lunes, 15 de febrero de 2010

Las mujeres arriba,
¿los hombres
abajo?

A simple vista, el título de esta nota puede ser una afrenta para los varones, así como una paradoja para muchas mujeres y una realidad para ambos. En síntesis, la idea es reflexionar sobre el tiempo que nos toca y acertar con un diagnóstico no absoluto.
En principio, a partir de la liberación femenina, desde el siglo anterior e impulsada en los ’60 y los ’70 por la píldora anticonceptiva, hablamos del mundo sobre todo occidental, y el ingreso masivo de la mujer al mundo del trabajo, a muchas les queda la pregunta: ¿hasta qué punto todo este avance significa hoy una verdadera liberación?
Por caso, el interrogante viene de esa mujer que, cansada de trabajar afuera de la casa, sobre todo de las clases medias para abajo, llega a la misma y sigue con las tareas hogareñas, mientras el varón de la casa, cómodamente, sobre todo si trabaja afuera, está mirando la tele o chateando en la compu.
Si bien, no se puede generalizar, esta imagen subsiste, así como en otros contratos de convivencia más democráticos quizá, se reparten más equitativamente las tareas, obviando claramente aquí, a quienes pueden pagar un servicio doméstico.
Al par, y ya no en la vida en pareja, están los millones de mujeres independientes que, tras una separación, divorcio o viudez, eligen, hoy más que nunca, qué hacer, cómo y con quien estar, si es que quieren estar, y cómo todo esto viene repercutiendo en el vínculo con los varones.
Al mismo tiempo de aquella irrupción en el pasado siglo XX de la mujer en el ámbito laboral hay que considerar la evidente reducción de la participación del varón en el mundo asalariado, y de los trabajadores en general, con la consecuente desaparición de función “proveedora” que antes estaba naturalizada. De hecho, ahora, vivir de trabajos circunstanciales, mal pagos, “changas” aquí, determina, realtivamente, un menor ingreso para ellos que el de ellas, en el caso en que ambos trabajen. Entonces, asimismo, cómo esto repercute, o no, en los vínculos y en los roles heredados por siglos.
La pregunta aquí es si esto es aceptado sin malestar por los nuevos tiempos o, si las ataduras del pasado impiden recontratar nuevas modalidades ante una realidad impuesta por este capitalismo global.
Volviendo al título de la nota: ¿ellas arriba y los varones abajo?
“Yo quiero un hombre a la par, aunque no seamos pares, lo necesito”, dice Alejandra, una mujer de 40 años que, aún separada, sigue buscando un “compañero” no concibiendo que éste esté “abajo” de ella.
Por otro lado, existen también mujeres que asumieron, queriendolo o no, porque las circunstancias se lo impusieron, el antiguo rol masculino de “hombre” proveedor autosuficiente, buscando, a sabiendas o no, alguien levemente “inferior” según su deseo. En este caso, las posibilidades de sostener el vínculo, aún los de “cama afuera” se achican: los varones, aún los menos machistas y “en baja”, no se someten al formato “ellas mandan”, y huyen sin más. Estas mujeres culpan de casi todo lo malo que les sucede, su propia soledad, a estos hombres, sin poder ver el ida y vuelta construido.
La pregunta sigue y las respuestas son múltiples y diversas, según el lugar que a uno le toca en la feria. Seguimos en una próxima.
Roberto Sánchez
Psicólogo Social
LA ALDEA COLECCIONABLE
Historia Nuestra
La crisis del Estado autoritario
La caída de Onganía - El “viborazo” - Levingston - Lanusse

