martes, 30 de junio de 2009

LA ALDEA DE LA OBSERVACIÓN
El poder de
la palabra

Llega junio y las cosas se definen. No sólo por lo del domingo 28: es mitad de año. “Lo que no arrancó –piensan muchos– ya no arranca”. Los optimistas, al revés, “todo va a mejorar”.
En estos temas no cuenta la “realidad”, los datos, los índices, los pronósticos, las estadísticas, las encuestas, la confirmación o refutación de hipótesis: cuenta lo que yo siento, lo que me parece, lo que percibo, aunque sea de cabo a rabo errado, no importa, pura subjetividad, pero parte de la “realidad” al fin. “Mi” realidad.
En el contexto de un yo asediado, atiborrado por malas noticias, pálidas, violencias, desconfianzas, el sustrato que queda es la devaluación de defensas y fortalezas. Como símil del cuerpo orgánico aquejado por la gripe, no necesariamente porcina, gripe “común”, si se quiere, virus que se instala cuando bajan las defensas, y sólo se retira cuando éstas suben.
Entonces, la cama, dormir, controlar y bajar la fiebre, algún antibiótico, o algún medicamento homeopático, o Flores de Bach, o psicoanálisis, o el acompañamiento del amigo, pariente, el ser querido, y otra vez un espacio para LA PALABRA.
La palabra que, cuando está apocada, expresa el devalúo espiritual, ciudadano, del yo asediado que decíamos.
Y al revés, la palabra liberada como sanadora, no sólo por el poder hablar, si no por el poder decir: lo que pienso, lo que siento, a alguien más, y sin son unos cuántos que me escuchan y dicen, mejor.
Es como volver a salir de un letargo, y esto se puede trasladar a cualquier ámbito.
Hay ganas contenidas de decir, a pesar del error, del ridículo, del “qué dirán”, de la negación de algún otro, del ninguneo, de la indiferencia, del maltrato, del miedo y los miedos, y la calle que no resulta tan tan peligrosa como dicen, es habitable también, y no sólo transitable, como ése que está al lado y que de movida se me aparece como el “ogro”, de ése con el que comparto las horas, los días o la vida.
Hablar, decir, liberar los demonios del silencio, del no poder ser sincero, porque eso tiene un costo, que mantiene, aunque hipócritamente a veces, vínculos forzados, y que, al mismo tiempo, se muestran en otra parte como síntoma que avisa. Y tener tiempo y darse tiempo, para mí, para los que quiero.
Es junio, ya está el invierno, mitad de año. Sólo hay que saber disfrutarlo, atravesarlo, quizá no tan plácidamente como la primavera. Aunque para ella, sabemos, ya falta menos.


Roberto Sánchez
Psicólogo Social
LA ALDEA COLECCIONABLE
Historia Nuestra
La Revolución Argentina:
El Estado autoritario - “La noche de los bastones largos”

Una junta revolucionaria, formada por los tres jefes de las Fuerzas Armadas, depuso del cargo al presidente Illia, dio a conocer las “causas y objetivos de la Revolución Argentina”, y colocó en el sillón presidencial al general Juan Carlos Onganía.
Éste contó desde el principio con el apoyo pleno de las Fuerzas Armadas y una suerte de consenso nacional, que le permitió anunciar que su gobierno no tenía plazos para realizar los cambios necesarios para lograr la paz y estabilidad económica.
Desde el principio, el gobierno fue marcadamente autoritario. Un Estatuto de la Revolución Argentina condicionó la vigencia de la Constitución Nacional, disolvió el Congreso, suspendió las legislaturas provinciales y la actividad de los partidos políticos, así como los gobernadores, los intendentes, los jueces de la Corte Suprema de Justicia y los procuradores fueron separados de sus cargos. Se ejerció una severa censura sobre diarios y libros y mediante un acto policial se acabó con la autonomía universitaria.
En 1967, el gobierno puso en marcha “el plan económico de estabilización y desarrollo” a cargo del ministro Krieger Vasena, que era un técnico vinculado con los centros financieros internacionales. La medida más espectacular fue la devaluación del 40% del peso moneda nacional (1 dólar=350 pesos), el ministro alegó que como esta era una devaluación anticipada, por eso el porcentaje era mayor al necesario, pero así esperaba “reducir paulatinamente las presiones inflacionarias… contra nuestra moneda”, lo que contribuiría a la reactivación del país.
Además estableció retenciones a las exportaciones y disminuyó los aranceles a las importaciones. Decretó la suspensión de las Convenciones Colectivas de Trabajo, que permitían que los trabajadores discutieran mejoras salariales con los patrones por rama de actividad. Otorgó un aumento de salario del 15% para la actividad estatal y privada anunciando que sería el último hasta diciembre de 1968. Al mismo tiempo, firmó un acuerdo de precios con 85 empresas a cambio de créditos bancarios y ventajas especiales.
Las medidas del plan contaron con el apoyo de amplios sectores del capitalismo nacional y tuvo la aprobación de los organismos financieros internacionales, que se tradujo en el otorgamiento de créditos. A pesar de la efectiva estabilización económica, expresada en el control de a inflación, el plan generó un profundo descontento en vastos sectores sociales.

