jueves, 12 de marzo de 2009

LA ALDEA COLECCIONABLE
Historia Nuestra
Presidencia de Arturo Frondizi (1958-1962)
El Pacto con Perón. Elecciones en Buenos Aires.
Crisis, caída y encarcelamiento

El período de gobierno frondizista estuvo caracterizado por el aparente viraje ideológico hacia posiciones más acordes al desarrollismo propugnado por la Alianza para el Progreso del presidente estadounidense John F. Kennedy, lo que motivó la renuncia de su vicepresidente, Alejandro Gómez.
Aunque fuerte crítico de las concesiones petroleras de Perón, Frondizi reabrió las puertas a la inversión extranjera en el sector. Primero la expansión económica y luego la estabilización fueron los objetivos sucesivos de su principal asesor e ideólogo, Rogelio Frigerio, y de sus ministros de economía Roberto Alemann y Álvaro Alsogaray.
A pesar de su alineamiento con Estados Unidos, su política exterior se mantuvo independiente, llegando a reunirse con Fidel Castro que visitó la Argentina, y en 1961 con Ernesto "Che" Guevara.
También autorizó la puesta en marcha de universidades privadas, en su mayoría de filiación católica, lo que se conoció como “enseñanza libre”, generando un fuerte movimiento de protesta por parte de las organizaciones estudiantiles que defendían la enseñanza laica.
La adhesión al desarrollismo como política básica del gobierno frondizista, a partir de las recomendaciones de la CEPAL y las definiciones de la llamada Teoría de la Dependencia desarrollada a partir de los años 1950 por intelectuales de toda América Latina. La adhesión a este modelo económico permitió un relativo crecimiento de las industrias automotriz, siderúrgica y petroquímica.
Sus principales colaboradores fueron Rogelio Frigerio, Gabriel del Mazo (uno de los padres de la Reforma Universitaria), Oscar Alende (gobernador de la provincia de Buenos Aires), Roque Vítolo y Rodolfo Martínez.

Con Kennedy en Argentina (1961)

Con el fin de promover la industrialización acelerada del país promovió el ingreso del capital industrial extranjero. Profundizó la política petrolera de apertura al capital extranjero impulsada por Perón desde 1952 y firmó contratos con las empresas privadas para subsidiar la explotación del petróleo argentino.
Sus políticas económicas y educativas generaron gran resistencia entre los sindicatos y el movimiento estudiantil, como las grandes huelgas de los trabajadores petroleros, ferroviarios, de la carne, bancarios y metalúrgicos. En 1959, se produjeron grandes movilizaciones obrero-estudiantiles organizadas por la FUA contra la aceptación de las universidades privadas, conocidas por uno de sus slogans: “Laica o Libre”.
Las protestas populares fueron duramente reprimidas llegando a utilizar el Plan CONINTES (Conmoción Interna del Estado) que ponía a los manifestantes bajo jurisdicción de los tribunales militares.
Durante el gobierno de Frondizi se sancionó la nueva ley sindical Nº 14455, se triplicó la producción de petróleo obteniéndose el autoabastecimiento, se pusieron en marcha grandes proyectos hidroeléctricos como El Chocón, se construyó una extensa red caminera, se dio gran impulso a la petroquímica, la siderurgia, la tecnificación del agro y la multiplicación de escuelas de educación técnica, abriendo una década (1963-1974) en la que Argentina registrará las tasas de crecimiento más altas del mundo y se eliminará prácticamente la pobreza (Gerchunoff).
Como muestra de la importancia que se le dio a la Ciencia y la Tecnología durante su gestión se dio aliento al INTI, al INTA, al Consejo Nacional de Educación Técnica (CONET) con representación estatal, patronal y sindical y al CONICET, presidido por el Premio Nobel Bernardo Houssay.
El gobierno de Frondizi estuvo sumamente restringido por el poder militar. Sufrió 26 asonadas militares y 6 intentos de golpe de estado. En su gabinete incluyó a diversos funcionarios liberales, como Álvaro Alsogaray y Roberto Alemann, en el ministerio de Economía, y otras personalidades como Miguel Ángel Cárcano, Federico Pinedo, y Carlos Muñiz, todas figuras ajenas a la UCRI.
Su política exterior se caracterizó por mantener una clara posición independiente, estableciendo muy buenas relaciones con la administración de John F. Kennedy, y, al mismo tiempo, se opuso a la expulsión de Cuba de la OEA, reuniéndose con el argentino y representante del gobierno cubano Ernesto Guevara en la residencia presidencial de Olivos.
En 1961, Frondizi anuló la ilegalización del peronismo. En las elecciones de 1962, el Justicialismo ganó la gobernación de 10 de las 14 provincias, incluida la poderosa provincia de Buenos Aires, donde triunfó el combativo dirigente sindical textil Andrés Framini.
Las Fuerzas Armadas le exigieron a Frondizi que anulara las elecciones, lo cual presidente acató, y, por decreto intervino algunas de las provincias en donde el peronismo había ganado. Un golpe de Estado lo derrocó, el 29 de marzo de 1962.
Frondizi fue arrestado y confinado en la isla Martín García y más tarde en Bariloche hasta 1963.


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