presente
Identificaron los restos de
Josefina E. Thompson Vega,
vecina de Sáenz Peña,
desaparecida en 1977
Josefina E. Thompson Vega,
vecina de Sáenz Peña,
desaparecida en 1977
La “Negra Lilí”
Josefina Elvira Thompson Vega (“Negra Lilí”) nació el 10 de mayo de 1946, en Buenos Aires. Fue la mayor de cuatro hermanos junto a Susana, Silvia y Hugo. Se crió con sus padres en la casa que estaba ubicada en Pío Díaz y Esmeralda (hoy Moriondo), de Sáenz Peña, que en 1960 pasó a integrar el nuevo partido de Tres de Febrero. Allí transcurrió toda su vida. Finalizó los estudios secundarios y estudió Sociología en la Universidad de Buenos Aires.
Allá por el año 1968, a los 22 años, Elvira ingresó, junto con sus hermanas en la Juventud Peronista de la zona. Militó, primero, en el Peronismo de Base y, luego, en el Frente Revolucionario 17 de Octubre.
A comienzos de la década de 1970, Josefina ingresó a la Municipalidad de Tres de Febrero, siendo su destino de trabajo la entonces Dirección de Promoción de la Comunidad (actual Relaciones Institucionales), y allí la encontró el retorno a la democracia en 1973.
El 11 de marzo de dicho año Josefina fue candidata a Concejal en las listas del Frente Justicialista de Liberación Nacional (FREJULI), que en aquella oportunidad consiguiera 17 de los 24 cargos electos para el Concejo Deliberante. Compartió la lista y la militancia con Juan Carlos Sandoval, quien fuera electo concejal y que también se encuentra detenido-desaparecido desde el 1º de julio de 1977.
El 6 de abril de 1976, luego del golpe de estado, Josefina fue cesanteada, junto a numerosos trabajadores municipales del distrito. Dicho sea de paso, el Sindicato de los Trabajadores Municipales de Tres de Febrero todavía le debe un homenaje a los detenidos, a los torturados, a los muertos y a los desaparecidos municipales.
Josefina había ingresado a la Municipalidad por el mérito de su militancia. Y fue cesanteada por el mismo motivo. El 4 de junio de 1977, la secuestraron, también, debido a su militancia política y a su compromiso social. Si Elvira hubiera sido indiferente aún estaría viva.
Su desaparición
El sábado 4 de junio de 1977, Josefina fue a una peluquería ubicada a la vuelta de su casa. Llegó allí con su bebita de 45 días en brazos. Con aquella niña que habían tenido con su esposo, el amor de su vida, Hugo Fontenla, también militante (quien fue detenido-desaparecido ese mismo día, junto a Carlos Orrieta en la ciudad de Buenos Aires). En medio de la liturgia de las peluquerías de barrio, irrumpió en el humilde local un grupo de hombres armados vestidos de civil preguntando por ella, la arrancaron de debajo del secador de pelo en que estaba e inmediatamente la encapu-charon. La dueña de la peluquería quiso defenderla y fue apartada de un culatazo. A su pequeña hija, Lilian Camila Eva Fontenla, la tomó en brazos una vecina.
Josefina Elvira Thompson Vega, Hugo Fontenla y Carlos Orrieta fueron vistos en el Campo Clandestino de Detención “El Vesubio”, que funcionaba en las inmediaciones de la Autopista Ricchieri y el Camino de Cintura, del partido de La Matanza. Este lugar funcionó como centro de torturas en un predio del Servicio Penintenciario Federal, que dependía del Regimiento III de La Tablada y estaba bajo la jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército.
La restitución
A partir de la labor del Equipo Argentino de Antropología Forense, ha podido determinarse que los restos de Lilí se encontraban en el Cementerio Municipal de Lomas de Zamora, sepultados como NN, desde su hallazgo, en la intersección de las calles Los Paraísos y Los Plátanos (Temperley), el 17 de julio de 1977.
En base a la comparación de los perfiles genéticos de los restos hallados con los de las hermanas de Josefina, Susana y Silvia Thompson, es que ha podido determinarse la identidad de los mismos. Los estudios realizados por el EAAF también han determinado que Lilí “habría recibido el impacto de un proyectil de arma de fuego en la región pélvica ocasionando daños vitales”. Dichos disparos habrían sido ejecutados a corta distancia y en una situación de total indefensión, lo cual confirmaría que Lilí fue, literalmente, fusilada.
Después de 35 años, familiares y amigos pueden despedir los restos de Lilí y así permitirse ese duelo tan negado y necesario para seguir adelante. La familia Thompson no cesa en su reclamo de justicia, para que el asesinato de Lilí no quede impune, y nunca más hechos tan aberrantes vuelvan a cometerse en nuestro país.
Todo aquel que tenga información para aportar acerca de Josefina o de la “Negra Lilí”, como la conocían sus compañeros, comunicarse vía e-mail a: memoriaentresdefebrero@gmail.com
Http://www.agenciapacourondo.com.ar/secciones/otras-noticias/8637-identifican-los-restos-de-josefina-e-thompson-vega-desaparecida-en-1977.html
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