Al comenzar la década del 70 fue tanta la tensión social, los estallidos sindicales de protesta y los golpes asestados por los grupos armados, que el gobierno militar tuvo que buscar una transición política para descomprimir la agitación popular. El 8 de junio de ese año rodó la cabeza del general Juan Carlos Onganía, y su último gesto fue instaurar la pena de muerte para actos terroristas y secuestros de personas.
Sin duda el hecho que precipitó la caída de Onganía fue la aparición pública de Montoneros en mayo de ese mismo año, con el secuestro y posterior asesinato del general Pedro Eugenio Aramburu, el 1º de junio.
La Junta de Comandantes en Jefe de las tres armas, integrada por Alejandro Agustín Lanusse, el almirante Pedro Gnavi y el brigadier Carlos A. Rey, asumió el poder político y declaró su adhesión al régimen democrático y representativo basado en los partidos políticos.
El 18 de junio, la Junta designó como presidente al agregado militar en la embajada argentina en Washington, el general de brigada Roberto Marcelo Levingston, que había sido jefe del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) en los inicios del gobierno de Onganía.
Los cambios de rumbos en el gobierno militar tuvieron un objetivo claro, necesitaban tiempo para recomponer las alianzas económicas y políticas.
Levingston no logró aquietar la agitación social y política a pesar de proponer a través de su ministro de economía, Aldo Ferrer, un plan económico que aumentaba los salarios y protegía la industria nacional, mientras peronistas y radicales comenzaron a moverse sinuosamente forzando espacios de legalidad antes impensados.
Ferrer, economista de la CEPAL, no estuvo vinculado a empresas extranjeras, ni a organismos internacionales y sostuvo la necesidad de que el Estado liderara el proceso de desarrollo nacional, acotando la influencia de capitales extranjeros y aumentando el crédito para los pequeños y medianos empresarios.
A fines de febrero de 1971 Córdoba ardió nuevamente con movilizaciones obreras contra los despidos en las plantas automotrices, ocupaciones de fábricas y toma de rehenes. El gobernador militar de esa provincia, Bernardo Bas, se negó a reprimir por temor a repetir “el Cordobazo”. Levingston lo destituyó por considerarlo demasiado blando y nombró en su lugar al ex diputado conservador Camilo Uriburu, quien en su primer discurso calificó a las movilizaciones obreras como “una víbora a la que le cortaremos la cabeza”.
Este nombramiento provocó la reacción de una parte de la poblacion, y la CGT local convocó a un paro general y movilización, encabezado por Sitrac-Sitram, a la que la voz popular bautizó “Viborazo”.
La represión dejó un muerto y 258 heridos, y por primera vez las organizaciones obreras enarbolaron banderas de los grupos guerrilleros Montoneros, FAP, FAR y del ERP. Ante estos hechos, el flamante gobernador cordobés renunció.
Lanusse, comandante en Jefe del Ejército, solicitó la renuncia de Levingston, y el 23 de marzo de 1971 la Junta de Comandantes lo nombró al general Lanusse presidente de la República.
Lanusse estaba lejos de ser un demócrata, había participado en el intento de golpe de Estado de 1951, apoyó luego la llamada “Revolución Libertadora” y estuvo implicado en el golpe de Onganía. Sin embargo, era un hombre pragmático y con algo de visión política que entendió que ante el avance del sindicalismo clasista y combativo, la aparición de las organizaciones guerrilleras y el giro a la izquierda de vastos sectores de la clase media, Perón era un mal menor.
Por lo tanto concibió la idea de organizar una salida electoral que le permitiera entregar el poder de una manera lo más digna posible.


Prof. Isabel Rodríguez
LA ALDEA PANORÁMICA
“Todo mal”

La sensación térmica es un dato relativo a cómo la temperatura ambiente lo siente cada uno. Si de padece el calor, por ejemplo, y muchos, si escuchan un dato de sensación térmica superior al ambiente, y se lo creen, probablemente sientan mucho más calor. Según algunos especialistas, es tan difícil de determinar este dato como una generalidad que su valor es muy relativo.
Algo así pasa hoy en la Argentina. Para unos la situación actual es un infierno, mientras que para otros, ese infierno, lo pasan en algún lugar de veraneo.

Los índices diversos de la economía mejoran o se sostienen, y no sólo porque el cuestionado organismo oficial diga eso. Sin embargo, los medios monopólicos crean todo el tiempo una sensación de agobio.
Ciertamente el aumento del precio de la carne, de la que el gobierno no es el origen, pero sí podría intervenir, pone mal a millones de consumidores, sobre todo a los más humildes.

También, el último sainete protagonizado en enero pasado por el “chicago” o “golden” boy Redrado dio para mostrar la ahora inusitada defensa del interés por “los ahorros” de los argentinos que tiene el establishment. ¿Los ahorros, la estabilidad de la moneda o su interés por volver lo más pronto posible al poder antes que se cumpla el “desatino” del gobierno de querer pagar algo de la deuda para que no nos cobren luego 10 veces más tasa de interés al pedir préstamo que cubra presupuesto? Claro, ellos vienen por el bendito “ajuste”.

Asimismo, pagar deudas espurias nunca fue ni es simpático. Pero no es éste el desvelo de los señores del dinero. Esto desvela a cierta centro izquierda que ahora se “desayuna” un tanto sobreactuadamente aunque lamentablemente lo hace en el coro “institucionalista” de la derecha, dándose cuenta o no.

