jueves, 13 de noviembre de 2008

LA ALDEA TAPA
Estación esperanza

En este fin de 2008, hablando de ganas y estados de ánimo, los humanos nos debatimos entre dos actitudes polares: la esperanza por un cambio en el mundo nuevamente y la desesperanza de que todo va todo para peor y que nada cambiará.
En relación con lo anterior, no sabemos muchas cosas, salvo que el escenario mundial ha cambiado. Por ejemplo, no sabemos si el señor Barak Hussein Obama, el nuevo presidente electo del imperio norteamericano, a este “patio trasero”, que es Latinoamérica para ellos, será tomado en cuenta para una política entre pares tras décadas de ominosa intervención directa o indirecta de su parte. Si la amenazadora presencia de la cuarta flota mirando nuestros procesos políticos seguirá presente. Si su cultura macdonalizada metida a través de la tecnología global en cada una de nuestras neuronas nos sigue impidiendo concebir otras formas de vida diferentes de la misma. Si nuestra desconfianza acerca de cómo miran nuestras reservas naturales que, con la anuencia de gobiernos genuflexos, sus empresas se siguen llevando, se disipa, y es respetada una explotación racional de recursos que no destruya el medio ambiente por un presente y un futuro sustentables.
Así y todo, algunos tenemos esperanzas de que esto cambie. Otros, no tanto, y no es para menos. Aunque, sólo con la sumatoria de ambas miradas más la participación ciudadana se puede hacer valer el poder soberano de la Nación. Como hito, el recuerdo y homenaje a aquella heroica batalla de la Vuelta de Obligado, el 20 de noviembre de 1845, donde las fuerzas políticas y militares de la Confederación se plantaron ante la prepotencia anglo-francesa de la época.
Entonces, resulta plausible participar, apostar, hacer, decir, intervenir, luchar, votar, incidir en la vida política y social de nuestro país, del mismo modo que la mayoría del pueblo norteamericano hizo al elegir al señor Obama hace unos días: por un cambio a favor de la paz y los intereses de las mayorías en medio de la peor crisis financiera internacional de este capitalismo global.
Por un rato, a muchos se nos contagió la alegría popular de ese millón de personas en las calles de Chicago donde Obama dio su primer discurso. Precisamente, allí, en Chicago, la ciudad donde reside la Universidad de donde salieron los cerebros que destruyeron nuestras economías “periféricas” en los años ’90 con un modelo neoliberal sin anestesia, la anuencia del menemato y que ahora, no sin obstáculos, resistencias e incomprensiones, el gobierno actual intenta revertir.
La emoción por las imágenes de los manifestantes y hasta el pastor Jesse Jackson llorando por el triunfo de Obama volvía a repetir aquello de que todo lo popular polariza sentimientos. Sobre todo porque este representante de las minorías negras preocupadas por lo social del país-imperio, condensa, por un instante al menos, el símbolo de lo que en otro tiempo lo fueron las grandes movilizaciones por los derechos civiles en las década del ’60 y ’70, lideradas por Martín Luther King, Malcolm Equis, Angela Davis y el gran Muhamad Alí.
Entonces, aunque no sepamos cómo sigue la historia, porque el color de la piel de alguien no determina la política interior y exterior de un país, aplaudimos la elección del pueblo norteamericano porque deja atrás, al menos, la pesadilla del guerrerismo fascista de los Bush, sintetizando en Obama años de lucha por la igualdad, la libertad y la democracia. Precisamente, los mismos ideales que, en el contexto de nuestros países de este sur, ninguneados por ese mismo imperio, aspiramos que sean las bases mínimas de nuestro destino cotidiano. R.S
LA ALDEA COLECCIONABLE
HISTORIA NUESTRA
La Revolución ¿Libertadora?(1955-1958)

La Argentina de 1955 había llegado a la ocupación plena de su mano de obra potencial, proveniente de sectores marginales y había logrado una industrialización que superaba al sector agrícola, en el producto bruto nacional.
Pero este modelo económico peronista comenzó a tener dificultades, porque la industria liviana dependía de materias primas importadas y el sector agrícola sufrío un estancamiento. Cuando el gobierno de Perón quiso revertir ese círculo adoptando medidas más conservadoras, como fomentar al sector agrícola ganadero, modificar en su beneficio los precios, apelar al capital extranjero, fue derribado por la oposición interna, en 1955, a través de un golpe cívico-militar, conocido como la “Revolución Libertadora”.
Este golpe contó con el apoyo de algunos miembros de las Fuerzas Armadas, la Iglesia, la burguesía agraria e industrial y algunos partidos políticos opositores. En general, todos ellos coincidían en caracterizar al régimen peronista como una “dictadura totalitaria”; por eso, se sintieron identificados con el nombre de “Revolución Libertadora” al golpe de Estado que los millitares dieron que quebró el régimen democrático.
El general Eduardo Lonardi asumió como presidente y el almirante Isaac Rojas como vicepresidente. Lonardi representaba al grupo más conciliador, no sólo nombró como asesores a nacionalistas católicos que ya habían acompañado a Perón en su gobierno, sino que buscó llegar a un acuerdo con los sindicatos. Esta blandura no fue bien vista por todos los golpistas y en menos de dos meses Lonardi fue reemplazado por el general Pedro Eugenio Aramburu.
A partir de este desplazamiento, se profundizó la orientación antiperonista, bautizada popularmente como la de los “gorilas” del gobierno de facto.

