lunes, 15 de diciembre de 2008

LA ALDEA TAPA

El año de fue volando

Pocos pueden creerlo, el año se pasó volando. ¿Será que hacemos tantas cosas que entonces, como diría Einstein, el tiempo, relativamente, cuando eso ocurre, sentimos que se pasó volando? ¿Será que cada día pasan cosas que nos hacen acelerar los tiempos?

Si uno le empieza a preguntar a los que lo rodean qué opinan de este paso acelerado, (y eso que por ahora la “máquina de Dios” no se pudo poner en funcionamiento) todos dicen lo mismo: “se me pasó volando”. Y eso que tren bala, por el momento y seguramente, no habrá.

Tan rápido pasó el año que parece rarísimo que ahora, por ejemplo, los EE.UU. sea gobernado por un señor de color negro, o que en apenas unos meses más nosotros, los argentinos, vamos a volver a ir a votar por diputados y senadores. ¡¡Y que nuestra democracia haya cumplido sus primeros 25 años!!! Ya hay una generación de jóvenes que nació en ella y no sobre tiranías y dictaduras. Quién lo hubiera imaginado hace dos décadas.

En fin, ya estamos comprando el pan dulce y la sidra para el 24, 25, 31 y primero de... ¡¡¡2009!!! Sí, en lo posible, ofertas accesibles porque a pesar de que algunos cobran el aguinaldo, es fin de mes y el dinero empieza a escasear: la canasta de fin de año está subida, como ocurre casi siempre... Además, el momento de incertidumbre, ante la crisis que nos mandan y que no se sabe aún hasta dónde llegará, nos vuelve más conservadores con los gastos.

Lo cierto es que esa incertidumbre social, de cuidado de ahorros, si los hay, por si las moscas, o de “estiramiento” de plata, porque no alcanza, es la orden del día. El efecto “psicológico” de la crisis internacional llega antes que las consecuencias reales y probables de la misma.

Es lo de la previsión instalada tras el recuerdo de los momentos traumáticos vividos en los fines de década. Por caso, aquel “desagio” de 1989-1990, ¿recuerdan?, y ni qué decir de la incautación de depósitos de 2001-2002 que realizó, hasta ese momento, el confiable (?) sistema bancario.

Por lo pronto el gobierno sigue tomando recaudos y, aunque la oposición diga que la cosa va a ser muchísimo peor, por ahora tanto los precios como el empleo se mantienen casi quietos. Ni hablar, si lo comparamos con 2002 que, en los meses de junio-julio de ese fatídico año, se llegó a expulsar de su empleo ¡¡¡a unos 300 mil trabajadores en un solo día!!!...

El año se pasó volando entonces. Esperamos con esperanza por un 2009 mejor, mucho mejor, y que, a pesar de los agoreros, se cumpla. Nos lo merecemos, se ha trabajado mucho, se ha traspirado mucho y sería muy deseable no sólo un buen descanso, si no, un año no tan apurado como el que se está yendo.