Claro que lo correcto es no pagar lo que no debemos y que se generó o se infló tramposamente, pero la pregunta ahora es: si el ladrón te apunta con un revólver para robarte, ¿no negociás, mientras pedís ayuda o juntás fuerzas para impedir el atraco?

Pero bueno, igual, se sigue intentando instalar en una minoría social acorralada y temerosa que está “todo mal”. Los índices de desocupación han bajado, millones se van de vacaciones, millones de amas de casa tienen una jubilación que en su vida hubieran soñado, hay tarifas subsidiadas, millones reciben una asignación universal por hijo, aunque, ciertamente, hay mucho empleo precario aún, sin embargo... “todo mal”.

Claramente, haber tocado ciertos intereses, como el negocio de las AFJP, el del fútbol o la Ley de Medios, ahora en suspenso y reclamada por el oficialismo, hace que los “perjudicados” no se queden quietos por este atrevimiento oficial.

La oposición, mientras, se divide todo el tiempo y no encuentra un líder acorde para 2011 y al gobierno, como que por momentos, le faltan cinco para el peso para afirmar con más contundencia el rumbo de un desarrollo independiente.

Sí, sí, los negocios de la compra de dólares por parte de los que tienen. Esto también es un tema. Pero, ¿el capitalismo acaso no son negocios puros e impuros? Dicho esto no para justificar actos reñidos con la ética no capitalista. Precisamente, los que gritan contra esto porque no resulta correcto hacerlo desde el poder ¡¡son los que más dólares han comprado y fugado hacia el exterior!! Datos en internet sobran, sólo hay que poner el buscador del Google.

Está bien, la “libertad” de prensa (de empresa en realidad) hace que los (in)comunicadores de adentro y de afuera ataquen a los personajes centrales, la presidenta y sus ministros, más no a sus ideas y proyectos. La idea es denigrarla e invisibilizarla lo más posible, como sentencia el periodista Ignacio Ramonet en relación a cómo se censura y se manipula hoy día desde los grandes medios aún en democracia.
La cuestión es producir el “impacto” sobre la audiencia, y tras el golpe, insitir, insistir, insistir hasta el cansancio hasta “convencer” de que la “realidad” no es lo que es, si no lo que se muestra en las pantallas con el mensaje monocolor absoluto.

Por ejemplo, canal 13 el pasado lunes 8 tituló sobre la operación de carótidas del ex presidente Kirchner: “La enfermedad del poder” (les faltó decir “viva el cáncer”, como cuando algún fanático desaforado antiperonista pintó en una pared en 1952 ese textro deleznable ante la enfermedad de Evita). En el noticiero comentado, un serio doctor periodista Nelson Castro daba “explicaciones” sobre esta “enfermedad”, el probable ACV de Kirchner, citando inclusive al gran Hemingway, mientras el señor Van Der Kooy y la señora Santillán asentían con cara de Biasatti. Le salió mal, Kirchner no tuvo ACV.

Lógicamente, el odio porque la presidenta puso en el tapete la denuncia de un ex socio del pulpo mediático por la evasión no clara de 300 millones de dólares, así como la investigación sobre el origen supuestamente no legítimo ni legal de los hijos adoptados por la señora Ernestina Herrero de Noble en la última dictadura, debían tener una respuesta acorde a su poder casi omnímodo.
La “crispación” atribuida por estos medios al oficialismo no siempre es producto de la descripción de un ente impoluto, si no de un deseo y quizá una proyección de su propia crispación por sus intereses afectados.

Mientras tanto, se siguen perfilando otra vez por lo menos dos grandes sectores en pugna para 2011.
Por un lado, los que quieren, o hacen creer que es necesario volver a un pasado neoliberal sepultado por la misma situación internacional de crisis de mercados con ajustes perpetuos.
Por el otro, quienes creen que este rumbo hay profundizarlo, y que el Estado debe intervenir cada vez más en la economía para repartir mejor la riqueza e incentivar las inversiones productivas, que respalde un modelo de independencia y soberanía ante la crisis mundial y relacionada con el proceso que vive Latinoamérica. R.S.
LA ALDEA EDUCATIVA
Nunca es tarde
para estudiar


Comenzar un proceso de aprendizaje es generar una ruptura en la cotidianeidad, ponerse a indagar en un objeto de conocimiento nuevo, hacer un espacio temporal, anímico, intelectual para incorporar, aprender nuevas formas de entender lo que nos pasa y lo que pasa a nuestro alrededor.
Comenzar a estudiar es para hacerse preguntas, para pensar lo que me enseñan, para disentir, para aportar lo que ya se sabe, para escuchar otras ideas y darnos cuenta de que podemos encontrar semejanzas.
Nosotros los docentes y Directivos de la Escuela de Psicología Social pensamos que la Psicología Social tal como la presentó Enrique Pichón Riviére, es un aprendizaje actual, potente, que aporta instrumentos efectivos para crecer como persona y obtener eficacia en la comprensión de los procesos grupales, para operar en lo subjetivo y lo social.

