jueves, 17 de mayo de 2012



Pobre
periodismo

Hace unas semanas volvió Jorge Lanata a la televisión con el programa “Periodismo para todos”, los domingos a las 11 de la noche en canal 13, y hace unos meses volvió a la radio, con “Lanata sin filtro”, en Radio Mitre, AM 790, de lunes a viernes a las 13 horas. Por su parte, el programa periodístico de análisis de medios, 678 hace varios años sigue en la grilla del canal del Estado, canal 7, “La televisión pública”, de domingo a jueves a las 21-21.30 horas.

Por tomar sólo estos dos  programas periodísticos, sin ser lo mismo aunque ambos aborden temáticas políticas y aparezcan como íconos de modelos comunicativos masivos del momento, se podría afirmar que, en comparación con el periodismo que los argentinos conocimos en los 60-70, y aún los 90,  estas muestras son, por lo menos, pálidos reflejos de aquél.

Al principio de su aparición, 678 concitó un interés genuino en un momento donde el nuevo gobierno, que venía a cambiar muchas cosas, recibía una andanada feroz de parte de la prensa hegemónica liderada por los multimedios, entre otros, Clarín-Canal 13. Con el tiempo, 678 fue perdiendo calidad a costa de evidente repetición con un programa de insistente factura en función de sostenerse informes realizados con recortes, por momentos anacrónicos, de los dichos de opositores y de aquella prensa sistémica. Tras la invitación al programa a Beatriz Sarlo, a mediados del pasado año, aún con la relatividad de las críticas de la escritora en el mismo, no se sobrepuso, y fue siendo, cada vez más, una extensión del discurso oficialista o de la acción de gobierno, como decimos, insistente hasta el hartazgo, haciendo, por elección, un modo de periodismo no imprescindible en un medio del Estado y que tiende a satisfacer a un sector cada vez más pequeño del público televidente.

A su vez, Lanata, que en los ’80 y ’90, gozó de gran credibilidad, relativizada la misma cuando hace un par de años dejó en la calle a los trabajadores de su diario, Crítica de la Argentina. Hoy, su juego más de showman, con el vano intento de imitar algo del estilo del inigualable Tato Bores, que de investigador de chanchullos e influencias, como supo ser en sus años de alta atención, lo banaliza más aún.

Ante ambos casos, el ciudadano se encuentra ante un interesante desafío, seguir buscando, aún en cuentagotas, alguna información veraz, sin que por eso sea aburrida.  R.S.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Coincido en líneas generales con lo dicho en este artículo pero no puedo dejar de señalar algo que me causó mucha gracia del último programa de J. Lanata.
Como ciudadana de este país y luego de haber asistido a la cosagración del poder de gobiernos diversos, con su consecuente apego a éste y corrupción impune, me reí mucho cuando les dijo a los políticos, "Yo voy a dejar de fumar cuando ustedes dejen de robar".
Te felicito por la revista , es muy interesante.

Director-Editor Rubén Silva dijo...

Gracias por la opinión y el elogio. El editor.