martes, 14 de diciembre de 2010

La conjura de
los libreros

*Por Roberto Di Vita

CAPITULO NUEVE


(Resistencia de los libreros ante las multinacionales del libro.)

Resumen capítulo anterior: El viejo José y dos amigos libreros defendieron heroicamente la librería Jorge Calvo, de un ataque mafioso con bomba y otros menesteres.



Luego del ataque a la librería Jorge Calvo de Villa Devoto, en el año ocho del dos mil, se dio un acontecimiento muy interesante para todos los libreros y lectores: La IV Feria del libro Antiguo en Buenos Aires, en las instalaciones del Museo Isaac Fernández Blanco.


La docente jubilada Helen, el librero Luke, el colega Nelson, los puesteros de venta de libros Pako, Amadeo, Clara, Jacinta y el viejo José, formaron una célula secreta de resistencia a los criminales de la mafia editorial.


En esa Feria del libro Antiguo se vendieron, muy a pesar de sus dueños, un ejemplar de Nuevas Canciones, primera edición de 1924, firmada por el poeta Antonio Machado, a 2.500 pesos; El Juguete Rabioso, de Roberto Arlt, primera edición de 1926 dedicada a Rosa Eresky en 4000 pesos y El Principito, la primera traducción al castellano – segundos afuera–, hecha por un tal Bonifacio del Carril, de Emece, de 1951,en solo mil pesos.


–¡Estos libreros son como la gata Flora!– Se dijo en voz alta el impresentable mister Sket. –Primero les gusta vender sus tesoros y después lloran!– Y justificándose remató: –¡Se lo tienen merecido! ...


A todo esto, el viejo José sacó de la galera algo fabuloso que hizo parpadear a todos los presentes y a toda la prensa. ¡la certificación de pertenencia del manuscrito de El Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra y del manuscrito de Martín Fierro, de José Hernández!, según él depositados en el tesoro del Banco Central, valuados en varios palos verdes, pero que no los iba a vender por nada del mundo...


Los ojos del impresentable brillaban de codicia y de odio... (Continuará.) Derechos Reservados

*Escritor

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