Norma Españón
Psicóloga Social
Directora de la Escuela de
Psicología Social de Liniers
4641-0479 (Dejar mensaje)
LA ALDEA DE LA OPINIÓN
Verdugo, alto,
rubio, de ojos
celestes

*Dr. Alfredo Grande

Qué es el outplacement, el oficio de George Clooney en “Amor sin escalas”, su nuevo protagónico en el cine. Echar gente del trabajo también es una profesión. Parece ficción pero no lo es: hay gente que se dedica, a requerimiento de las empresas, a poner a los empleados de patitas en la calle. En la Argentina, desde la última crisis, la demanda de ese servicio creció un 50 por ciento. Hablan quienes lo ejercen.
–¿Esto es lo que recibo después de 30 años de servicio en esta compañía?
–¿Cómo se supone que voy a volver como hombre a mi casa y decirle a mi mujer que perdí mi empleo?
He escuchado decir que el nivel de estrés de perder tu trabajo es como el de perder a un miembro de tu familia. En lo personal, yo siento como si la gente con la que trabajo es mi familia y el que se acaba de morir soy yo.
Estas son algunas de las respuestas que recibe Ryan Bingham, experto en recortes financieros, contratado para despedir empleados a lo largo y ancho de los Estados Unidos como quien quita moscas del plato. Para él, no es una situación traumática: no le importa que el despedido llore, enferme o enloquezca, Bingham repite un discurso de manual y, con una muletilla, hasta trata de convencer a su interlocutor de turno de que su nuevo estatus de desempleado es una ventaja. Les dice: “Esto es una oportunidad, un renacimiento. Cualquiera que haya construido un imperio empezó en el lugar donde estás sentado ahora y se dijo que era capaz de hacerlo”.
Su trabajo se llama outplacement (en español, “recolocación”), un servicio que prestan consultoras para empresas que lo requieran en lugar de usar a sus jefes de personal. Como dice Bingham en el film: “Trabajo para una compañía que sirve para sustituir a jefes de personal maricas, que no tienen las bolas para despedir a sus empleados”. En la Argentina, los Bingham y el outplacement también se consiguen. (Diario Crítica de la Argentina 31-01-2010)
(Agencia Pelota de Trapo).- En uno de los capítulos de las “Obras maestras del terror” el inolvidable Narciso Ibáñez Menta personifica a un verdugo que, sorprendido por la mujer que amaba en su macabra tarea, decide cortarse las manos. Eran otros tiempos, y la auto administración de la ley del talión obviamente no tuvo eco alguno, y fue una de las tantas golondrinas que no hicieron verano. El verdugo, el encargado de ejecutar la voluntad soberana del soberano, era, para decirlo de alguna manera, un oficio insalubre. Por eso estaban encapuchados porque, aunque matar era un acto público y legal, su legitimidad era nula. Los ejecutores de la muerte real no disfrutaban del aprecio colectivo, porque las condiciones a las que se sometía el reo, no eran las mejores para poder diferenciar entre el matar y el asesinar. Y la pena de muerte, o sea, el asesinato en manos del Estado, mas allá del intento permanente de maquillarlo como el ejercicio de una voluntad divina y superior, solamente era levemente potable cuando tomaba la onda expansiva de un linchamiento. En “Milagros Inesperados”, Steven Spielberg logra que los verdugos sean tiernos, incluso carismáticos.
