lunes, 11 de agosto de 2008

LA ALDEA GLOBALIZADA
Consumidor consumido

Por Internet anda un interesante video “The story of the stuff” (algo así como “La historia de las cosas” http://www.rebelion.org/noticia.php?id=68474&titular=la-historia-de-las-cosas%3C/a%3E%3C/p, y en http://vagabundia.blogspot.com/2008/06/la-historia-de-la-cosas.html) donde en apenas 20 minutos Annie Leonard, una norteamericana especialista en desarrollo sustentable, explica a dónde va este mundo gracias a la acción conciente, planificada, depredadora, inhumana, diseñada desde el fin de la Segunda Guerra por el presidente Dwight David Eisenhower y sus asesores. Este plan, luego actualizado y mejorado, tuvo y tiene por objetivo que el planeta todo, nuestro planeta Tierra, aún con “guerra fría” contra la URSS y el mundo del Este aún vivientes en los ’40 y ’50, se pusiera a sus pies para mantener el nivel de vida norteamericano y del resto del Primer Mundo.
Lo didáctico del video, además de lo curioso, o no, por el hecho de que esté realizado por alguien que vive en el centro de la tormenta, resulta sorprendente. Cómo en forma tan simple y sintética se puede explicar cómo funciona el sistema de extracción, producción, consumo y desecho del sistema capitalista a nivel mundial, hoy diríamos, global.
La divulgadora vuelve a mostrar que el centro del sistema económico mundial ha dejado de ser hace bastante tiempo la producción para la satisfacción de las necesidades humanas sino, al revés, la creación de éstas, aún de lo más ficticias. Es decir, la creación de un consumo consumista desenfrenado, porque sin éste el sistema mundial se cae. Por eso, por cada producto a la venta, el 50% del costo del mismo es, en promedio, inversión en publicidad y no investigación y desarrollo para que el mismo sea mejor, sano y eficiente , si no para que convenza y diga que es mejor, sano y eficiente. (En el artículo del sociólogo español Jesús Ibáñez, “Una publicidad que se anuncia a sí misma”, el autor señala que desde hace años el consumo de aceite de oliva va siendo desplazado en favor del de girasol en España, no porque sea mejor para la salud, si no porque la publicidad dice que éste es más sano.)
El video de Leonard muestra que para mantener el supernivel de consumo del Primer Mundo éste tiene que depredar ríos, montañas, recursos naturales y, sobre todo... seres humanos. Éstos, apenas un dato para que aceitadamente camine la cinta de montaje consumista sin parar y sin aparente límite, también consumidos por la máquina infernal.
El video destaca una primera contradicción flagrante: un sistema lineal resulta incompatible en un mundo finito, porque nada es eterno, y menos si no se trata, mínimamente, de reciclar lo descartado y, de lo producido, hacerlo algo sustentable. El dato es que la vida útil en los EE.UU. de los productos promedio es de... ¡¡seis meses!!
Entonces, la generación de montañas de basura de cosas no útiles para el sistema depredador, pero perfectamente útiles y reciclables para la mayoría de los habitantes del planeta, son cargados en su territorio con efecto contaminante y, si no alcanza esa extensión, la “exportan” a nuestros países periféricos, donde también depredan recursos, previa apropiación de los mismos con la anuencia y/o complicidad de los gobiernos genuflexos de turno. Mientras, otros seres humanos, los de las latitudes de bajo consumo, sufren las consecuencias del desempleo y la contaminación ambiental gracias al inaudito modo de vida de un Norte híperdesarrollado e hípertecnologizado.
El video-diagnóstico de Annie Leonard resulta informativo, aleccionador y, de tan claro, escalofriante. Anuncia qué sucederá en no mucho tiempo si EE.UU., sobre todo, no cambia su estilo de vida, consumista y esclavizante y, a la postre, estúpido. Los norteamericanos hoy trabajan cada vez más horas (los que tienen trabajo) para “disfrutar” el ir de compras para tener cada vez menos tiempo para utilizar lo adquirido. “Hoy en día, muchos de nuestros ciudadanos, dice la divulgadora, tienen menos tiempo libre que una persona que vivió en la Edad Media”. Es que esto es la nueva Edad Media.
Mientras, el mensaje nos interroga: ¿seguimos mirando cómo somos consumidos, nuestros recursos y nosotros mismos, por mantener el modo de vida del Primer Mundo aún en nuestras tierras? R.S.

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