viernes, 18 de febrero de 2011

La conjura de
los libreros

Por Roberto Di Vita*

CAPITULO 12

(Resistencia de los libreros ante las multinacionales del libro.)

Capítulo anterior: El viejo José, librero de alma, discute con su colega, el Nelson, el significado que tiene ser librero y los valores que esto conlleva adentro.

El viejo José / tan ecónomo del disparate / como audaz ministro de lo insólito / siempre queriendo demostrar / en interminables conversaciones / el porqué de las cosas / el valor de las flores / que nos da / la cotización de la lluvia / los rayos del sol / y que no vendería por nada / sus lotes / sus castillos / sus libros / y su insolencia de libertad ...
Por esa época un terremoto financiero local había hecho descender los niveles de lectura y elevado el precio de los libros recién editados a sumas muy elevadas y pocos los podían adquirir. Sólo se mantenían en pie las librerías de usados, pero también estas eran codiciadas por las multinacionales del negocio editorial, más ahora, que se habían enterado que el viejo José manifestó ser poseedor de dos tesoros literarios valuados en varios millones de pesos oro; los manuscritos del Martín Fierro y del Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, guardados en una caja fuerte del Banco Central de la Nación Argentina.

CAPITULO 13

Capítulo anterior: Los enemigos siguen acechando al viejo José, el librero más conocido de los alrededores; y ahora, más todavía porque dice poseer grandes tesoros literarios.

Mister Sket viajó de inmediato esa mañana de febrero a la central donde le daban órdenes. Una vez en esa metrópoli participó de una primera reunión apenas puso los pies en tierra.
Por la tarde lo hicieron participar, con cientos de agentes iguales a él, de una conferencia muy prolongada. A la noche tuvo que concurrir a un brindis, ofrecido por editorialistas multinacionales. A la otra mañana recibió sugerencias de cómo implementar los pasos a dar en cada región donde estaban destinados esos agentes particulares. Por la noche otro brindis con escritores internacionales; algunos premiados recientemente por distintas fundaciones dependientes de la central.
Al tercer día todos los operadores de la central fueron despachados raudamente a sus regiones de destino. Además de todas las órdenes recibidas y conversadas, cada agente llevaba un documento con instrucciones que debía poner en práctica en sus respectivas zonas.
El primer punto era comprar para la central, las principales editoriales de los países emergentes o conseguir a cualquier precio, la mayoría de las acciones de esas editoriales.
El segundo punto se trataba de relacionar esas editoriales con otros medios complementarios de comunicación y culturales. Estas mega-editoriales comenzarían a tener sus propias bocas de expendio de textos en distintos comercios no tradicionales.
El ejemplo más elocuente se dio en un país austral, cuando los militares tomaron por medio de un golpe de estado el control.
Hicieron desaparecer a los dueños del principal complejo industrial papelero de ese país y se lo entregaron a los titulares de dos importantes matutinos que se quedaron con todo el papel y con casi todos los medios de comunicación. Con estas personas tenía que relacionarse inmediatamente mister Sket, sin pérdida de tiempo y además debían darle una lección a los libreros que se oponían al monopolio editorial.
Fue a los pocos días de haberle tendido una trampa al viejo José y a algunos amigos suyos que lo pasaron mal y los golpearon un poco; después de un tiempito, cuando se repusieron de algunos magullones, respondieron así...(Continuará)

Derechos Reservados
*Escritor

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