martes, 11 de agosto de 2009

LA ALDEA COLECCIONABLE
Historia Nuestra
La nueva izquierda argentina
Radicalización de los sectores medios en la década de 1960

Desde junio de 1966 la Argentina se encontraba bajo una nueva dictadura militar, de carácter corporativista y conservador. Las políticas del gobierno de Onganía profundizaron los conflictos sociales en todos los planos de la vida social. No sólo afectaron los intereses de los trabajadores sino también los de los sectores medios urbanos. El congelamiento oficial de toda actividad política, la proscripción del peronismo, la represión a los reclamos obreros, las cesantías en las empresas públicas, la intervención de algunos gremios, la represión en las universidades y la censura cerraron los canales de expresión y los espacios de actividad autónoma de estos sectores. Por lo tanto, estos sectores, tradicionalmente antiperonistas, se volvieron opositores al gobierno militar
Durante la década del '60, la sociedad argentina además, estuvo influida por el contexto internacional, marcado por el triunfo de la Revolución Cubana, el Mayo Francés, los movimientos de descolonización africanos, Argelia, la guerra fría y la crisis teórica de la izquierda, donde la expresión más importante fueron los debates de Jean Paul Sartre.
Una generación entera se sentía protagonista de una época y era difícil escapar a la sensación colectiva de que se estaba liderando un momento histórico.
Se formó, lo que algunos autores llamaron “la Nueva Izquierda”, y que fue un conglomerado de fuerzas sociales y políticas heterogéneas (la izquierda tradicional, el MIR o Movimiento Izquierda Revolucionaria, el peronismo, el nacionalismo y sectores cristianos), que si bien no logró constituirse en un actor unificado, alimentó, desde fines de los '60, un potente proceso de contestación social y agitación política.
Se gestó una resistencia popular de tipo semi-insurreccional como el Cordobazo, diversas puebladas en el interior del país como el Rosariazo, un proceso de relegitimación del peronismo y de deslegitimación de la burocracia sindical, así como la aparición de numerosas minorías políticas que desembocaron en la organización armada y clandestina: Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), Montoneros y Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Y, por otro lado, en rebeldías partidarias dentro de los partidos tradicionales: Movimiento de Renovación y Cambio, Junta Coordinadora, Franja Morada, en el radicalismo.
En este contexto, muchos jóvenes se acercaron al peronismo como una forma de acercarse al “pueblo peronista”, porque lo identificaron como el principal sector de oposición al gobierno.
La Juventud Peronista se integró con jóvenes militantes provenientes de sectores sociales e ideológicos muy diferentes. Reivindicaron los años de lucha desde 1955 y plantearon, como bandera política, el retorno de Perón. Éste, desde su exilio en España, avalaba el tono contestatario del peronismo.
La Nueva Izquierda desconfió del paradigma europeo, declaró un firme anticolonialismo, y sobre todo enfatizó la cuestión nacional. La importancia que adquirió la “cuestión nacional” en los círculos de izquierda fue el canal de encuentro entre éstos y el peronismo.
Entre 1966 y 1968 se sucedieron numerosas escisiones entre los partidos de izquierda y se formaron nuevos grupos y partidos. Muchos de ellos tuvieron escasos integrantes y duraron un corto tiempo, pero pusieron en evidencia la crisis de las formas tradicionales de organización de los partidos de izquierda y la búsqueda de nuevos canales de expresión.


Prof. Isabel Rodríguez

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