¡¡¡Felicidades!!
El Director.
LA ALDEA PANORÁMICA
Lloriqueos y preocupaciones

El lloriqueo de los escribas del diario La Nación, no tiene reparo. Tanto el señor Morales Solá como el señor Grondona lagrimean como dos Magdalenas desconsoladas.
El tema ahora es el viaje a Rusia de la Presidenta Cristina Fernández, del que deriva, según estos operadores, un supuesto remozamiento de “rancio nacionalismo” argentino, según sentencia el señor Solá, algo que a esta persona, aparentemente, le molesta sobremanera, y que se cruza, según éste, con un nacionalismo ruso de vieja data. Según nosotros, camino que abre las posibilidades de mejorar el comercio con un mundo que no es precisamente el que nos vincula con las noventistas relaciones carnales con los EE.UU. tan amadas por estos operadores.
El mundo hoy no es un mundo desconectado, al contrario, en realidad nunca lo fue, pero mucho menos ahora, comercie con quien se comercie se establece una relación íntima, inclusive con quienes no se comercia.
La inquina del gobierno de la que hablan los escribas, que supuestamente existe entre el mismo y los sectores del campo, que son los exportadores principales de la carne argentina al mundo, es el espejo roto de su propia inquina que no soporta que un gobierno votado por el pueblo, de orientación progresista se abra al mundo aun en plena crisis del sistema capitalista.
Es decir, esa parte del mundo a vincularnos que estos escribas repudian, desconfían, y, si pueden ayudan a fondear. Pero ellos lo leen al revés: es el gobierno actual quien desconfía de los sectores conservadores concentrados de la Argentina.Igualmente, si fuera así, no es para menos, aunque sería ilógico, ya que de ahí provienen hoy por hoy una parte de las divisas.
Es que tres meses de conflicto salvaje y destituyente en este año que se termina, con un desgaste político feroz para la institucionalidad republicana y pérdidas materiales que al fin sufre el pueblo, mostraron hasta dónde son capaces los que no quieren ningún cambio distributivo en favor de las mayorías nacionales, y a qué se atreven cuando apenas se le quiere bajar unos puntos de ganancia a sus rentas.
Para ello el conservadurismo campestre, expresado unilateralmente en los grandes medios masivos de comunicación entrelazados y parte del poder financiero, llevaron agua para su molino con la anuencia, quizá ingenua y creída, operada podríamos decir, de los pequeños y medianos productores dirigidos hacia un callejón sin salida por una conducción de la Federación Agraria que había sido hasta hace poco ejemplo de defensa de sus intereses, sin mezclarlos nunca con los intereses del sí rancio conservadurismo oligárquico.
No es menor el detalle del llamado de atención del gobierno a Edelap, la empresa norteamericana de distribución de energía, por su falta de inversiones para mantener un servicio acorde. Hasta el mismo embajador yanqui Wayne se mostró molesto por este atrevimiento.
Bueno, los vientos parecen correr para otro lado que en los ’90, y esto, resulta intolerable a los defensores de un neoliberalismo, hoy ya, por lo menos, retrógrado y anacrónico, y más en este contexto de crisis internacional, con grandes deudas sociales, muchas, aun por levantar. Y si no que lo diga el señor Domingo Felipe Cavallo, otrora gurú intocable de una “religión” tramposa, que tuvo que suspender una conferencia sobre su sabiduría destructora en Francia porque ahorristas argentinos de muy buena memoria lo increparon allí y a viva voz. “Cuando los pueblos se cansan hacen tornar el escarmiento”, decía el general Perón.
El gobierno, mientras, saca de caja 13 mil millones de pesos para reactivar el consumo en favor de la venta de automóviles y electrodomésticos.
Ojalá que el derrame que eso genere, llegue rápido a los sectores más humildes, porque buena parte de éstos confiaron electoralmente en el gobierno de Cristina. Ellos también merecen un incremento en la ayuda directa y urgente ante un enfriamiento de la economía con ajuste de precios que afecta fuertemente a quienes viven del extendido trabajo precario y en negro, o de changas salteadas.
Contracaras en la interna nacional: que el señor Rico y otros sectores de difícil digerimiento jueguen, aún reciclados, en la representación de la interna del PJ no es simpático a muchos que recuerdan sus trayectorias, o que el oficialismo haya sido derrotado en diputados, aunque por muy poco margen, sobre el tema glaciares.
Igual, la conclusión esperanzada, es hacia dónde sigue la tendencia. Probablemente a un avance más parsimonioso en lo económico en medio una crisis mundial que nos afecta y de la que nadie queda fuera y que requiere del reforzamiento de alianzas políticas para seguir adelante. El tema es con quién y cómo y, sobre todo, mal que nos pese, quiénes están disponibles.
Al fin y al cabo, hacer política no es sumar sólo ideología sino fuerzas concretas en lugares clave. Esto, por lo menos ciertos sectores progresistas y de la izquierda siguen sin poder comprenderlo. Calculamos porque todavía les falta cumplir una primera premisa que es como cable a tierra de lo concreto: hacer la experiencia de gobernar, algo que siempre entrena acerca de todas las dificultades reales que ello configura.
Lo que sí preocupa, es la consecuente falta de sustento más firme y organizado por abajo, de lo popular participativo. Lo pensamos en favor del gobierno, en el sentido de que si un nuevo manijazo neoconservador se prepara, electoralmente para dentro de apenas 10 meses, o de hecho, desde adentro y desde afuera de las internas partidarias, y vuelve a ponerse en jaque lo institucional, como en el conflicto campestre, cabalgando ahora con el retintineo en los medios del tema inseguridad y corruptelas nunca probadas, este sustento organizado y popular se vuelve como imperioso.
Sobre todo para sostener un rumbo que debe profundizarse y por el que buena parte de los argentinos, mayoritariamente, venimos apoyando hace ya 6 años. R.S.
LA ALDEA PSI

