lunes, 15 de septiembre de 2008

LA ALDEA COLECCIONABLE
Historia Nuestra
Segundo gobierno peronista (1952-1955)
Reforma constitucional, voto femenino, crisis económica y política

Las realizaciones concretas en el orden político, económico y social llevadas a cabo desde 1946 y las ideas que habían inspirado la acción de Perón debían culminar en una síntesis normativa y doctrinaria que no podía ser otra que la Constitución Nacional.
En 1949 se reformó la Carta Magna y se modificó, entre otras cosas, el régimen de elección presidencial permitiendo la reelección y la instauración del voto directo en los comicios nacionales. Además, se incorporaron derechos sociales conquistados por el movimiento obrero y la legalización de los cambios económicos especialmente la política de nacionalización del comercio exterior, combustibles y transporte. La oposición socialista criticó que no se incluyera explícitamente el derecho de huelga entre los derechos de los trabajadores y los conservadores criticaron el afán personalista de Perón, y el perfil excesivamente presidencialista de la reforma. Esta Constitución tuvo vigencia hasta la caída de Perón en 1955.
En 1951 y a pesar de las dificultades crecientes la fórmula Perón-Quijano obtuvo el 62% de los votos contra el 32% obtenido por la fórmula radical encabezada por el Dr. Ricardo Balbín. El peronismo contó así con mayoría en ambas Cámaras del Congreso.
Esta elección contó con la participación de la mujer por primera vez, ya que se había sancionado la ley de voto femenino.

Vacas flacas y dificultades políticas

Los ingresos de divisas provenientes de las exportaciones disminuyeron porque, a partir de 1950, los países europeos recompuestos de la guerra comenzaron a sembrar sus propios campos y dejaron de comprarnos granos. Además, EE.UU. protegiendo su producción agrícola, salió a vender sus productos a un precio muy bajo dejándonos sin clientes.
Nuestros productores, decepcionados por las escasas ganancias y la sequía, decidieron sembrar menos. Casi no hubo harina, ni siquiera para el consumo interno y en las panaderías se vendió un pan negruzco hecho con mijo.
Como consecuencia de la disminución del ingreso rural proveniente de las exportaciones, el gobierno ya no pudo recurrir a la transferencia de ingresos al sector industrial. Los industriales tuvieron dificultades para obtener créditos del Estado y por lo tanto, la industria de bienes de consumo dejó de crecer, no se preocupó por mejorar su producción y no compró nuevas maquinarias, además los insumos que necesitaba para la producción como: acero, papel, petróleo y otros insumos debía comprarlos en el exterior. Esta situación provocó que los salarios nominales y reales no continuaran con un sostenido ascenso y en algunas áreas diminuyeran, ya que el costo de vida aumentó un 37 % en 1951.
En este contexto recesivo e inflacionario, se agudizaron las tensiones sociales, había descontento, se produjeron numerosas huelgas en reclamo de mejoras salariales.Esta situación sumada a la expropiación del diario La Prensa dieron el marco político para que se gestara dentro de la Fuerzas Armadas un polo opositor.
En 1951 se gestó un levantamiento militar al mando del general retirado Benjamín Menéndez, y el fracaso fue rotundo, ya que la mayoría de los oficiales se mantuvieron leales a sus cadenas de mandos, pero el intento dio a entender que no todo andaba bien en el ejército.
Para colmo, Perón tuvo que afrontar la muerte de su esposa, Eva, que era el mejor vínculo que tenía con el pueblo.
El gobierno intentó frenar por todos los medios la crisis económica que lo perjudicaba. Se proclamó la “vuelta al campo”, la producción agropecuaria, y se exhortó a los industriales a producir más y a la población a consumir menos, para controlar la creciente inflación.
Se avaló la incorporación de capitales extranjeros: los norteamericanos instalaron la primera fábrica de automóviles y se entró en negociaciones con empresas petroleras yanquis.
Estas dificultades económicas fortalecieron a la oposición. Perón los persiguió con furia, deteniendo en masa a cuanto dirigente opositor pudo atrapar, así como permitió que un grupo incendiara la sede de la UCR, la Casa del Pueblo Socialista y el Jockey Club.
A partir de 1953, el descontento de una gran parte de la oposición se unió detrás de las críticas lanzadas por la Iglesia.
Varias fueron las razones por las cuales la Iglesia y el gobierno se distanciaron: al recelo generado por la creación de organismos de acción social como la Fundación Eva Perón a la cual veían como un competidor de sus obras de caridad; así como también se sumó una tímida ley de divorcio vincular, la eliminación de las discriminaciones legales entre hijos legítimos e ilegítimos, un decreto suprimiendo la enseñanza religiosa en las escuelas públicas, la suspensión de aportes del Estado a la enseñanza privada religiosa y el alejamiento de ciertos funcionarios fieles a la influencia eclesiástica, todo lo cual acentuó la crisis, que culminó con violentos enfrentamientos entre partidarios del gobierno y grupos eclesiásticos. El punto más crítico de este enfrentamiento se produjo cuando grupos simpatizantes del gobierno incendiaron algunas iglesias de Buenos Aires, después que el gobierno acusara a la Iglesia de quemar una bandera argentina durante la procesión de Corpus Christi.

Prof. Isabel Rodríguez

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