sábado, 23 de julio de 2011

Señorita Stella

Por Marta Rodríguez*

Había llegado el día tan esperado.
La titularidad como maestra de escuelas primarias, era la concreción de un sueño largamente esperado. El primer día de clase había llegado.
Se preparó con esmero, para ella era importante la primera impresión. Armó con minuciosidad la diagramación de sus clases. Todos los detalles, hasta los más pequeños, los había tenido en cuenta.
Su madre, como cuando ella era una niña, le alcanzó un paquetito con masitas de quaker. – No es más que por cábala – le dijo.
Las guardó en un rincón del portafolio; serían su talismán.
Parada delante del curso tuvo que hacer esfuerzos para reprimir el ahogo de la emoción intentando salirse del cauce.
Los recuerdos de su primer día de clases le pedían permiso para estar presentes; y ahí se veía ella, sentadita en el segundo banco junto a la ventana.
La señorita parada delante del escritorio, y ella sin quitarle los ojos la miraba extasiada.
La veía tan joven y bonita – ojalá sea mi señorita para siempre – pensó.
Respiró, al ver la expectativa y la ansiedad en las caritas de sus alumnos.
Los miró con ojos de luces encendidas y suavidad de alas de mariposas.
“Soy la señorita Stella, su maestra de primer grado inferior.”

Receta
Galletitas de Quaker

1 ½ taza de harina tamizada / 1 taza de azúcar / 1 cucharada de Royal / 1 cucharadita de sal / 2 tazas de Quaker / 75 gramos de manteca / ½ taza de agua

Se mezcla todo, se amasa, se estira fino, se cortan con un molde y se cocinan en una placa mantecada en el horno.

*Maestra cocinera y cuentista
04/03/2008

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