Represión y resistencia social

El presidente Aramburu dictó varios decretos que tenían como finalidad desintegrar al peronismo. El mismo fue proscripto y se disolvió el Partido, se prohibió el uso de sus símbolos y cánticos, se inhabilitó a todos los dirigentes políticos y gremiales del gobierno de Perón, y muchos de ellos fueron encarcelados. Además, se intervino la CGT, las sedes de los gremios fueron controladas por fuerzas de seguridad y se suspendieron los convenios colectivos de trabajo.
Los sindicatos se organizaron y resistieron. Se realizaban actos relámpago en las calles en los que sólo se cantaba la marcha peronista o se arrojaban volantes. También se organizaron los comandos de la resistencia, que nucleaban a pequeños grupos de activistas en todo el país. Los comandos más audaces comenzaron a organizar sabotajes a la producción y protestas, en las que hacian estallar explosivos de fabricación casera. Etapa conocida luego como la de la “Resistencia Peronista” liderada, entre otros, por John William Cooke.
En este contexto de huelgas, sabotajes y desobediencia cívica contra los militares golpistas, se produjo en junio de 1956, una rebelión armada, en la que participaron algunos militares peronistas y civiles liderados por el general Juan José Valle que intentaron recuperar el poder.
La reacción del gobierno fue demoledora, los líderes de la rebelión fueron asesinados al igual que algunos civiles. Valle lo fue en la penitenciaría de la calle Las Heras y los demás en un basural de José León Suarez en forma clandestina.
Estos fusilamientos pueden considerarse como un antecedente del terrorismo de estado que los gobiernos de facto aplicarían sistemáticamente en nuestro país posteriormente.

Prof. Isabel Rodríguez
LA ALDEA PANORAMICA
Al Estado lo que es del Estado

Nada más ni nada menos que 12 mil millones de dólares percibieron las AFJP, Administradoras de Fondos de Jubilación Privada, desde 1994 hasta 2008 en concepto de comisiones por su trabajo, no pudiendo asegurar, en vastos sectores de los jubilados, el haber mínimo. (Ver nota de David Cufré en Página 12, del l unes 3-11-08, “La jubilación pública supera a la de capitalización”, http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-114395-2008-11-03.html)
El simple razonamiento dice que si éstas percibieron ese monto excesivo y confiscatorio, a razón de casi un millón de dólares por año, los beneficiarios dejarían de percibirlos mucho más en sus futuros haberes. Sin embargo, aún con este argumento incontrastable, hay personas, pocas, que apelan a la “libertad de elección” contra la “caja política” que utilizaría el gobierno en su único beneficio.
Que ahora esos recursos vuelvan a manos del Estado Nacional resulta como inevitable y lógico, entonces, a pesar de una oposición política que por momentos sólo hace oposición por oposición misma, sobre todo de parte de los sectores que en su momento se opusieron a este régimen privado y ahora ven claramente su ineficacia.
El Estado hace ya unos años va cubriendo una parte de los haberes de los jubilados que adoptaron, “eligieron”, optaron o se les impuso pasivamente el sistema de AFJP ¿entonces?
Pero la desconfianza no sólo hacia el gobierno si no al mismo Estado si bien no es irreal resultó y resulta inducido por las mismas AFJP y corporación mediática que sigue con una idea de “objetividad” que deviene de defender los intereses de los ahora desbancados grupos financieros que, desde la aprobación del nuevo régimen estatal, ya no dispondrán de unos 97 mil millones de pesos para seguir quedándose con ingresos de los trabajadores, futuros jubilados, para realizar malas inversiones, salvo las suculentas comisiones, para sus arcas.
De ahí el lloriqueo de los señores Grondona, Morales Solá y Van Der Kooy en los diarios de mayor circulación. La sacrosanta ley de negocios de la época Menem-Cavallo justificaba, en letra chica tal exacción y recién en la ventanilla de cobro muchos jubilados y pensionados se enteraron de que sus haberes podían variar cada mes según la rentabilidad de las administradoras, algo que no se explicitó abiertamente en su momento.

