domingo, 19 de octubre de 2008

LA ALDEA COLECCIONABLE
Historia Nuestra
Segundo gobierno peronista (1952-1955)
Respuestas a la crisis: Plan estabilizador. El golpe final

El peronismo surgido durante una etapa de la coyuntura económica mundial favorable para la Argentina, no había podido transformar las estructuras económicas.
Desde 1947 contó con una producción secundaria que pesaba más que la primaria en el producto bruto nacional, aunque toda esa expansión industrial y de consumo, seguía dependiendo de las exportaciones y, por lo tanto, de la suerte de la producción agropecuaria controlada por la clase terrateniente.
La sequía de 1951 y la caída de los precios internacionales de 1952-53 agudizaron la crisis económica y repercutieron en el sector industrial y, por lo tanto, en la clase trabajadora.
Durante esta segunda presidencia, Perón se propuso realizar cambios en la orientación económica con el objetivo de atenuar los efectos de la crisis. Se dejaron de lado algunos aspectos de la política iniciada en 1946 y se dio paso a un programa de estabilización y de mayor austeridad, recorte de gastos del Estado y aliento, mediante nuevas relaciones de precios, a la producción primaria para la exportación. A la vez, se solicitó la colaboración del capital extranjero para la expansión industrial y de la explotación de combustibles. Este plan se completaba con un acercamiento a los EE.UU.
Con el mismo, la inflación disminuyó, la actividad agropecuaria mejoró y, en general, la producción recuperó los niveles anteriores a la crisis. Además, contribuyeron a revertir la situación, la buena cosecha de 1952-53 y el apoyo de los sindicatos que firmaron convenios colectivos de trabajo de más largo plazo.
Pero esto duró poco. Al finalizar la fase recesiva en 1954, la tensión social se reavivó porque los sindicatos reiniciaron sus reclamos con una intensa ola de huelgas.Los industriales, por su lado, se enfrentaron al gobierno cuando éste le quitó la personería jurídica a la UIA (Unión Industrial Argentina) y sólo reconoció como interlocutor empresario a la CGE (Confederación General Económica)Los terratenientes y los comerciantes exportadores representados en la Sociedad Rural, aunque tenían una clara contradicción de intereses con el proyecto del gobierno peronista, oscilaron entre las demandas puntuales y la participación en conspiraciones para desestabilizar al gobierno.

El golpe final

Cuando comenzó 1955 ya todos sabían que el gobierno agonizaba y que no tardaría en caer.Se produjeron levantamientos contra el gobierno en diversas bases militares que culminaron el 16 de junio con un bombardeo a la Casa de Gobierno, cuyo resultado fueron civiles heridos y muertos. El golpe fracasó, pero se intuía que era sólo una cuestión de tiempo.
Como reacción, una multitud se lanzó a la calle al grito de “¡La vida por Perón!”, prendiendo fuego a varias Iglesias y atacando locales partidarios opositores. Perón prometió desde el balcón que por cada peronista caído, caerían cinco opositores, con la frase “cinco por uno no va a quedar ninguno“.
El conflicto de Perón con la Iglesia, sirvió para aumentar la oposición de los sectores clericales y fascistas, y envalentonó a la oposición, siempre presente en sectores importantes de la oficialidad, que provocó una revolución militar el 16 de septiembre, en Córdoba, al mando del general Leonardi, que en cinco días barrió con el gobierno peronista.
El golpe tuvo el apoyo de la mayoría de los miembros de las Fuerzas Armadas, la burguesía industrial y agraria, gran parte de los sectores medios, los partidos políticos de la oposición y la Iglesia Católica.
Tres días después del levantamiento Perón renunció al cargo de presidente y se refugió primero en una cañonera de bandera paraguaya que estaba anclada en el puerto de Buenos Aires y luego en el Paraguay, comenzando así un exilio de 18 años.El día en que el vencedor Leonardi, entró en la capital, media ciudad salió a festejar. Pero la otra silenciosa en su casa estaba desconcertada y huérfana por la falta de su líder.
Prof. Isabel Rodríguez

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es un recordatorio preciso y bien ubicado del tránsito de Perón por el poder (1946--955)y de las tentativas civiles/militares propiciando su derrocamiento, que ocurrió en septiembre de 1955. Perón disponía de todo el poder militar para marchar a Córdoba, corazón del golpe, y derrocar al general Lonardi apoyado por algunos efectivos aerotransportado, pero le faltó decisión y valor guerrero.