La noche de los bastones largos

En julio de 1966, el general Onganía puso fin a la autonomía universitaria con el objetivo de “prevenir a la sociedad de las influencias perniciosas de la infiltración comunista en las casas de altos estudios”
Intervino todas las universidades y prohibió las actividades de los centros de estudiantes que, en general, eran opositores al gobierno. Alumnos y profesores ocuparon la Facultad de Ciencias Exactas, por entonces sita en la Manzana de la Luces, demandando la anulación del decreto de Onganía.
Ante esto las fuerzas policiales rodearon la Universidad e intimaron el desalojo. Después de algunas deliberaciones el decano Rolando García decidió salir sin resistencia.
Alumnos y profesores salieron con los brazos en alto y cantando el Himno Nacional entre la Guardia de Infantería que, en doble fila, los reprimieron con dureza, a golpes de bastones, culatas de fusil, patadas e insultos. Con un resultado de 15 heridos hospitalizados y 200 detenidos. Un hecho que da cuenta de la violencia fue la destrucción de “Clementina”, la primera computadora del país, que puso fin a un proyecto científico de excelencia, al igual que otros proyectos que concluyeron abruptamente.
Como respuesta a la intervención, renunciaron todas las autoridades, muchos de los profesores y del personal técnico y no docente de la universidad. Inclusive, 300 investigadores debieron abandonar el país para continuar con su trabajo, lo que constituyó la primera fuga de cerebros y una pérdida invalorable para

Prof. Isabel Rodríguez
LA ALDEA DE LA OPINIÓN
“Perder no es el
fin del mundo”
Entrevista a Ernesto Laclau