La Ley de Radiodifusión

Lo mismo con el proyecto oficial de la Ley de Radiodifusión. En una charla, en el contexto de “Café Cultura y Nación”, organizada por la Secretaría de Cultura de la Nación, en la sede de la Universidad de Tres de Febrero, la UNTREF, el pasado 21 de octubre, el actual interventor del COMFER (Comisión Federal de Radiodifusión), el Licenciado Gabriel Mariotto, se explayó en este sentido.
Mariotto fue muy gráfico con un ejemplo acerca de la situación general hoy en día respecto de la concentración oligopólica de los medios a cambiar si la nueva ley se aprueba: “si desde una agencia a las 6 de la tarde se pasa la ‘información’, por ejemplo, de que ‘en este verano va a haber problemas de electricidad’, –dijo– esa misma noticia la reproducen todos los diarios y radios de la mañana, y a la tarde lo mismo, así como también otros diarios y otros programas de radio durante el día, y a la noche, con cara de circunspección, Santo Biassatti lo repite en canal 13, y luego resulta que en el verano no hubo problemas eléctricos, ¿quién se acuerda de aquella noticia que en su momento produjo impacto negativo pero sin pruebas fehacientes? Nadie”, razonó Mariotto.
“Por eso, la desmonopolización de los medios, es decir, el cambio de la ley 22.285 del año 1980, de la época dictatorial de Videla, aún con todas las reformas que se le hicieron, pero sin consulta popular, pero ahora sí con ella, es imprescindible a la democracia no sólo por la libertad de prensa, que en realidad es libertad de empresa, si no por algo mucho más amplio, que es la libertad de expresión”, sentenció el interventor del COMFER.
Mariotto dijo que “por orden de la presidenta Cristina Fernández los funcionarios del área fuimos a EE.UU. para ver cómo funciona allí el sistema de medios y cuando comentamos cómo era en la Argentina, a los norteamericanos les pareció tremendo, y se preguntaron ¿cómo es posible que un pool sea dueño de un diario, también tenga la fábrica de papel, las radios AM y FM, revistas, el cable, la telefonía y hasta la empresa eléctrica?
“Nosotros queremos que haya otra alternativa a eso. Nos critican por AM 530, la ‘Radio de las Madres’ (de Plaza de Mayo), pero al que no le guste, puede cambiar de dial y pero ahí está clarito quiénes hablan, como en España y otros países de Europa, que los diarios ya se sabe que son de los socialistas y otros de los conservadores. Acá no, este periodismo corporativo se presenta como ‘objetivo’, pero no dicen de quiénes son esos medios”, subrayó Mariotto.
Respecto de las radios zonales de baja potencia tapadas por otras que sin autorización ponen antenas de grandes dimensiones, dijo, que “la Ley se propone ordenar todo ese espectro”, así como que se viene la digitalización del espacio de FM, “pero para eso tenemos que tener la ley en la mano aprobada por el Congreso”. R.S.
LA ALDEA DE LA REFLEXIÓN
Lo que no hicimos
Por Guillermo Jaim Etcheverry*

En una de las historias de su Trilogía de Nueva York , Paul Auster afirma que “las oportunidades perdidas forman parte de la vida igual que las oportunidades aprovechadas, y una historia no puede detenerse en lo que podría haber sido”.
Durante mucho tiempo me acompañó esa idea que sostiene que, en realidad, uno es lo que es pero también lo que soñó ser, lo que hace pero también lo que soñó hacer.
Años después, un breve texto de Manuel Vicent actualizó esa reflexión. Relata su encuentro en el jardín del templo del Buda de Jade en Shanghai con un monje, centenario y ciego. Sin poder resistirse a aprovechar la sabiduría que evocaba el monje, se anima a preguntarle qué debe hacer para ser feliz. Al cabo de un tiempo, el anciano murmura: “No te duelas nunca de las cosas que no has conseguido. No luches por las cosas que sabes que nunca podrás alcanzar”. Vicent reflexiona a propósito de esa respuesta: “La primera parte del oráculo estaba clara. A los 18 años pensé en fugarme a París. No lo hice. A los 30 me creía capaz de escribir como Scott Fitzgerald. No lo conseguí. A los 50 me propuse cambiar de vida. Me dio pereza. El monje me recomendaba que diera esos sueños por perdidos, pero yo los consideraba como un pasto primordial de la memoria que me mantenía vivo y en realidad aún me sigo alimentando de ellos. Las cosas que no hice en esta vida son mi mejor caudal”.
Ambos escritores se resisten al olvido de lo que una persona se propuso ser, de las oportunidades perdidas en el transcurso de la vida. Advierten que proyectos y oportunidades, aun cuando no se hayan concretado, siguen presentes en cada uno de nosotros, forman parte de nuestra singular experiencia vital. Más que rastros de un pasado perdido, continúan formando parte esencial de nuestro propio ser presente.
Tal vez esas expectativas, las posibilidades de vivir otras vidas que pasaron a nuestro lado para no volver, constituyan nuestra más importante reserva para enfrentar una existencia que, no pocas veces, es menos apasionante que aquellos proyectos que quedaron como tales.
Por eso, no es fácil coincidir con el monje cuando dice: “No luches por las cosas que sabes que nunca podrás alcanzar”. Al luchar por algo, siempre imaginamos que lo podremos alcanzar. Esa es la fuerza arrolladora de la utopía, que afortunadamente nos ciega aun ante la evidente dificultad de lograr lo que nos proponemos hacer. Hubiéramos imaginado recibir del monje el consejo de luchar por esas utopías.
Pero le responderá mejor otro escritor, Gabriel García Márquez, quien al aceptar el Premio Nobel de Literatura, en 1982, leyó un texto de incomparable belleza y profundidad. En un párrafo señala: “Un día como el de hoy, mi maestro William Faulkner dijo en este lugar: “Me niego a admitir el fin del hombre”. No me sentiría digno de ocupar este sitio que fue suyo si no tuviera la conciencia plena de que por primera vez, desde los orígenes de la humanidad, el desastre colosal que él se negaba a admitir hace 32 años es ahora nada más que una simple posibilidad científica. Ante esta realidad sobrecogedora que a través de todo el tiempo humano debió de parecer una utopía, los inventores de fábulas, que todo lo creemos, nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria. Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la Tierra”.
Precisamente porque somos también los sueños que no hemos concretado es que seguiremos luchando aun por aquello que intuimos nunca poder lograr.
revista@lanacion.com.ar
(*El autor es educador y ensayista)