Cursos de capacitación
para los que trabajan
con tercera edad

Hace años trabajo capacitando personas para el cuidado de adultos mayores.
Muchos de los que llegan a los grupos vienen a recibir cierto bagaje teórico, conceptos, teorías tanto en lo atinente a patologías distintivas de esta etapa como aquellas que en realidad están relacionadas con lo que el imaginario social sostiene y reproduce acerca de nuestros viejos, o sea capacitación gerontológica.
Con esto digo, personas que hace años trabajan en esto, pero en este saber de técnicas, en esta suma de poner el cuerpo en esa relación con otro que demanda porque sufre, donde muchas veces no se tiene muy bien trabajada la disociación instrumental, los cuidadores se enferman.
Si bien es cierto que no cualquiera padece un síndrome de estas características, podríamos precisar que las condiciones laborales son en muchos casos las detonantes en la aparición de los mismos. Hago referencia a la carencia de personal, de francos, bajos salarios, turnos muy extensos, escasa o nula capacitación, sumado a una organización que lejos de ser continente del conflicto aparece como rígida y negadora de su participación en el mismo.
Para cuidar adultos mayores hay que tener una marca muy especial, y la mayoría de las veces el restablecimiento de un adulto tiene que ver con esa carga de afecto que se pone en el cuidado, productor, por cierto, de fabulosos efectos. Sólo que en algunas ocasiones se convierte en sobrecarga. Ahí es cuando el sujeto se descubre en un sentimiento nuevo, como que no le queda nada por dar, casi vacío.
Ante este cansancio recurrirá a un mecanismo de defensa, la despersonalización, como si otra personalidad se hubiese apoderado de él. Es decir, antes era solícito ahora escapa del enfermo, es más, lo distrata.
Con el correlato de que este cambio de conducta será vivenciado con mucha culpa, sobre todo cuando este malestar se vuelca en los adultos o en los abuelos, Como se suele decir, en realidad, cuando ha llegado a este estado, está con la autoestima muy baja, y son sus compañeros o sus familiares los que se dan cuenta del estrés de la persona.
Quiero también precisar que esto puede inclusive pasarle a alguien que esté cuidando a su familiar enfermo, que no tenga ayuda externa o redes, y que sienta que toda la responsabilidad recae sobre él.
Debido a esto es que es tan necesario, hacer prevención con respecto a este síndrome que genera una florida sintomatología en las tres áreas de la conducta.
Por esto mencionado, estamos hablando de un síndrome que no se puede subestimar, que es necesario conocer, para comenzar a escucharlo ante las primeras señales.


Eleonora Carrazco
Psicóloga Social
4922-0206
LA ALDEA DE LA OPINIÓN

Entre Spinoza y Hobbes
o el miedo, la inseguridad y la política

por Ricardo Forster*

El filósofo Ricardo Forster analiza la continua presencia del miedo en el pensamiento político moderno para explicar cómo en torno de la “inseguridad” se movilizan ahora los recursos materiales y simbólicos de una derecha que busca motorizar los “reflejos” regresivos de la sociedad.Y advierte sobre el papelde los medios.

La agenda de los medios de comunicación es recurrente y cíclica; ciertos temas regresan a escena cuando es necesario atizar en amplios sectores de la población la insoportable sensación de una inseguridad creciente que se asocia, en el imaginario colectivo incentivado por los lenguajes mediáticos, con el miedo. Esa antigua pasión que acompaña a los hombres desde la lejanía de los tiempos ha sido eje de un debate fundacional de la política moderna allí donde ha trazado las diferencias centrales entre un proyecto fundado en la utilización astuta del miedo a la inseguridad como fuente de legitimidad del poder público asentado en el uso discrecional/jurídico de la coerción y de la violencia y aquel otro que destacó que esa pasión negativa lo que impulsaba era un aumento del sometimiento de los individuos y un claro cercenamiento de su libertad.

