lunes, 23 de mayo de 2011

Historia Nuestra

Hiperinflación y saqueos
La caída del alfonsinismo


Las orientaciones de la política económica, seguida durante el gobierno de Alfonsín, como aumento de salarios y reactivación de la economía a través de un aumento de la demanda, no hicieron otra cosa que agudizar viejos problemas.
La inflación comenzó a crecer descontroladamente y la especulación financiera cobró un renovado impulso.
En abril de 1985, Alfonsín anunció que el país entraba en una “economía de guerra”. Unos meses antes el Ministro de Economía, Bernardo Grinspun, fue reemplazado por Juan Vital Sourrouille, quien se dispuso llevar adelante un plan de ajuste.
En junio de 1985 Sourrouille presentó “El plan Austral”, cuyo objetivo fundamental era contener la suba de precios mediante un shock antiinflacionario, tratando de generar confiabilidad en los mercados, tanto internos como externos. El Plan Austral funcionó bien al principio y esta estabilidad económica jugó un importante papel en el amplio triunfo electoral del radicalismo en las elecciones parlamentarias de noviembre de 1985.
Pero un año después la inflación volvió a mostrar una tendencia ascendente y los precios relativos de cada sector comenzaron a verse afectados, situación que se vio agravada por la gran caída de los precios de los productos argentinos de exportación.
Para 1987 comenzó a hacerse evidente que era necesaria una reforma económica estructural que resolviera la brecha entre recursos con que contaba el Estado y las funciones que desarrollaba. El desfinanciamiento crónico del Estado ya no podía ser resuelto ni recurriendo a los fondos de pensiones, ni por el endeudamiento interior y exterior, ni por la emisión monetaria, los ministros de Economía, Sourrouille, y de Obras y Servicios Públicos, Terragno anunciaron conjuntamente un paquete de medidas para la reforma del sector público.
En abril de 1988, Argentina entró en moratoria del pago de su deuda externa.
En agosto de ese mismo año, la inflación alcanzó el 27,6% mensual. En octubre se puso en práctica un plan de salvataje, “el Plan Primavera”, cuyo objetivo primordial era llegar a las elecciones con la economía bajo un mínimo de control, pero los operadores cambiarios lo rechazaron, no generó confianza y adicionalmente a comienzos de 1989, el Banco Mundial suspendió su ayuda a la Argentina.
La hiperinflación alcanzó 78,4% en mayo de 1989, situación que, llevó la pobreza de 25% a comienzos de 1989, al récord histórico de 47,3% en octubre del mismo año.
En las elecciones presidenciales del 14 de mayo, el candidato de la Unión Cívica Radical, Eduardo Angeloz, fue derrotado por Carlos Menem.
A fines de mayo, Rosario fue el centro de los saqueos a supermercados y disturbios y donde hubo serios enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, que ocasionaron un muerto, 37 heridos y 400 detenidos. También habían sido saqueados comercios en Quilmes, Bernal y San Miguel, donde también se detuvo a 260 personas.
El presidente, Raúl Alfonsín, dispuso el estado de sitio en todo el país, por 30 días, debido a los graves desórdenes y saqueos a almacenes y supermercados en el interior.
Los saqueos a los supermercados y la hiperinflación marcaron el final del gobierno de Alfonsín, que ante el riesgo de disolución del Estado y la eventualidad de un nuevo golpe militar, resolvió adelantar 6 meses el cambio de mando a Carlos Menem para el 9 de julio de 1989.

Prof. Isabel Rodríguez

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es facil opinar ahora con el diario del lunes, es raro que una persona como quien redactó el texto, una profesora de la cual fui alumno en la EMº3 se haya olvidado que hace 25 años atrás,habían pasado sólo 3 años del final del Proceso de Reorganización Nacional,seguíamos en situación de embargo post guerra de Malvinas, las instituciones eran endebles, la sociedad estaba dando sus primeros pasos en un campo minado por errores y horrores, y MUCHOS que después fueron gobierno hacían lobby para frenar créditos que hubieran descomprimido la situación. Raúl, yo era un bebé cuando fuiste el pilar fundamental de la democracia partidaria con la que hoy convivimos, sepa usted desde donde esté disculpar a los olvidadizos de siempre. Iván Alfonso.

Director-Editor Rubén Silva dijo...

Los hechos explicitados suscintamente en esta síntesis histórica, no obstan a diversas intepretaciones, no hay una sola, sobre los mismos. Éstas se pueden encontrar en diferentes textos que profundizan ésta etapa y otras de nuestra historia. Dato al margen, la profesora Rodríguez no ejerció donde el lector señala, quizás se confunda con otra docente. Nuestro saludo Iván y gracias por el comentario.

Anónimo dijo...

Iván, nunca fui docente de la Escuela Media 3, y yo no era un bebé durante el gobierno de Alfonsín, ya era madre de dos hijas. Justamente el relato que hago marca los hechos pueden gustarte o no, pueden justificarse o no pero no cambian la realidad. Profesora Isabel Rodríguez.