LA ALDEA RECLAMANTE
Psicólogos sociales
reclaman al Colegio
de Psicólogos

Asociación de Psicólogos Sociales de la República Argentina (APSRA)
Personería Jurídica N° 166/90
Buenos Aires, 6 de noviembre de 2008
Al Colegio de Psicólogos de la Provincia de Buenos Aires
Sres. Miembros de la Comisión Directiva

De nuestra mayor consideración:
En virtud de las solicitadas publicadas por la Comisión Directiva del Colegio de Psicólogos de La Provincia de Buenos Aires, en soportes gráficos y medios digitales, donde se niega el rol del Operador en Psicología Social, informamos que este posee un titulo terciario oficialmente reconocido por el Estado Nacional. Solicitamos entonces que se abstengan de cualquier otra acción que intente obstruir el pleno ejercicio del derecho a trabajar, ejercer industria lícita y a asociarse con fines útiles, contenidos en el Artículo 14 de la Constitución Nacional.
APSRA entre sus funciones tiene la de promover la disciplina creada en nuestro país por el Dr. Enrique Pichón Rivière en 1957, con anterioridad al inicio del dictado de la carrera universitaria de Psicología, desde allí afirmamos la especificidad de nuestras competencias que distan, fáctica y empíricamente, en fondo y forma, de las que caracterizan al Psicólogo o Licenciado en Psicología.
Nuestra posición condensa la preocupación de miles de profesionales que están ejerciendo el rol en nuestro país dando continuidad al desarrollo de la Psicología Social en estos 50 años. Interviniendo eficazmente en los ámbitos grupal, comunitario e institucional como en situaciones de crisis social y catástrofes, tanto en la emergencia como en la vida cotidiana. Tareas siempre orientadas por la singular mirada que el Psicólogo Social tiene de los hechos y abordando las realidades en dispositivos grupales, poniendo énfasis en las redes vinculares y la prevención en la salud mental.
Estimamos que al sobredimensionar las semejanzas en disciplinas sociales que se encuentran claramente delimitadas y reconocidas por métodos característicos de intervención, se arriba a una visión sesgada de la realidad. Proponemos entonces generar un espacio de intercambio donde basados en una concepción de convivencia y complementariedad, mancomunemos esfuerzos orientándolos al abordaje activo de una comunidad, que hoy necesita de la intervención interdisciplinaria ante la complejización de sus problemáticas.
Sostenemos desde nuestro Esquema Conceptual, Referencial y Operativo (ECRO) que, los modos de vincularse pueden mejorarse mediante la conformación de ámbitos de escucha y reflexión. Y que podemos aprehender formas renovadas de relacionarnos institucionalmente
Por todo lo expuesto, esperamos que divulguen esta carta entre sus asociados y poder contar con su respuesta a la brevedad posible, para establecer un espacio como el propuesto para acercar criterios con la seriedad que esta tensión merece.
Psic. Soc. Joaquín Pichon Riviere
Psic.Soc. María del Carmen Barcia
PRESIDENTE / SECRETARIA
LA ALDEA PSI
Trastornos de ansiedad