En verdad, eso solamente ya es un milagro inesperado. Pero la cultura represora tiene mil caras, muchas mejoradas con botox, y logra que ahora el verdugo sea, parodiando el estado alucinatorio de Bernie Neustadt cuando se enamoró de Menem, alto, rubio y de ojos celestes. Hollywood, que es algo así como el Mr. Músculo multifunción para lavar las letrinas inmundas del imperio, filma el horror y logra producir deleite. No sé si es inesperado, pero con seguridad es un milagro. Del “Amor sin Barreras” donde los chicos malos cantaban, bailaban, y se mataban, y el amor brotaba de Tony y Maria, al “Amor sin Escalas”, hay un triunfo total de la cultura represora. Lo siniestro ha sido conjurado una vez más, y las políticas de exclusión laboral, profesional, social, son rebautizadas, sacralizadas, y transformadas en una nueva especialidad. El “outplacement”. Cuando hace décadas Nacha Guevara era “la Nacha”, cantaba con su talento inimitable: “un buen par de patadas en el culo y la vida recupera su sentido” .En este caso, el “shot de cul” denominado con el charm anglosajón como “outplacement”, no permite recuperar ningún sentido de la vida. Mas bien, hace que el único sentido que la vida tiene para los portadores de subjetividad corporativa, se pierda definitivamente. Es cierto: nadie se pone la camiseta de la empresa. Directamente, se tatúan el cuerpo. Y la mente. El tatuaje indeleble estampa la mente del “homo corporativo” con el color y el diseño de la empresa multinacional. Fuente de toda razón, justicia y dinero. Pero no es un tatuaje convencional: lo que primero fue marca de superficie, termina siendo “carne de tu carne y sangre de tu carne”. La corporación tiene una materialidad corporal, y pasa a ocupar el espacio de órganos vitales del sujeto. Por eso es imposible para el “outplacementado” aceptar el despido, porque sabe y siente que en realidad se trata de la crónica de una muerte no anunciada. El verdugo alto, rubio y de ojos celestes no necesita usar capucha. Las leyes del Mercado, incluso del laboral, santifican a sus ejecutores. Llevan al paroxismo la sentencia mafiosa: “no es nada personal”. La tienen tan claro, porque justamente no se trata de personas. No hay sujeto del deseo, solamente hay sujeto del mandato. Y los mandatos de la cultura represora que el capitalismo financiero globalizado impone, son el envés de los mandamientos con los cuales Moisés intento disciplinar a su pueblo. Matarás, robarás, desearás todo lo que sea ajeno, invocarás el nombre de todos los dioses pero siempre en vano. Y serás amado justamente por eso, y no a pesar de eso. Triunfo total de Drácula sobre Van Helsing. Pero siempre la cultura represora necesita, disfruta, requiere, un perfume encubridor. Pienso que es como la danza de los 7 velos. Finalmente, la cultura represora se muestra siniestra en su desnudez y no hay velo que valga. El verdadero rostro aparece en la catástrofe “natural” de Haití, en la impunidad del juicio de LAPA, en la libertad de condenados y absueltos por la masacre de Cromagnon, en el terrorismo de estado, en las picanas eléctricas dignificadas por el uso racional y humanitario que hará la policía metropolitana de la CABA. Y lo encubridor es denominar “empleado” al “homo corporativo”. En realidad, en la cruda realidad del sistema, son esclavos de última generación. Prototipos mejorados de aquellos que eran reventados a latigazos, marcados con el hierro candente, o sepultados en las galeras. La cultura represora se ha sofisticado. La tortura laboral es denominada flexibilización, out sourcing, y muchas veces termina con un harakiri occidental y cristiano. Este andamiaje perverso y delirante que algunos se empeñan en denominar democracias avanzadas, no puede ser “recolocado”. No hay outplacement para los mercenarios de los imperios depredadores. Solamente hay, aunque esté escondida en lo más profundo de nuestros corazones, con una dignidad que el “homo corporativo” jamás podrá entender, la digna eternidad de la profecía revolucionaria.