El filósofo italiano Remo Bodei despliega en su excelente Geometría de las pasiones una decisiva contraposición entre las dos líneas maestras del pensamiento inaugural de lo político moderno, mostrando los caminos bifurcados que se abrieron a partir de las interpretaciones enfrentadas que en torno del “miedo” como pasión se expresaron en Baruch Spinoza y Thomas Hobbes a mediados del siglo XVII. El miedo, según lo aborda el judío holandés, como pasión negativa, como anclaje en un orden de la sumisión que impide a los seres humanos elegir su camino y que los conduce a la ciega aceptación de la tiranía y la dominación que se afinca, precisamente, en esa pasión que maniata el espíritu libertario y que sigue prisionera de una forma de trascendentalismo. Y el miedo como una pasión positiva y racional que hace posible, en la perspectiva de Hobbes, la renuncia a un estado de peligrosidad y conflicto permanente que será reemplazado por un orden sustentado en la coerción y la renuncia al uso indiscriminado de la violencia; sin miedo a la anarquía social, sin miedo al más fuerte y a la muerte, sin miedo al conflicto y la violencia no sería imaginable el pasaje del estado de naturaleza al contrato fundacional.
Spinoza como abanderado de una tradición democrática afirmada en los principios de autonomía y libertad y que desnuda el fondo oscuro y represivo que se guarda en la producción intensiva del miedo social; Hobbes, pensador del poder y del Estado, genio fundador de un giro central en la filosofía política, destacará, con fuerza indeleble, la importancia decisiva del miedo como regulador de las prácticas políticas y sociales, como verdadero límite del orden, sea monárquico o republicano.
Hacer una pesquisa en torno de la continua presencia del miedo en el pensamiento político moderno es indispensable para intentar comprender lo que sucede en nuestra actualidad, el modo cómo en torno de la “inseguridad” se movilizan los recursos materiales y simbólicos de una derecha que busca motorizar los “reflejos” regresivos instalados en nuestra sociedad.

2. En las urbes contemporáneas, en especial en las tercermundistas, la pobreza, la exclusión, el desempleo y la fragmentación social son el caldo de cultivo para la proliferación de diversas formas de violencia urbana. Una profunda anomia sacude a esos territorios marginados, amplificando las causas y la multiplicación de las distintas formas delictivas, perturbando la “tranquilidad” de los sectores acomodados que sólo atinan a identificar su “miedo” a una inseguridad amorfa, oscura, producto de mundos autogenerados y habitados por individuos socialmente desechables, incorregibles y cuya peligrosidad sólo puede ser combatida con mano dura y leyes a la altura de la “emergencia nacional”.
Desde siempre, las clases acomodadas han transferido sus responsabilidades proyectando la idea de un “mal endémico” en la existencia “natural” de la pobreza, convirtiendo al pobre en un delincuente en potencia y borrando las huellas que comprometen a un sistema de exclusión e injusticia del que son sus usufructuarios.
La sobreexposición mediática de fenómenos de violencia e inseguridad apunta a debilitar las acciones que tiendan a buscar caminos alternativos a los de la mera represión pero, fundamentalmente, buscan solidificar el miedo en las capas medias, amplificando su deseo de mayor control y punición, al mismo tiempo que van profundizando las marcas del prejuicio y el racismo allí donde casi siempre la violencia y la inseguridad son consecuencia, según ese relato hegemónico, del vandalismo de los sumergidos, de los habitantes de esas “ciudades del terror” que se multiplican alrededor de los barrios “decentes”.
No casualmente se entrelaza un discurso obsesivo, machacador, que viene de los medios masivos, con el aumento del miedo en las clases medias, hasta confluir con el reclamo de mayor represión y menos garantismo jurídico que suele estar siempre representado, en el imaginario colectivo, por políticas de derecha que se instituyen en portadoras de “lo que quiere la gente” frente a gobiernos pasivos, en el mejor de los casos, o cómplices de la delincuencia. Esa sobreexposición mediática constituye uno de los modos de multiplicar la sujeción social y de contrarrestar cualquier proyecto de transformación de un sistema de injusticias que es la base de la anomia y la violencia, apuntando a consolidar una sociedad fragmentada, atravesada por el prejuicio, angustiada por el miedo y disponible para políticas de coerción que cuajan perfectamente con el odio de clase y la lógica racista tan al alcance de la mano cuando lo que domina socialmente es el miedo. Y, siempre vale la pena aclararlo, la que suele ganar con estos discursos atemorizantes es la derecha, que ha sabido apropiarse de los recursos simbólicos desplegados por la máquina comunicacional, una máquina que se ha convertido en la usina productora de esos mismos discursos que multiplican los efectos del miedo y del prejuicio.

