lunes, 23 de mayo de 2011

La conjura de los libreros

Por Roberto Di Vita*

CAPITULO 16

(Resistencia de los libreros ante las multinacionales del libro.)

Resumen: En esta novela los libreros de alma, luchan contra las multinacionales que se quieren apoderar de todo el mundo editorial.

–¿Todavía existen escritores clandestinos?
–Sí, en muchos lugares de la tierra, donde “la poesía es un arma cargada de futuro”
–Eso es de un poema de Gabriel Celaya, poeta español.
–Piense en Salman, ese escritor inglés que todavía está condenado a muerte; pasaron más de veinte años y no le levantaron la condena.

–¿Cómo se puede vivir así? No me lo imagino.
Piense como fue perseguido ese pequeño librito llamado “Manifiesto Comunista” y “El Capital”. Piense como se lo persiguió al texto “La madre”, de Máximo Gorki, en la Rusia zarista . Piense como se quemaron en los patios y en las plazas argentinas, durante la última dictadura, libros de Neruda, Lenin, Freud, Tomás Moro, Eduardo Galeano, Roberto Santoro, Haroldo Conti, Rodolfo Walsh, Elsa Bonerman, Carlos Marx, Roberto Saviano, Lionel Rugama, Ernesto Cardenal, Ernesto Guevara, y de un poeta que vivió en San Martín que se llamó Élido Di Serio y como buscaban libros prohibidos en la casa del sonetista más puro de los Santos Lugares, el legendario Domingo José Martos.

Mientras se desarrollaba este diálogo entre el viejo José y el Nelson, en otro lugar de la ciudad pasaban estas cosas:

Fue la tardecita en la cual Pablo y Silvina entraron en el Bar Dorrego para conversar y mirarse a los ojos. (continuará) .

Derechos Reservados
*Escritor

1 comentario:

Marta Scarsi dijo...

Recién estaba ordenando mi biblioteca y me encontré con las "Obras completas de Domingo José Martos" que en el año 1996 publicara la Dirección de Cultura de Tres de Febrero. Releí por enésima vez algunas de sus buenísimos poemas y lo recordé: humilde, callado,buena persona, apasionado con sus ideas. De vez en cuando, algún sábado, aparecía por el Taller Literario de Eduardo Dayan en la Fundación del Banco Cooperativo de Caseros. Era la única visita que Dayan permitía, lo admiraba mucho, lo respetaba y le agradecía sinceramente el estar con nosotros. Es uno de nuestros mejores poetas. Es una pena que no esté más difundido.