Previo a definir qué es un trastorno de ansiedad, es necesario entender primero de qué estamos hablando cuando decimos “trastorno”. Un trastorno es una alteración de la salud, es la perturbación de la conducta de alguien, hacia la anormalidad.
El término “trastorno de la ansiedad”, es un término relativamente reciente, aunque el “trastorno” como tal, ya había sido descripto por Sigmund Freud.
Su característica fundamental es el padecimiento de crisis de ansiedad intensa, que surge en forma súbita e inesperada, sin motivo aparente ni interno ni externo que justifique su aparición, y que tienden a ser recurrentes, por lo que provocan gran malestar en el sujeto en el momento de padecerlo y, en general, un temor persistente a que vuelvan a repetirse.
Definimos, por lo tanto, a la ansiedad como un estado emocional en que las personas se sienten inquietas, aprensivas o temerosas.
Las respuestas de ansiedad, son adaptativos para la especie humana, son reacciones defensivas e instantáneas ante el peligro como las respuestas, ante situaciones que comprometen la seguridad del sujeto. Lo cual significa que estas respuestas ejercen una función protectora de los seres humanos.
Por lo tanto, la ansiedad es la más común y universal de las emociones que todos experimentamos en mayor o menor medida en la vida cotidiana. Baste recordar la sensación de intranquilidad que se siente en ocasiones ante la situación de incertidumbre. Por ejemplo momentos previos a un examen, o el miedo repentino ante una maniobra brusca de otro conductor cuando se viaja en automóvil.
En circunstancias como éstas, el organismo responde con una serie de cambios, palpitaciones, sensación de nudo en la garganta, algo así como si dentro de nuestro cuerpo se disparase una respuesta de alerta ante una amenaza.
En cambio, la ansiedad se convierte en patológica cuando deja de ser adaptativa, cuando el peligro a responder no es real o cuando su nivel de respuesta o duración es desproporcionada con respecto a la situación objetiva.
Esta reacción emocional ante un peligro o amenaza, se manifiesta mediante un conjunto de respuestas o síntomas corporales, cognitivos o de pensamiento y motores u observables.
Entre ellos podemos nombrar como síntomas cognitivos o de pensamiento: Inseguridad, Miedo o temor, Pensamientos negativos (inferioridad, sentimientos de incapacidad), Dificultad de concentración, Dificultad para tomar decisiones, Sensación de pérdida de control sobre el ambiente externo
Respecto de los síntomas motores: Paralización motora, Hiperactividad, Movimientos torpes y desorganización, Dificultad para la expresión verbal.
Y en cuanto a los síntomas corporales: Palpitaciones, pulso rápido, tensión arterial alta; Sensación de ahogo, respiración rápida, opresión en el pecho; Tensión muscular, dolor de cabeza, fatiga excesiva; Mareos, sequedad en la boca, sudoración excesiva.

Lic. Luciana Azzali
Psicóloga UBA
4757-1396
15-5494-2403
LA ALDEA MANIPULADA
Los medios y su poder