(Por Luz Laici) Hay que decirlo: la política, en ocasiones, aburre. O provoca hasta el hartazgo. En un año que se preveía proselitista, el adelantamiento de las elecciones generó un estallido de peleas, declaraciones y simbología cruzada que, para el común de los mortales, expulsa un grito de basta y la necesidad de algo de cordura que pocas veces llega.
Repasemos la lista: candidaturas testimoniales, impugnaciones, huevazos, chacareros frenéticos, presos que buscan saltar al Congreso, tilinguería, neoliberales desesperados por esquivar al Estado, empresarios con dedo acusador, manifestaciones por doquier, el caos o la nada. Y, claro, no nos olvidemos de Marcelo Tinelli y sus caricaturescos dirigentes que, de paso, aparecen en una fiesta con modelitos que bailan contentas y ligeras de ropa, como si el tiempo nos hubiera llevado de nuevo a los noventa. Sin escalas. Pero...a quién culpar.
¿Cómo no relegar esas cuestiones a un segundo plano si, en el camino, hay que llegar a fin de mes o ver cómo se hace para mantener a los chicos en la escuela, con la paranoia de la gripe porcina dando vueltas?
La reflexión de doña Rosa, además, no tarda en llegar: “Encima siempre son los mismos.
Sin embargo, para Ernesto Laclau, uno de los intelectuales argentinos más reconocidos en el mundo, egresado de la UBA, profesor de la Universidad de Essex, donde llegó invitado por Eric Hobsbawn, coautor de Hegemonía y estrategia socialista y reciente director honorífico del Centro de Estudios del Discurso y las Identidades Sociopolíticas, de la UNSAM, la respuesta se encuentra en lo profundo:
“Todavía falta definir un proyecto de país”. Y aunque su definición parezca filosófica, cobra mayor sentido como una apelación al compromiso. “El panorama no es tan malo, afirma. Hay que comprender que todas las medidas económicas que tomó el Gobierno fueron positivas. Como la estatización del sistema de capitalización jubilatorio. (Carlos) Menem y (Domingo) Cavallo construyeron un mecanismo que generó un déficit fiscal mayúsculo, cubierto con endeudamiento interno. Una especie de suicidio similar al impuesto por Martínez de Hoz, que estranguló a la industria. Releo esa historia y pienso que tuvimos criminales económicos y políticos que operaron para destruir el país. Hoy, por el contrario, eso está cambiando”.
En su último libro, La razón populista, se mostró optimista porque “los pueblos latinoamericanos afirman con éxito su lucha emancipatoria”.
–¿Considera al kirchnerismo como el motor del cambio en la Argentina?
–El kirchnerismo introdujo un poco de sentido común en el manejo de los factores económicos. La idea de una redistribución de la renta sobre la base de la famosa resolución 125 o la estatización del sistema jubilatorio fueron medidas de buen sentido. Y el pago de la deuda al FMI rompió la dependencia argentina.
–Usted menciona a las retenciones pero ese proyecto no logró avanzar en el Congreso...
–Pero eso no quita que lo que exigieron los ruralistas haya sido una cosa irracional. El actual gobierno quiso redistribuir el ingreso.
–Algunos movimientos sociales que apoyaban al kirchnerismo se alejaron por considerar que la redistribución era una cuenta pendiente.¿Coincide con esta afirmación?
–Los movimientos sociales tienen razón: el Gobierno no fue demasiado lejos en ese campo. Pero la cuestión es ver cuál es la alternativa política, de carácter global, que estos movimientos presentan. No digo que sea el caso de Libres del Sur o Martín Sabbatella, que es un político honesto y progresista. Pero si empiezan a moverse por fuera de un espacio nacional popular como el kirchnerismo, pueden ser cooptados por la derecha. De hecho, (Raúl) Castells apoyó la movilización del campo, con protofascistas como Alfredo De Ángeli y la Argentina oligárquica que trataba de reagruparse. Ahora, si el Gobierno deja que se aparten demasiado, también estará perdiendo.
–¿Cómo analiza en este espacio la actitud del vicepresidente Julio Cobos?
–Cobos es un error histórico. Es un imbécil que ni sabe de qué lado sopla el viento. No creo que de ahí vaya a brotar la hierba. Aunque se perfile como uno de los referentes del radicalismo...
Pero no creo que tenga futuro político. En el radicalismo lo volvieron a aceptar pero lo desprecian por buenos motivos y no creo que lo tomen muy en serio ni Gerardo Morales ni los históricos, como Ricardo Alfonsín. Pero tampoco veo a figuras de la derecha que se perfilen como grandes referentes. (Mauricio) Macri es una desilusión porque está encerrado en su propia cáscara y (Elisa) Carrió es una oportunista tal que a esta altura nadie la toma en serio. La única persona con cierta respetabilidad es Gabriela Michetti, pero no tiene volumen para ser líder histórica de un reagrupamiento. Al Gobierno le falta profundizar medidas y la oposición no perfila candidatos serios.
–¿Somos un país inmaduro?
–No somos una democracia tan joven. Lo que pasa es que no hay un discurso opositor fuerte y el Gobierno, que sí es coherente, no consiguió plasmar su discurso en una interpelación de masas eficaz. Estamos en el limbo. Lo preocupante es que el espectro político se desgrane y la gente pierda entusiasmo.
–¿Por qué?
–Porque si dejan de interesarse en lo político, lo que llega no es el caos sino la indiferencia.
–¿La presidenta no plasma ese discurso?
–Cristina es la única que podría plasmarlo. Sus políticas son objetivamente buenas pero tiene que dar un paso más, plasmar el discurso en un proyecto de país. Hoy la gente no conoce cuáles son las propuestas globales.
–¿Cuál es el motivo?
– Los medios de comunicación, por ejemplo, no aportan o lo hacen de forma negativa. Cada semana, por ejemplo, (Joaquín) Morales Solá mantiene un discurso frenético en contra de lo que se opone y La Nación presenta una ofensiva ideológica inequívoca. Pero ese discurso de la derecha todavía no está interpelando a la gente fuertemente. Tampoco el kirchnerismo.
–¿Y cómo revierten los K esta cuestión?
–Con un equilibrio que el kirchnerismo todavía no alcanzó. El tema está en que, por un lado, tiene que confiar en las viejas formas del aparato, como los señores del conurbano que fueron menemistas, duhaldistas y ahora son kirchneristas, para que el proyecto político sea viable. Y, por el otro, ciertas fuerzas que pertenecían a la experiencia histórica de la apertura kirchnerista como Barrios de Pie o Sabbatella se están abriendo del modelo. Si todo el proceso queda referido al PJ, el proyecto no tendrá viabilidad futura. Del mismo modo que si pasa a ser sólo ideológico. El discurso político que he desarrollado va más en el sentido de la transversalidad del Frente para la Victoria que en el sentido pejotista. Pero alcanzar esa estabilidad entre ambos definirá la posibilidad de la democracia argentina en los próximos años.
–Y a corto plazo, después del 28 de junio, ¿cómo vislumbra el panorama?
–Como un rompecabezas, con una situación nacional heterogénea. Pero no creo que vaya a ser una debácle para el Gobierno, que seguramente obtenga más del 30 por ciento de los votos. Perder la mayoría en el Congreso no es el fin del mundo. Al contrario, ahí empieza una guerra de posiciones, en el sentido gramsciano, para ganar más espacios progresistas. Acá cuestionan las candidaturas testimoniales cuando con ellas intentan mostrarle al país cuál es el proyecto de cambio. Es como el tema de la reelección indefinida. La cuestionan pero siempre puede haber otro candidato. Lo que sucede es que el sistema institucional siempre es corporativo e intenta mantener el statu quo. Pasó con el yrigoyenismo y el antipersonalismo de Alvear, a través del cual se reconstituía la derecha. Pasó con la oposición a Perón, porque los conservadores no querían que predominara la voluntad popular. Cuando a mí me hablan de antipersonalismo, de oposición a la reelección y todo este tipo de cosas, saco el revólver porque lo que tratan de organizar a través de estos lemas es la traición nacional.
–¿Y quiénes representan hoy esa traición?
–¿Querés que te diga los nombres? Macri, Carrió, Cobos, Gerardo Morales, Stolbizer. La lista todavía es larga.