3. A la derecha ya no hay que ir a buscarla sólo a las zonas dominadas por la moralina, ella ya no mora en las habitaciones oscuras de esas casas semiderruidas que apenas si son testigos de otra época en la que la voz del Gran Inquisidor imperaba recordando los horribles fuegos del infierno. A la derecha que ejerce el poder económico y político, no a los restos retóricos de personajes antediluvianos, no le interesa la cuestión moral ni la defensa de venerables tradiciones; lo que le importa es captar los reflejos espontáneos de la gente, apropiarse de sus secretos más íntimos y sus prejuicios no siempre expresados pero intactos en sus deseos. Y será tarea de los medios de comunicación explotar esa cantera de símbolos, miedos y deseos, movilizándolos a favor de nuevos lenguajes que van penetrando intersticialmente la cotidianidad social hasta redefinir las condiciones del entramado cultural político que está en la base de la actual gramática de la dominación.
A mayor embrutecimiento, más arraigada esa “nueva derecha” que hoy habita las calles de nuestras ciudades y las zonas perversas “liberadas” por los dueños de la información y su circulación. Esa derecha se ve reflejada en el discurso periodístico que domina las rotativas y los canales de televisión, de un periodismo que no ha dejado de ser cómplice de los dueños del poder, tanto en épocas dictatoriales como democráticas. Sus espasmos histéricos y amarillistas para abordar la realidad, sus groseras simplificaciones, sus exacerbaciones al servicio de esa otra derecha efectivamente activa en los nudos del poder económico y político, de esa derecha que ha financiado desde siempre el lenguaje falaz, mezquino y empobrecedor de esos mismos medios que suelen desgarrarse las vestiduras ante cualquier censura a la “libertad de expresión”, ante cualquier fijación de límites a una impudicia arrolladora que invade la vida de los argentinos.
Afirmar que un significativo sector de la sociedad actúa de acuerdo a lo que se puede llamar una visión de derecha, que en sus prácticas se manifiestan actitudes autoritarias, que el sesgo de sus valores es el producto del individualismo más feroz y la lógica del mercado, constata una realidad favorecida desde los medios de comunicación y replicada sin agregarle ni una coma por el universo de los lenguajes políticos, especialmente de aquellos que tienden a elaborar sus intervenciones públicas asociándose a lo que “siente el ciudadano común y corriente”. La derecha política ha sabido aprovechar esas señales que vienen de la calle, ha buscado apropiarse del malestar de la clase media multiplicando los reclamos de represión. La idea que domina ese discurso es la de la vigilancia y la limitación de las libertades ampliando las funciones policiales, convirtiendo a la policía en mucho más que una fuerza de prevención o en un instrumento de control bien regulado por el Estado; la ilusión de la derecha es acotar los movimientos de los ciudadanos, forjar fronteras que impidan a los pobres ocupar esos espacios que les han sido vedados. Esa derecha se ha puesto en movimiento frente a un gobierno al que identifica como heredero del populismo de izquierda, verdadera bestia negra que hoy representa a sus ojos lo más próximo a la pérdida de sus privilegios asociado con un proceso que llevaría a la Argentina hacia la revolución social.
Kirchner ha sido (y ahora lo es Cristina), a los ojos de esa derecha, el Kerenski argentino, aquel que deja abiertas las puertas para que la negrada subalterna se derrame sobre una sociedad atemorizada.
Esa derecha sabe que no existe ningún puente entre las intenciones kirchneristas y los sueños trasnochados de la izquierda revolucionaria; pero lo que le interesa es debilitar un proyecto que aspira, en el mejor de los casos, a devolver cierta equidad a la sociedad y a recuperar algo de lo que otrora representó un Estado de bienestar. La derecha ideológica sabe muy bien que nada a favor de la corriente de esa otra derecha capilar que actúa de acuerdo a los miedos y a los prejuicios, que ha plegado cualquier bandera asociada a la solidaridad para atrincherarse en la defensa histérica de sus propios bienes.
El miedo es, hoy, un aliado inmejorable para profundizar el giro hacia la derecha, para apuntalar una sociedad de la vigilancia y el castigo que privilegie la seguridad a la justicia, la intervención policial al mejoramiento de las condiciones de vida. La derecha sabe qué exigir porque ha logrado captar el alma de gran parte de la sociedad, ha sabido trabajar en sus zonas más oscuras, mutando la vergüenza ante esos sentimientos por su reivindicación pública.
Mirar el mundo desde el miedo es lo peor que le puede suceder a una sociedad, es el punto de partida de inéditas formas de violencia, la condición de posibilidad de su aceptación. La derecha, desde siempre, ha sabido trabajar con el miedo, entiende la escena que se configura a partir de ese sentimiento apasionado, terrible que, como sabía Spinoza, es absolutamente negativo, pero que constituye el humus de todos los discursos de la vigilancia, la punición y la infantilización de la sociedad.