Los noticieros de la televisión argentina propusieron a la sociedad durante el año electoral de 2007 la construcción de un escenario de incertidumbre e intimidación, basado en la proliferación de noticias sobre cuestiones policiales, crímenes y catástrofes que dominaron la agenda noticiosa, a pesar de tratarse del año con mejores indicadores económicos y sociales en décadas de historia nacional.
Las conclusiones surgen del relevamiento efectuado en el marco de una investigación realizada por el autor de la nota para un posgrado en la Universidad de San Martín (UNSAM). Durante el mismo se examinó la agenda principal de los noticieros centrales de la televisión abierta en la ciudad de Buenos Aires durante el primer semestre de 2007. En total unos 350 noticieros. El agrupamiento temático surgido de la clasificación de los titulares de apertura permitió establecer un total de 1446 titulares, que se agruparon alrededor de 9 grandes ejes de articulación.
El resultado fue que 356 titulares correspondieron a Inseguridad y violencia, 227 a Información General, 234 a Información Política (incluyendo la campaña electoral presidencial), 181 a Gestión Gubernamental, 132 a Accidentes y Catástrofes, 105 a Justicia y Derechos Humanos, 105 a Conflictividad Social, 74 a Clima y Medio Ambiente y 35 menciones para Noticias Internacionales.
El agrupamiento temático de los titulares puso de manifiesto que 533 menciones (más de la tercera parte del total) correspondieron a situaciones de riesgo para la integridad de las personas e instituciones –incluyendo crímenes, delitos, catástrofes y atentados–, en tanto que otra buena parte se destinó a la cobertura de conflictos provinciales e institucionales –a veces también violentos– en conjunto con las campañas electorales.
Ciertamente, la exposición de hechos dramáticos y de violencia en pantalla constituyen aspectos relevantes del discurso televisivo, máxime en su afán de retener audiencia y neutralizar el poder de conmutación de los espectadores a través del recurso del control remoto. Estos principios son comunes en la Argentina, en Estados Unidos y en Europa, y la desconexión entre la agenda mediática y las realidades nacionales ha sido abordada por diversos autores.
Pero es significativo el contexto en que proliferó la oleada de crímenes en la coyuntura local: 2007 es un año de comicios presidenciales y la economía registra valores positivos consecutivos por quinto año. En vísperas del traspaso del mando presidencial –hacia fines de año– Clarín aseguró que “la herencia económica que recibe la Presidenta es la mejor que se haya visto en una transición en los últimos 25 años, desde la vuelta de la democracia”, en tanto que las consultoras privadas subrayan que “casi todos los sectores presentan un fuerte incremento y, por primera vez tras la salida de la convertibilidad, es mayor el aumento de los servicios que el de los bienes”. Sin embargo, la escena está dominada por el peligro, y la población responde a la consigna. En una encuesta de Ipsos-Mora y Araujo del mismo año, el 10% de la población económicamente activa del país (2,5 millones de personas) reconoció tener un arma, “para defenderse de los delincuentes”.
Es oportuno destacar que el discurso de los medios (que encabezaron las privatizaciones en los ‘90) primero cuestionó el rol del Estado promoviendo el protagonismo del mercado, pero luego de la crisis de 2001 enfoca la atención en la dificultad de las agencias públicas para resolver los conflictos sociales emergentes del repliegue estatal y la concentración económica. En este nuevo escenario, “la criminalidad” deja de ser un asunto policial para adquirir una dimensión política, bajo el concepto de la inseguridad ciudadana. Curiosamente, las privatizaciones se habían construido en la opinión pública como operaciones que iban a permitir -finalmente- que el Estado se ocupara de sus verdaderas tareas: la educación, la seguridad y la justicia.
A diferencia de la década del ‘70, en que estudiosos norteamericanos y europeos propusieron los primeros debates sobre el establecimiento de agenda por parte de los medios, la constitución posterior de dispositivos multimedia (periódico, radio, TV, cable, señales noticiosas de 24 horas, etc.) y la ausencia de regulaciones apropiadas –como sí se produjeron en Europa y Estados Unidos– permitieron un escenario de 24 horas de producción, distribución, fijación y anclaje de escenarios referenciales que supera holgadamente el contexto inicial en que se produjeron las teorías de agenda setting.
Por su lógica discursiva, pero sobre todo por sus intereses y puntos de vista en la época de auge de las nuevas tecnologías, los medios -y la televisión especialmente- intervienen en la escena pública con un discurso de alto impacto político. El rol histórico de contrapoder de la prensa frente a las administraciones gubernamentales se presenta ahora –en los tiempos de la concentración multimedia como un– poder en sí mismo capaz de construir un escenario de realidad fuertemente condicionado por sus intereses sectoriales.
Las tendencias que se observan en el estudio sobre el temario noticioso examinado exhiben por lo menos una fuerte distorsión entre los indicadores globales del tiempo histórico en que trascurre el análisis y la narrativa que surge de los noticieros televisivos dominados por la agenda delictiva y policial.
El ciudadano en peligro, amenazado por la pérdida de las certidumbres que ofrecía la sociedad salarial (Castel:1997), confirma las amenazas del entorno social a través de la convivencia cotidiana con el crimen y el delito colocados en el orden del día por los medios electrónicos de comunicación.
La metamorfosis social también exhibe un espectador con menos recursos para elaborar conclusiones críticas sobre la información recibida. Ello pone también en debate la ausencia de políticas públicas en el sector de las comunicaciones audiovisuales. Si las reglas de juego eran importantes antes, tanto más necesarias resultan en un escenario de concentración económica con repliegue estatal e individualización del receptor.
La sobreexposición a la violencia y la criminalidad también se vincula con la tendencia al retraimiento social, la desconfianza y la demanda de fuerzas más duras de seguridad para obtener protección.
En esa percepción intervienen, sin dudas, los cambios en el modo de producción y distribución de los mensajes.
No se trata aquí del “síndrome del mundo malo” citado por McCombs al comentar los efectos de la exposición a la violencia frecuente que exhibe la pantalla televisiva, sino de una operación de significación asociada de claro sentido político que modifica los hábitos y comportamientos sociales. Es que la crónica policial histórica, como género del periodismo, se remitía a la información en el contexto de época.
El ciudadano en peligro representa no sólo el consumidor individualizado de productos audiovisuales que neutralizan su poder de conmutación con la fascinación del terror, sino también una categoría política que fortalece la capacidad de intervención de las corporaciones de medios en la disputa por conducir el relato sobre la realidad.
Es frecuente advertir que la libertad de expresión se invoca como una categoría genérica que califica la democracia. A la inversa, pocas veces se valoriza la ciudadanía (con los atributos alta o baja “intensidad” que le atribuye O’Donnell) en términos del acceso a la comunicación y de la capacidad de “producir agenda” por parte de los ciudadanos con mayores necesidades insatisfechas. Cuando no son ellos mismos -los pobres- los que aparecen en la agenda mediática como portadores del riesgo social.
Este es un reflejo de la desigualdad de estos países: pocas cuestiones llegan a esa agenda que no sean en el interés de las clases y sectores dominantes, excepto preocupaciones sobre la (in)seguridad pública que no pocas veces implican criminalizar la pobreza y, con ella, adicionales regresiones en los derechos civiles del sector popular (O’Donnell, Guillermo. El debate conceptual sobre la democracia. Informe de la investigación La democracia en América Latina-Pimd).
La existencia de una “agenda del miedo” predominante en el primer semestre de 2007 en los noticieros principales de la televisión argentina constituyó, en síntesis, una narración seriada de acontecimientos policiales agrupados bajo un discurso político (la inseguridad) que, sin explicar el desmantelamiento público y la destrucción de redes sociales que han conducido a la “sociedad del riesgo”, se cierra en el reclamo de una represión eficaz.
Tales discursos no constituyen la síntesis temática de voces diversas y plurales, sino que son generados por factorías periodísticas de plataforma múltiple, correspondientes a una misma esfera de acción comercial con intereses en el desenlace de sus intervenciones. Tales circunstancias, agravadas por la ausencia de un marco normativo legitimado que equilibre el poder desigual de emisores y receptores, impactan de manera negativa en la calidad de la ciudadanía y condicionan fuertemente el ejercicio de la democracia.
Fuente: Miradas al Sur Luis Lázzaro ( Coord. Gral. Comfer)
LA ALDEA DEL CINE EN CASA
Primavera con DVDs
Súper Agente 86
Cuando la agencia de Control es atacada, sus agentes corren el riesgo de ser descubiertos. El Jefe en vía a Maxwell Smart junto a la bella agente 99 a una peligrosa misión contra la organización criminal Kaos. COMEDIA AVENTURAS. Int.: Steve Carell, Anne Hathaway, Dwayne Johnson, Alan Arkin, Terence Stamp. Dir.: Peter Segal.
Quiero robarme a la novia
Tom y Claire son amigos desde siempre. Él no quiere compromisos, ella no encuentra un hombre para casarse. Claire se compromete con un apuesto escocés y le propone que sea su padrino de boda. COMEDIA. Int: Patrick Dempsey, Kevin McKidd, Michelle Monaghan, Sydney Pollack, Kathleen Quinlan. Dir.: Paul Weiland.

