La conjura de los libreros
Por Roberto Di Vita*
(Resistencia de los libreros ante las multinacionales
del libro.)
Resumen: El viejo José luego de recibir la carta de Pilar Frontera, de Beatricce o de la españolita, vaya a saber cuál era su verdadero nombre, se puso melancólico y eufórico a la vez.
Hacía un tiempo que no veía a Pablo y Silvina, (no se había percatado que habían desaparecido tras la bomba que los agentes de las multinacionales del negocio editorial le pusieron en su librería).
Quizás por esta bronca acumulada se enfrascó en una terrible discusión con Nelson, otro colega de saldos y libros universales, que le llevaba la contra.
Pero antes se le escuchó decir al viejo: “Por mis venas corren gotas de sangre jacobina, bien roja y con vientos de Libertad, para barrer de un solo tajo, toda la traición de los que explotan a los más débiles”
–Ustedes los zurdos siempre pensaron como los europeos, no entienden al “ser nacional”–, le contestó a los gritos el Nelson.
“Él ‘ser nacional’ es una entelequia de los fachos”, le retrucó el viejo José.
–Los fachos nunca existieron, menos en este país, es un invento de la izquierda trasnochada... –volvió a contestar el Nelson.
“Claro a Uriburu, Justo, López Rega, Osinde, Kelly, Videla y compañía, lo inventó la izquierda, ¿no?”–preguntó el viejo.
El Nelson estaba colorado y seguían discutiendo en la calle, hasta que intervino el abogado que alquilaba un
casillero de correspondencia en la librería, y suavizó con algunas bromas, la discusión más que calentita entre el viejo José librero de alma y su colega el Nelson... Pero otras librerías estaban por cerrar... ( continuará)
Derechos Reservados.-
*Escritor
Hacía un tiempo que no veía a Pablo y Silvina, (no se había percatado que habían desaparecido tras la bomba que los agentes de las multinacionales del negocio editorial le pusieron en su librería).
Quizás por esta bronca acumulada se enfrascó en una terrible discusión con Nelson, otro colega de saldos y libros universales, que le llevaba la contra.
Pero antes se le escuchó decir al viejo: “Por mis venas corren gotas de sangre jacobina, bien roja y con vientos de Libertad, para barrer de un solo tajo, toda la traición de los que explotan a los más débiles”
–Ustedes los zurdos siempre pensaron como los europeos, no entienden al “ser nacional”–, le contestó a los gritos el Nelson.
“Él ‘ser nacional’ es una entelequia de los fachos”, le retrucó el viejo José.
–Los fachos nunca existieron, menos en este país, es un invento de la izquierda trasnochada... –volvió a contestar el Nelson.
“Claro a Uriburu, Justo, López Rega, Osinde, Kelly, Videla y compañía, lo inventó la izquierda, ¿no?”–preguntó el viejo.
El Nelson estaba colorado y seguían discutiendo en la calle, hasta que intervino el abogado que alquilaba un
casillero de correspondencia en la librería, y suavizó con algunas bromas, la discusión más que calentita entre el viejo José librero de alma y su colega el Nelson... Pero otras librerías estaban por cerrar... ( continuará)
Derechos Reservados.-
*Escritor
No hay comentarios:
Publicar un comentario