Tener miedo abona el terreno para la consolidación de sentimientos cuyo principal agente de vehiculización fue y es la derecha. Lo inédito, tal vez, es que junto al miedo se manifiesta el dominio abrumador de prácticas articuladas alrededor de la industria del espectáculo, del ocio y de la amplificación de mundos artificiales prometedores de paraísos para todos los que logren permanecer de este lado de la línea. La retórica de la derecha puede apelar a motivos que antes parecían provenir de otras alternativas: la realización personal, el disfrute de la vida, el cuidado del cuerpo, el goce sensual, la despreocupación por el mañana para afincarse en el puro presente. En el imaginario de las clases medias y de los sectores populares que han logrado sustraerse a la marginalidad, la pérdida de algunas de estas dimensiones de la vida cotidiana representa, a sus ojos alarmados, el horror de la pobreza, ese deslizamiento hacia la oscuridad de una indigencia cuyo fantasma aterroriza las noches de la gente decente. En esas zonas vulnerables, la derecha seguirá proliferando, encontrará, como hasta ahora, las correspondencias imprescindibles desde las cuales multiplicar el dominio de su propia visión del mundo.

* Doctor en Filosofía. Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA). www.pagina12.com.ar

LA ALDEA DEL CINE EN CASA

Fiestas y verano con DVDs

Mamma mia!
Meryl Streep y Amanda Seyfried protagonizan esta versión de una comedia musical de Broadway que tiene las canciones de ABBA como banda de sonido. Una boda en una playa griega es el comienzo de los enredos. COMEDIA MUSICAL. Int: Meryl Streep, Amanda Seyfried, Pierce Brosnan.. Dir.: Pphylida Law

Dany, un tipo de suerte
Dan es un viudo padre de tres hijas que, durante unas vacaciones familiares, se enamora por primera vez en años y la chica resulta ser la novia de su hermano. Steve Carell incursiona en la comedia romántica. COMEDIA ROMÁNTICA. Int: Esteve Carell, Juliette Binoche, Dianne Wiest. Dir.: Peter Hodges

La frontera
Cuba Gooding Jr. Interpreta a Michael, un agente norteamericano asentado en la frontera con México. Su vida transcurre tranquilamente, hasta que su pasado como mafioso amenaza con retornar. ACCIÓN. Int.: Cuba Gooding Jr., Sharon Leal, Ewan Ross. Dir.: Kevin Bray.

REC
Angela, reportera, y su cameraman Pablo son enviados a cubrir la noticia de una mujer atrapada en un departamento. Pero al llegar comenzará una tremenda pesadilla. Cine español no apto para sensibles. TERROR. Int.: Manuela Velasco, Carlos Vicente, Fernán Terrasa. Dir.: Jaime Belageró y Paco Plaza.
LA ALDEA HOMENAJE A UN GRANDE
Ciclo dedicado a Hugo del Carril