*Psiquiatra - Psicoanalista
Actor - Psicólogo Social
Cooperativista
LA ALDEA IMPOSITIVA
Ya se está en vigencia el “CETA”
*Carla Baiardi Moreno

El “CETA” es el nuevo sistema de información obligatorio para la compra-venta de automotores usados
Desde el 1º de enero de 2010 entró en vigencia una nueva reglamentación de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), la RG 2729/09 establece un nuevo régimen de información para la venta de automotores y motovehículos a través de la generación del Certificado de Transferencia de Automotor (CETA), con el cual se espera una mayor transparencia en las transacciones en el mercado automotor.

¿Qué es el “CETA”?

El CETA es el Certificado de Transferencia de Automotores que deberán solicitar las personas físicas, las sucesiones indivisas y personas jurídicas, del país o residentes en el exterior, con relación a la transferencia de automotores. Quedan excluidas las maquinarias (agrícolas, tractores, cosechadoras, grúas, máquinas viales y todas aquellas que se autopropulsen) y motovehículos, usados radicados en el país, de los cuales sean titulares de dominio.
El titular o condómino (vendedor) deberá obtener el CETA con carácter previo a la realización de los actos de transferencia, quedándose con una copia y entregando otra al comprador para que pueda tramitar la transferencia de la unidad. El comprador queda obligado a exhibir el CETA al encargado del Registro automotor en oportunidad de proceder a formalizar su inscripción registral.
En una primera etapa, de acuerdo a las disposiciones del Gobierno Nacional a través de la AFIP, la confección del formulario se ha establecido como obligatoria para la transferencia de vehículos con valores superiores a los 50 mil pesos.
Luego se irá extendiendo progresivamente: primero a vehículos con tasación fiscal igual o superior a 40 mil pesos (a partir del 1º de mayo) y luego a las unidades con tasación fiscal igual o superior a 30 mil pesos (a partir del 1º de agosto).

*Contadora
Estudio Baiardi,
Moreno & Asociados
15-3195-4321

LA ALDEA DE LA RECETA- CUENTO
Lluvia y panqueques
Por Marta Rodríguez*

El aire sofocaba y, para colmo de males, hacía varias horas que la heladera era un reservorio de bebidas tibias y manteca derretida; amén de otros males.

Por la ventana de la cocina que mira al oeste, veía avanzar un frente de nubarrones.

El aire era ligero queriendo ser ventoso.

En pocos minutos todo oscureció. Corrimos a cerrar puertas y ventanas. El temporal desató sus amarras sin piedad. Fueron varios minutos bellos a pesar de lo sombrío. Luego las nubes negras y los vientos buscaron otros puertos, y la lluvia se instaló: llovió, llovió y llovió.

La luz seguía sin dar el presente. El calor había menguado, y los tres imberbes de la familia sin encontrar que hacer, hacían un aquelarre imposible de aguantar; ahí fue cuando hice la pregunta del millón: ¿ quieren que les haga panqueques con dulce de leche?

La magia se hizo presente. El trío colaboró acercando los materiales.

La mesa fue una fiesta y la luz regresó cuando comenzamos a preparar las velas.

Receta

Panqueques

Batir dos huevos más ½ cucharadita de sal. De a poco añadir 250 gramos de harina tamizada, intercalando con aproximadamente 500 cm3. de leche o agua o mitad y mitad. Por último una cucharada de manteca bien derretida. Debe quedar una mezcla homogénea.

*Maestra cocinera

y cuentista

08/02/2010


LA ALDEA DEL HUMOR
Las 10 frases más peligrosas de una mujer
(Una ayudita para los hombres)

1) BIEN: esta es la palabra que usan las mujeres para terminar una discusión cuando creen que tienen la razón y que vos tenés que callarte.

2) CINCO MINUTOS: si la mujer se está vistiendo, significa media hora. Pero si no se está cambiando y vos estás jugando a la playstation o viendo el partido y tenés que salir con ella o hacer otra cosa que ella quiere, son sólo 5 minutos..

3) NADA: La calma antes de la tempestad. Siempre quiere decir algo… y deberías estar alerta. Discusiones que empiezan con NADA, normalmente terminan con BIEN (ver punto 1).

4) HACÉ LO QUE QUIERAS: es un desafío, no un permiso. Ni se te ocurra hacerlo. En serio.

5) GRAN SUSPIRO: es como una palabra, pero no verbal. Muy a menudo los hombres no lo saben interpretar. Un GRAN SUSPIRO significa que ella piensa que sos un idiota y se pregunta por qué está perdiendo su tiempo peleando con vos discutiendo sobre NADA (ver punto 3).

6) OK: Es una de las palabras más peligrosas que una mujer puede decir a un hombre. Significa que va a pensar cuidadosamente antes de decidir cómo y cuándo hacértelas pagar.

7) GRACIAS: si una mujer te agradece, no hagas preguntas, quiere sólo dar las gracias. Pero espera al menos un DE NADA.

8) COMO QUIERAS: es el modo sutil de la mujer para expresar "¡andá a cagar!" o "me tenés harta"... De alguna manera, va a lograr que termine siendo como ella quiera.

9) NO TE PREOCUPES QUE YO LO HAGO: otra frase peligrosa. Significa que desconfía de la capacidad del hombre para realizar la tarea y prefiere hacerlo ella misma. Pero de ninguna manera es un acto de bondad.

10) ¿QUIEN ES?: Léase ¿QUIEN ES ESA MINA Y QUE CARAJO QUIERE CON VOS?

Ojo muchacho con lo que contestás, ¡¡casi ninguna respuesta es aceptable!!