(Http://www.elargentino.com/nota-43984-Perder-no-es-el-fin-del-mundo.html)
LA ALDEA DE LA REFLEXIÓN
“Lo importante viene
después del trabajo”


En octubre del pasado año, en la jornada de cierre de ExpoManagement en Buenos Aires, Fernando Parrado, uno de los 16 uruguayos sobrevivientes de la tragedia de los Andes, a 36 años de aquella historia que asombró al mundo, consiguió conmover a 2500 personas. Empresarios y ejecutivos con sus familias, escucharon algo de lo que fue vivir 72 días en plena Cordillera sin agua ni comida.
Parrado, en un monólogo sin golpes bajos acompañado por videos e imágenes de la montaña, narró con relatos íntimos y anécdotas, los momentos que lo marcaron en aquella odisea a 4000 metros de altura en la que perdió a buena parte de sus amigos, su madre y su hermana.
"¿Cómo es posible sobrevivir donde no se sobrevive?", se preguntó. "Sobrevivimos porque hubo liderazgos, toma de decisiones y espíritu de equipo, y porque nos conocíamos desde mucho antes", dijo.
Y arrojó un primer disparador. "En la vida el factor suerte es fundamental. Cuando llegué al aeropuerto de Montevideo no daban número de asiento para el avión. A mí me tocó, de casualidad, la fila 9, junto a mi mejor amigo. Cuando el avión chocó en la montaña, se partió en dos. De la fila 9 para atrás no quedó nada. Los 29 sobrevivientes al primer impacto viajaban en la parte que quedó a salvo. De ellos –dijo–, 24 no sufrieron un rasguño. Así, los menos shockeados empezaron a ayudar, actuando como un verdadero equipo. Marcelo, nuestro capitán y líder, asumió su rol para contenernos cuando le preguntábamos qué pasaba que no llegaba el rescate. Decidimos aguantar. Pero, días después el líder se desmoronó. La radio trajo la noticia de que había concluido el rescate. "¿Cómo hubieran reaccionado ustedes?” –desafió a la audiencia. Silencio estremecedor de la primera a la última fila.
"Ahí me di cuenta de que al Universo no le importa qué nos pasa. Por lo tanto, tuvimos que tomar decisiones. En la noche 12 ó 13 nos dijimos con uno de los chicos: «¿Qué estás pensando?»«Lo mismo que vos. Tenemos que comer, y las proteínas están en los cuerpos.» Hicimos un pacto entre nosotros, era la única opción. Nos enfrentamos a una verdad inhumana."
Parrado apeló a conceptos del mundo empresarial: "hubo planificación, estrategia, desarrollo. Fuimos conociendo nuestra prisión de hielo hasta que me eligieron para la expedición final. Subí aterrado a la cima de la montaña con Roberto Canessa. Pensábamos ver los valles de Chile y nos encontramos con nieve y montañas a 360 grados. Ahí decidí que moriría caminando hacia algún lugar."
Entonces sobrevino el momento más inesperado de la conferencia. "Esta no es la historia que vine a contar", avisó. Y contó que su verdadera historia empezó al regresar a su casa, sin su madre y su hermana, sin sus amigos de la infancia y con su padre en pareja nuevamente.
"¿Crisis? ¿De qué crisis me hablan? ¿Estrés? ¿Qué estrés? Estrés es estar muerto a 6000 metros de altura sin agua ni comida", enfatizó.
Recordó un diálogo fundamental que tuvo con su padre, que le dijo: "mirá para adelante, andá tras esa chica que te gustaba, tené una vida, trabajá. Yo cometí el error de no decirle a tu madre tantas cosas por estar tan ocupado".
Y cerró, determinado: "Las empresas son importantes, el trabajo lo es, pero lo verdaderamente valioso está en casa después de trabajar: la familia. No se olviden de quien tienen al lado, porque no saben lo que va a pasar mañana." Una interminable ovación lo despidió de pie.

(http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1064726)
LA ALDEA DEL CINE EN CASA
Pleno invierno con DVDs
Estrenos
(Gentileza Videoclub Guía Musical)

Guerra de novias

Liv y Emma, mejores amigas, llevan tiempo planeando sus respectivas bodas. Cuando un error administrativo provoca que ambas tengan la misma fecha, comienza una batalla sin cuartel en la que harán lo imposible por cumplir con sus sueños. COMEDIA. Int: Kate Hudson, Anne Hathaway, Kristen Johnston. Dir.: Gary Winick.

Gran Torino

El malhumorado veterano de guerra Walt se enfrenta a su xenofobia cuando un adolescente oriental intenta robarle su preciado automóvil Gran Torino. A pesar de sus prejuicios, intentará defender al joven de las pandillas que lo amenazan. DRAMA. Int.: Clint Eastwood, Bee Vang, Ahney Her. Dir.: Clint Eastwood.

La duda

Año 1964. En una disciplinada escuela religiosa del Bronx, el carismático sacerdote Flynn es acusado de abusar sexualmente a un alumno. La autoritaria Hermana Beauvier intentará expulsarlo sin tener más pruebas que sus certezas morales. DRAMA. Int.: Meryl Streep, Philip Seymour Hoffman, Amy Adams. Dir.: John Patrick Shanley.

Sentencia de muerte

La vida perfecta de Nick cambia para siempre cuando es testigo de un violento atraco, del cual es víctima su propio hijo. Transformado por el dolor, traspasará los límites para proteger a su familia. THRILLER. Int.: Kevin Bacon, Kelly Preston, John Goodman. Dir.: James Wan.
LA ALDEA DE LA BELLEZA
Masaje terapéutico
Por Gladys Velazco*

El Masaje es la manipulación de los tejidos blandos con finalidad terapéutica, deportiva o higiénica”.
Según H. L. Kamenetz: el masaje ha sido practicado desde tiempos remotos. Ya Hipócrates (460 - 322 a.C.), padre de la medicina, hace mención al masaje.
Sus consejos, en su célebre tratado sobre las articulaciones (Periarthon), refieren su aplicación con la finalidad de distender los nervios y movilizar las articulaciones, las cuales, son enteramente aplicables todavía. En su libro nos dice: "Las fricciones pueden sujetar una articulación que esté demasiado laxa y aflojar otra que esté demasiado rígida".
Volviendo al presente, sabemos que tras una práctica deportiva, la realización de un masaje, no sólo hará más efectivo el mismo, sino que el tiempo tomado para recuperarse del cansancio producido por el ejercicio será menor y disminuirán las lesiones.
A partir de los últimos años hay mucha evidencia que demuestra que el masaje posee una impresionante lista de beneficios tanto para la salud de nuestro cuerpo como de nuestra mente.
Si por un problema con dolor físico el masaje es bueno, imaginemos sin ese dolor: el masaje se convierte en placer que además mejora en muchos aspectos nuestra salud.
¿Por qué el masaje tiene estos efectos? Cuando nuestros músculos se encuentran tensos o han sido sometidos a demasiado esfuerzo acumulan sustancias de desecho que causan dolor, rigidez, e incluso, espasmos, contracturas musculares. Al incrementar la circulación de los músculos, el masaje acelera la eliminación de estas sustancias tóxicas y dañinas. A la vez, el masaje hace que llegue sangre y oxígeno fresco a los tejidos con lo que se aligera el proceso de recuperación de lesiones y de numerosas enfermedades.
El masaje ayuda a:
1) la circulación de la sangre y el flujo de la linfa, llevando oxígeno y nutrientes a las células, eliminando impurezas y sustancias tóxicas. 2) liberar endorfinas que nos dan una sensación de bienestar y ayudan a combatir el dolor. 3) que los músculos mantengan su flexibilidad. 4) reducir el estrés. 5) combatir la depresión y los estados de ánimo negativos. 6) aliviar dolores de cabeza por tensión nerviosa y dolores musculares de espalda, y para mejorar la condición de la piel.
Médicos y otros profesionales de la salud recomiendan el masaje para aliviar las sinusitis, artritis, alergias, dolores de cabeza, contracturas musculares y lesiones deportivas.
Entre los diferentes tipo de masajes terapéuticos se encuentran masajes relativamente suaves que promueven la relajación, y otros en los que se emplean técnicas de presión dirigidos a los tejidos profundos. Se pueden combinar varias de estas técnicas durante una sesión.

* Cosmiatra.
Tel. 4560-3564
LA ALDEA PSI
Psicoterapia“focalizada”
Por Lic. Estela Gammella*

Para ubicarnos en la “psicoterapia focalizada” me referiré al concepto de foco; desde la óptica: “es lograr una imagen nítida en un punto focal”.
El “foco” es un lugar donde se concentra la luz, allí convergen ases de luces. Hay situaciones donde debemos concentrar la mirada, esto es “focalizar”.
La psicoterapia se orienta siempre hacia la delimitación de un eje o punto nodal de la problemática del sujeto, lo que significa que debemos priorizar y hacer un recorte de ella.
El eje central es el motivo de consulta por el cual la persona llega a terapia, donde nos encontramos con un conflicto nuclear subyacente.
En una situación de consulta queda configurada una multi-causalidad que está determinado por una diversidad de series que constituyen un síntoma.
En el foco convergen series que conforman la situación actual, por la cual el individuo está atravesando en ese determinado momento como desencadenante dentro de su singularidad. Esas series son: experiencias infantiles, biológica, etapa evolutiva, familiares, de pareja, amistades, laboral, entre otras.
Durante la vida diaria pasamos por situaciones de crisis evolutivas y crisis accidentales, ambas se yuxtaponen y nos conducen a producir cambios.
En las crisis se produce una ruptura del equilibrio de una cierta continuidad en el quehacer cotidiano, y esto empuja a tomar decisiones y luego la necesidad de restablecer el equilibrio perdido.
Las crisis vitales son necesarias en el desarrollo humano. En el adolescente, el egreso de la escuela secundaria, tomar la decisión por una vocación, la inclusión laboral, etapas en la que empieza a adquirir cierta autonomía, duelos inevitables que hacen el pasaje a la adultez. En la necesidad de una exogamia, debe hacerse responsable, elegir “qué quiere hacer”, “cómo hacerlo”. Las primeras personas en nuestro entorno son la familia, luego las amistades y compañeros de estudio y/o trabajo que prestan apoyo, afecto, contención, como también es necesario un agente externo que ayude a resolver los problemas.
Ante una situación difícil se produce un desborde mental y el individuo se siente angustiado y deprimido.
Las crisis accidentales surgen de manera abrupta, inesperada, como son: pérdida de seres queridos, enfermedades, mudanzas, cambios de trabajo, y el individuo se siente indefenso frente a la incertidumbre.
Ante una situación de crisis, dentro de la relación paciente-terapeuta se buscan recursos que el paciente ya posee y desconoce, se trata de potencializarlos para que pueda afrontar.


*Licenciada en Psicología UBA
4573-2170 / 15-5840-7932