Durante tres viernes consecutivos se presenta un ciclo en tributo al gran cantante, actor, director, guionista y productor argentino, Hugo del Carril (Piero Bruno Hugo Fontana - 1912-1989).
El viernes 12, se proyectará “La vida es un tango”; el viernes 19, “La cabalgata del circo”, y para finalizar el viernes 26 con una obra clave de nuestro cine: “Las aguas bajan turbias”, basada en el libro “El río oscuro” de Alfredo Varela, sobre la vida de los mensúes, trabajadores de los yerbatales misioneros, a principios del siglo XX.
La entrada es libre y gratuita, y las funciones, comienzan a las 19 horas, en la Sede Cultural Caseros, Avda. Urquiza 4750, Caseros, primer piso. Secretaría de Deportes, Cultura y Educación. Dirección de Cultura de la Municipalidad de Tres de Febrero.
LA ALDEA JURIDICA
Accidentes de tránsito
y responsabilidad del causante

Muchas veces uno se ve implicado como víctima en un accidente de tránsito. Las personas creen que si el accidente no tiene consecuencias permanentes o definitivas, no amerita hacer el reclamo al embistiente. Error imperdonable pero bastante más común de lo que podría suponerse.
¿Sabía Ud. que el seguro de responsabilidad civil por daños a terceros (personas y/o cosas) es obligatorio para cualquier vehículo particular , de pasajeros o carga?
Ése es el seguro que cubre los daños que puedan resultar de un accidente de tránsito.
Y, ¿Cómo proceder ante un accidente? El primer paso es hacer la denuncia policial ; para ello , basta con el documento de identidad y los datos que hubiera obtenido del embistiente: DNI, registro de conductor, patente del vehículo , características (particular o público y en este caso, línea , interno , empresa de transporte ), circunstancias detalladas del siniestro, lugar, hora, prioridad de paso, daños causados . Cuanto más detallada sea la descripción del siniestro, mejor.
¿Las compañías aseguradoras responden rápidamente? En general, no. Tengamos presente que para ellos es un negocio y cuanto menos (o nada) puedan pagar, tanto mejor para ellos.
¿Es importante consultar a un abogado para hacer el reclamo? Sí, las aseguradoras responden de otra manera cuando ven que el damnificado es patrocinado por un letrado . Por otro lado, los honorarios profesionales son soportados en su mayor parte, por el asegurador, no por el particular damnificado, quien sólo deberá hacerse cargo de un porcentaje menor.
Los pasos a seguir son : 1) Reclamo administrativo, al cabo del cual la compañía deberá hacer un ofrecimiento de una suma en concepto de indemnización 2) Mediación: en caso de que la aseguradora no responda o no lo haga en forma satisfactoria, el damnificado, a través de su abogado , pide la intervención de un mediador que trata de acercar la pretensiones de las partes; si lo logra, se firma un acuerdo con las condiciones aceptadas por ambos, convenio que puede ejecutarse sin más trámites si no se cumple. 3) Etapa judicial: si no se alcanza un acuerdo en la mediación, sólo resta la etapa del juicio, donde cada parte deberá sustentar su postura con las pruebas que pueda aportar.
Debe tenerse presente que la indemnización deberá cubrir distintos rubros: daño emergente del siniestro (los daños se evalúan económicamente, ya sea personales o de un vehículo) ; lucro cesante ( lo que la víctima dejó de percibir, por no poder trabajar, como consecuencia directa del siniestro) ; daño moral ( por todos los traumas o temores que deriven directamente de accidente ). También, la indemnización deberá cubrir económicamente todos los gastos adicionales que resulten para la víctima: transporte en taxi ó remís por no poder movilizarse en medios públicos colectivos; personal de enfermería o doméstico que deba contratar por la imposibilidad de realizar las tareas domésticas personalmente; todos aquellos gastos médicos o de farmacia no cubiertos por la obra social o prepaga.
No dude en consultarnos ante cualquier duda sobre el tema; estamos a su disposición.


Estudio Jurídico
Dres. Balado & Fortuny

Luis María Campos 4545. Caseros
4734-5599
15-5042-8418
LA ALDEA AGENDA

Coro Suyay

El Coro Suyay anunció sus presentaciones este mes de diciembre. El sábado 13, a las 20.30 en la Parroquia Jesús Sacramentado, Corrientes 4250, con los coros Voces del Plata y Coral Cantique donde presentarán la Misa Criolla, de Ariel Ramírez, con el solista Luis C. Danese.
El domingo 14, a las 17.30 en la Parroquia San Luis Gonzaga, Baigorria 4260, el Coro Suyay y Voces del Plata ofrecerán un Concierto con temas navideños, éste concierto y el anterior, con la dirección del Maestro Guillermo Suar.
El mismo domingo 14, a las 20 hs., en la Parroquia Santa Juana de Arco, Sta. Juana de Arco 3945, de Ciudadela. el Coro Suyay junto a otras agrupaciones corales participará de un Concierto folclórico, acompañados por una orquesta de cuerdas y la dirección del Maestro Marcelo Valva.