Las crónicas de narnia: El Príncipe Caspián

Transcurrieron 1300 años Narnianos. Los hermanos Pavensie descubren que Narnia está dominada por el malvado Rey Miraz, quien planea matar al Príncipe Caspian, el heredero legítimo, para colocar a asu propio hijo en el trono. AVENTURAS. Int: Ben Barnes, Georgie Henley, Skandar Keynes. Dir.: Andrew Adamson.
LA ALDEA GLOBALIZADA y TRADICIONAL
Amor
de padre
de María Elsa Rodríguez*

El Cura Guido Lorenzo quería ser bailarín y le gusta Discépolo desde que se mudó a California. Es uruguayo, es sabido que el tango es rioplatense…
Ahora dirige el coro de la Parroquia, tratando con ello, de ser una ayuda para tantos latinos que no pueden entender el idioma de Shakespeare. Muchos logran cantando lo que hablando les parece imposible pronunciar.
Tiene sobre la sotana, cuando da misa ese “banderín azulgrana” que no es una bufanda ni nada, pero pone triste a la porteña que se vuelve hincha “del ciclón” solo porque extraña Buenos Aires.
El padre besa ese trapo y reza, ella recibe codazos de la hija si suspira muy fuerte y la avergüenza. Ya es suficiente que deba cuidarla todo el tiempo ante su terca negación de adaptarse al lugar y terminar por saber hablar aunque sea un poco.
Cerca, otra latina más joven trata también de no ser muy evidente. Ella quiere tomar (si es preciso) los hábitos “por amor”. Ambas damas mueren de amor por el Padre Guido.
Su amigo, el bibliotecario, no tiene tanto éxito. Trata con denodado esfuerzo que la señora argentina le preste alguna atención, buscándole textos en castellano o ayudando a la hija para que logre hacer algún contacto…
El cura la conoce cuando se le larga a llorar en el confesionario, tratando de explicar torpemente que quiere volverse a su casa y listo. El tipo la comprende aunque ella no lo admita. Todos al llegar han luchado en mayor o menor medida por insertarse y contra el desarraigo.
El padre, hace cantar a sus feligresas en el coro. A ésta la escucha entonar lo más campante: “Gracias por la música de ABBA”, en castellano, pero pretende que lo haga en inglés. El bibliotecario se desespera por conseguirle el tema. La mujer no colabora, en un principio, escuchar a su hija con los dos hombres, cantando en inglés la hace replantearse el hecho de haberse instalado en ese sitio… ¿Cómo la trasplanta de nuevo a “su sitio”?
Lo primero que la hace “cambiar de opinión”, es detectar que reconoce una frase en una canción de “U2”, una casa no es un hogar.
(*Actriz y escritora, reside en Bella Vista.)
LA ALDEA DE LA RECETA-CUENTO
Los 80 golpes
(de Italia con cariño)

