martes, 17 de febrero de 2009

LA ALDEA PANORAMICA
El poder de los lectores
y la queja cobarde

(...) La cobardía es asunto
de los hombres no de los amantes,
los amores cobardes no llegan a amores
ni a historias, se quedan allí.
Ni el recuerdo los puede salvar,
ni el mejor orador popular (...)
(“Óleo de mujer con sombrero”,
Silvio Rodríguez)

A mediados de enero de este comenzado año, a eso de las 3 de la tarde, con un calor del que ahora se siente en los veranos globales con 37 grados a la sombra, sonó el téléfono en nuestra redacción.
–Hola.
–Hola, ¿hablo con “la” Aldea?
–Sí, señora.
–¿No les da vergüenza?
–No sé a qué se refiere, señora.
–A esa nota “Lloriqueos y preocupaciones” que sacaron... (Se refería a la nota editorial del pasado número de diciembre –está disponible en nuestro blog– donde criticábamos, entre otros temas, los dichos de conocidos periodistas en las editoriales de la gran prensa corporativa acerca del gobierno.)
–Sí señora, ¿qué pasa con la nota?
–Qué, ¿ahora se volvieron kirchneristas y están con este gobierno...?
–Señora, mi nombre es Rubén Silva, soy el Director-Editor de la revista, ¿cuál es su nombre?
–Nooo, eso no te lo voy a decir...
–Señora, si usted no está de acuerdo con la nota publicada, le damos el espacio para que escriba lo que usted quiera.
–Nooo, yo no voy a usar ni un minuto con esa revista de ustedes...
–Señora, pero ahora usted está usando unos cuantos minutos en llamar a las tres de la tarde con 37 grados de calor una tarde de verano a la redacción de esta revista...
(Sonido de cuelgue del otro lado de la línea).
Como la señora/señorita nos colgó, que llamó tan enojada para quejarse, no quiso dar su nombre y no pudo sostener su disenso, desde aquí le decimos que, como ciudadanos y periodistas que somos, antes que nada, siempre le daremos el espacio a aquel que piense igual, parecido y diferente que nosotros, dentro de lo que son las ideas en la democracia que valoramos y defendemos, en el ideario de José Martí: “No pienso como tú, pero daría la vida para que puedas expresarte”.
Podríamos no haber tomado en cuenta esta queja anónima, de hecho, cobarde, pero nos parece interesante como síntoma de una sociedad que debería hacerse oír, con nombre y apellido, cada vez más y cada vez que crea que tenga una opinión que merezca conocerse, en la idea de disenso que incluye la democracia, no sólo como sistema o atributo del sistema político, sino como modo de vivencia y convivencia en la diversidad.
Nosotros, por supuesto, como mostramos cada mes, tenemos nuestras ideas, y las exponemos y defendemos. Con nombre y apellido.

El Director.

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