Y el domingo 21, a las 20.30 hs. en la Parroquia María Auxiliadora, en Av. de Mayo 2000, Ramos Mejía, se repetirá el mismo Concierto. La entrada es libre y gratuita en todos los casos. Informes 15-5616-1287.
LA ALDEA DE LA RECETA-CUENTO
Herencia

Era un hermoso espejo. El marco de madera oscura y el borde biselado, lo hacía cautivante. Estaba ubicado en el dormitorio, en un recodo del placar. Lo había heredado de su abuela materna y era uno de sus tesoros.
Noviembre estaba instalado con temperaturas agobiantes. La ciudad hervía y tan sólo de pensar en las fiestas navideñas, era un incordio. No sabía en qué rincón se había escondido, el fervor que recibía la Navidad.
La incertidumbre creaba miedos, y no quería aferrarse a ninguno de los dos.
Una de esas noches enrarecidas de primavera extraviada, con el aire sofocante y la humedad pegajosa, intentar dormir era una utopía. Perdida en el laberinto de vueltas y vueltas en la nebulosa del ensueño, deambuló, hasta que un ruido fuerte y seco la sacó de la cama.
Con sigilo, recorrió todo el departamento. No encontró nada que la pudiera alarmar.
Al recordar que el asfalto tenía un bache recién inaugurado, creyó saber lo sucedido:
–Un camionero medio dormido, olvidó cómo esquivarlo .
Por más que buscó el sueño, no lo encontró; se había evaporado.
En la mañana, mientras trataba de espabilarse, notó que en la habitación faltaba algo, y no lograba descubrir, qué era.
Cuando su mirada se detuvo en el recodo del placar, vio a la mecedora, con el borde del marco que asomaba, como pidiendo socorro.
–El espejo, ¡cayó el espejo! –exclamó.
Temiendo lo peor, se acercó cautelosa, temblando, cerró los ojos y de un manotazo, apartó la mecedora.
No podía creer lo que veía: el gancho estaba en su lugar. La cadena intacta, y la luna sin una sola fisura. Lo levantó con cuidado, y amorosamente, lo repuso en su lugar. Quiso sonreírle de pura alegría, pero fue en vano.
–Es una locura, no puede ser –se dijo.
La realidad era que el espejo no la reflejaba.
Cuando pudo recobrar el aliento, le costó reconocerse en la niña que la miraba, mientras colocaba borlas de vidrio rojas, en el árbol de navidad.
La abuela y su madre, completaban la visión.
No sabía si era real o estaba alucinando. Ella las veía; sabía bien que las veía.
Era imperioso, salir en busca de su Navidad. No podía dejar sola a la niña que aguardaba, en el espejo mágico de la abuela.

Receta
Peceto con salsa de ciruelas y puré de manzanas
(Una exquisitez para la cena de Navidad)

Ingredientes: 1 peceto desgrasado; ½ cebolla cortada en dos; 3 cucharadas de aceite; 50 gramos de manteca; 1 vaso de vermut u oporto; 1 vaso de vino blanco; 1 ramita de hierbas ( tomillo, verdeo, romero); sal, pimienta
Preparación: Atar la carne, salpimentar y dorar en el aceite a fuego fuerte. Agregar la cebolla, la manteca, el ramito, el vermut (oporto) y el vino blanco. Tapar la cacerola y cocinar despacito.
Salsa de ciruelas: Calentar ½ tarro de mermelada con dos cucharadas de mostaza.
Puré de manzanas: En una cacerola cocinar 4 manzanas verdes sin cáscara ni semillas; ½ taza de azúcar; un poco de agua. Dejar que hiervan y con la cuchara de madera revolver hasta conseguir un puré espeso ( reservar ).
Para servirlo: El peceto se corta en rodajas y se baña con el fondo de cocción colado. La salsa de ciruelas se coloca en una salsera. Este plato se puede hacer con pollo y resulta riquísimo.


Marta Rodríguez


05/12/2008