Cuando la memoria culinaria viaja a través de los tiempos y sólo un milagro permite recibir la receta (tesoro de familia) para incorporarla a las propias, todos y todas en la cocina estaban felices.
Les gustaba jugar y teatralizar los roles como si fueran víctimas camino al cadalso. Ella los dejaba hacer y se prestaba al juego.–La más sufrida soy yo –dijo la mesada de granito.
–Tu dureza es un clásico –le recordó la veterana sartén.
Lo sé, cuando dicen: “fría y dura como granito”, me hacen sentir insensible, y no lo soy. ¿Se olvidan que no soy un invento?
Todos callaron. Cuando Ella se hacía cargo de la batuta era así. La vieron cómo se colocaba el delantal, se recogía el cabello y la minuciosidad con que se lavaba las manos. No necesitaron más. El jaleo comenzaba.
La levadura, disciplinada, reposaba en un cuenco incorporada con el azúcar y la leche tibia. En el viejo bol esmaltado, la harina tamizada aguardaba con el centro ahuecado.
– Ya llegaron los huevos –se quejó. –Qué tendríamos que decir nosotros que nos cascan sin permiso.
El jarro de aluminio viejo y abollado ya había templado la leche, no tenía mas que esperar que lo regresaran a su lugar de descanso. El aceite se acurrucó junto a los huevos. Una lluvia de cáscara de limón rallada trajo aromas que fueron bien recibidos.
Ella, con la mano derecha dentro del bol y la izquierda blandiendo el cuenco con los líquidos, comenzó el armado del empaste. Con sólo unos minutos de amasado, logró un buen bollo. –¿Para qué tanto discurrir si siempre terminamos igual? – acotó la sartén. Ella levantó al bollo sin oírla.
– Piensen en mí –pidió la mesada. Con fuerza lo estrelló ochenta veces sobre la sufrida base.
–¿Por qué 80 y no 81? –preguntó el tamiz cansado de sólo mirarla.
–Vaya una a saber –reflexionó la sartén.
Ella estiró la masa formando un rectángulo. La embadurnó con la manteca hecha pomada, la espolvoreó con azúcar y la arrolló. Cortó 8 cilindros y en un molde bien untado con manteca y enharinado (la heredera sugiere una lata vacía de dulce de batata), lo cubrió con los rollos, partiendo con uno en el centro. Tan sólo los dejó reposar quince minutos antes de llevarlos al horno suave, por una hora. La temperatura baja es necesaria para que el azúcar con la manteca hagan almíbar.
Lo desmoldó sin darle tregua. Hubo aplausos, el aroma y el color lo ameritaban.

Ingredientes

Fermento: 50 grs. de levadura de cerveza / 2 cdas. de azúcar / 1 taza de leche tibia.
Masa: 600 grs.de harina tamizada / 2 huevos / 1 tacita aceite / ralladura de limón.
Extras: 200 grs. de manteca o margarina blanda / 15 cdas. de azúcar.

Marta Rodríguez
06/11/2008
LA ALDEA DEL CINE
Cine en la UNTREF

Ciclo de cine “Trastorno Celuloide-cuatro retratos de la locura”, en la UNTREF, Auditorio Sede Caseros I, Valentín Gomez 4828/38 los sábados a las 19.30 horas. Sábado 15/11, Repulsión, de Roman Polanski, 1965; Sábado 22/11 Corredor sin retorno, de Samuel Fuller, 1963; Sábado 29/11, Una mujer bajo influencia, de John Cassavetes.1974; Sábado 6/12, El Huevo de la Serpiente, de Ingmar Bergman, 1978. Entrada libre y sin cargo.
LA ALDEA AGENDA
Coro Suyay

El Coro Suyay se presenta el sábado 15 de noviembre a las 20 hs. en las instalaciones del Colegio Raggio, Av. del Libertador y Av. Gral. Paz. El Concierto está organizado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en el marco del evento denominado "La noche de los museos". El repertorio estará compuesto por temas clásicos y populares. La entrada es libre y gratuita. Informes: 15-5686-1287.