional anunció que derogaba por decreto los regímenes especiales sobre el descanso del “sábado inglés” en las provincias de Mendoza, Tucumán, San Juan y Córdoba. Al mismo tiempo, congeló los salarios y los convenios colectivos de trabajo, que significaba suprimir ventajas ya adquiridas por los trabajadores.
En Córdoba, las regionales del SMATA, conducida por Elpidio Torres; de Luz y Fuerza, cuyo secretario era Agustín Tosco y la Unión Tranviarios Automotor (UTA), liderada por Atilio López, convocaron a una asamblea general. La sesión de esa jornada terminó con un enfrentamiento con la policía y la convocatoria a un paro general.
El 29 de mayo, obreros y estudiantes salieron unidos a las calles, con la convicción de resistir, de demostrar la capacidad de lucha obrera y popular. El comercio cerró sus puertas y las calles se llenaron de gente, las columnas de los trabajadores de la industria automotriz llegaron a la ciudad. Ante la magnitud de la movilización, el presidente de facto Onganía ordenó reprimir indiscriminadamente. El resultado de los enfrentamientos fue trágico, hubo presos, cientos de heridos y 14 muertos.
Entre los muertos estaba el trabajador Máximo Mena del Sindicato de Mecánicos. Al conocerse la noticia se produjo el estallido popular de rebeldía contra tantas injusticias, contra los asesinatos de estudiantes ocurridos ese año, contra los atropellos a los derechos laborales y sindicales. El apoyo de la población fue total, tanto en el centro como en los barrios.
Los principales dirigentes sindicales cordobeses como Tosco (Luz y Fuerza) y Torres (SMATA) fueron sometidos a un tribunal de guerra y condenados a prisión. Raimundo Ongaro, el dirigente del Sindicato Gráfico y la CGT de los Argentinos había sido detenido un mes antes.
Después del Cordobazo, el clima de violencia social se agravó. Para los sectores liberales más tradicionales, el Cordobazo representó la pérdida del orden, la falta de autoridad, el desgobierno frente a lo que entendían era el avance del “comunismo internacional”.
El Cordobazo provocó varias renuncias en el gobierno y la idea de que los tiempos de Onganía frente al gobierno habían llegado a su fin. El general Alejandro Agustín Lanusse, encargado de la represión en Córdoba, emergía como el seguro sucesor de Onganía, más dispuesto a una sucesión política.
El Cordobazo fue el comienzo del fin de la dictadura y el inicio de un proceso de agudización de la protesta social y la lucha armada que, desde entonces y por varios años, se desarrolló en la historia argentina.

La protesta se extiende a otras provincias. “El Rosariazo”

La ciudad de Rosario no permaneció ajena al proceso de levantamientos urbanos masivos entre mayo y septiembre de 1969. Santa Fe fue declarada zona de emergencia y colocada bajo jurisdicción militar.
Todo se inició cuando Mario Horat, delegado gremial de la Unión Ferroviaria Rosarina, fue sancionado por las autoridades de la empresa por negarse a firmar un apercibimiento a los trabajadores que participaron de los paros realizados el 23 y 30 de mayo.
El gremio ferroviario declaró paro por tiempo indeterminado. Mientras esta situación crecía, los estudiantes realizaban actos y movilizaciones en recuerdo al estudiante asesinado Santiago Pampillón.
Ante este escenario la CGT convocó a obreros, estudiantes, profesionales y comerciantes a unirse y acatar un paro y movilización para los días 16 y 17 de septiembre del mismo año.

Prof. Isabel Rodríguez

No hay comentarios: