martes, 30 de junio de 2009

LA ALDEA PSI
Psicoterapia“focalizada”
Por Lic. Estela Gammella*

Para ubicarnos en la “psicoterapia focalizada” me referiré al concepto de foco; desde la óptica: “es lograr una imagen nítida en un punto focal”.
El “foco” es un lugar donde se concentra la luz, allí convergen ases de luces. Hay situaciones donde debemos concentrar la mirada, esto es “focalizar”.
La psicoterapia se orienta siempre hacia la delimitación de un eje o punto nodal de la problemática del sujeto, lo que significa que debemos priorizar y hacer un recorte de ella.
El eje central es el motivo de consulta por el cual la persona llega a terapia, donde nos encontramos con un conflicto nuclear subyacente.
En una situación de consulta queda configurada una multi-causalidad que está determinado por una diversidad de series que constituyen un síntoma.
En el foco convergen series que conforman la situación actual, por la cual el individuo está atravesando en ese determinado momento como desencadenante dentro de su singularidad. Esas series son: experiencias infantiles, biológica, etapa evolutiva, familiares, de pareja, amistades, laboral, entre otras.
Durante la vida diaria pasamos por situaciones de crisis evolutivas y crisis accidentales, ambas se yuxtaponen y nos conducen a producir cambios.
En las crisis se produce una ruptura del equilibrio de una cierta continuidad en el quehacer cotidiano, y esto empuja a tomar decisiones y luego la necesidad de restablecer el equilibrio perdido.
Las crisis vitales son necesarias en el desarrollo humano. En el adolescente, el egreso de la escuela secundaria, tomar la decisión por una vocación, la inclusión laboral, etapas en la que empieza a adquirir cierta autonomía, duelos inevitables que hacen el pasaje a la adultez. En la necesidad de una exogamia, debe hacerse responsable, elegir “qué quiere hacer”, “cómo hacerlo”. Las primeras personas en nuestro entorno son la familia, luego las amistades y compañeros de estudio y/o trabajo que prestan apoyo, afecto, contención, como también es necesario un agente externo que ayude a resolver los problemas.
Ante una situación difícil se produce un desborde mental y el individuo se siente angustiado y deprimido.
Las crisis accidentales surgen de manera abrupta, inesperada, como son: pérdida de seres queridos, enfermedades, mudanzas, cambios de trabajo, y el individuo se siente indefenso frente a la incertidumbre.
Ante una situación de crisis, dentro de la relación paciente-terapeuta se buscan recursos que el paciente ya posee y desconoce, se trata de potencializarlos para que pueda afrontar.


*Licenciada en Psicología UBA
4573-2170 / 15-5840-7932

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