viernes, 23 de diciembre de 2011

Bicicleta

Por placer, para estar en forma,
para mejorar la musculatura y la
capacidad aeróbica, para hacer amigos,
por la salud al fin, el verano se presta para
andar de paseo o practicar ciclismo como deporte.
La bici nos convoca por una vida mejor.


“Los que andan en bicicleta con regularidad ahorran en visitas al médico", dice el Dr. Proböse, presidente del Centro de Salud de la Universidad Alemana del Deporte, y agrega: “muchas personas que sufren molestias típicas como el dolor de espalda, tienen sobrepeso o adquieren enfermedades cardiovasculares, podrían gozar de muchos años de buena salud si se decidieran a usar más la bicicleta".
Y una gran noticia para los que piensan que "ya están mayores": aunque no se empiece a hacer ejercicio regularmente hasta una edad avanzada los resultados siempre son palpables.

¿Qué hace la bici por tu salud? El riesgo de infarto se reducirá un 50%. Con el ejercicio del pedaleo el ritmo cardiaco máximo aumenta y la presión arterial disminuye: el corazón trabaja economizando.

Reduce el colesterol “malo” LDL (con lo que los vasos sanguíneos tendrán muchas menos posibilidades de calcificarse, y a la vez aumentará el HDL o colesterol "bueno"). Los vasos sanguíneos se conservan flexibles y saludables cuando tus piernas se mueven cada día.
Para la máxima eficiencia del ejercicio es recomendable hacerlo con intervalos, con cambios de ritmo frecuentes. Es el tipo de entrenamiento que más rápido hace mejorar.
Calentar a ritmo suave, con una cadencia de pedaleo alta, alcanza el propio ritmo de rodaje y luego intercalar, cada 15 minutos, aumentos de intensidad de 3 a 4 minutos de duración en los que la respiración se agite considerablemente (80 al 85% de tus pulsaciones máximas).

La espalda. Es fundamental reforzar la musculatura abdominal cuando se trabaja la espalda. Cuando se adopta la postura óptima en el sillín, con el torso ligeramente inclinado adelante, la musculatura de la espalda está bajo tensión y se ve obligada a estabilizar el tronco. Muchos dolores de espalda provienen de la inactividad, que hace que se reduzca la nutrición de los discos intervertebrales y de esta forma van perdiendo su capacidad de amortiguar los impactos.

Los movimientos regulares de las piernas fortalecen la zona lumbar y previenen la aparición de hernias discales, al mantener la columna protegida de vibraciones y golpes. El ciclismo estimula los pequeños músculos de las vértebras dorsales, que cuesta mucho hacer trabajar con cualquier otro deporte.


Las articulaciones. En la bicicleta ni las articulaciones ni los cartílagos soportan cargas elevadas. A diferencia de las actividades en las que hay golpeteo, como los saltos o la carrera a pie. Con la bicicleta las rodillas funcionan protegidas, ya que del 70 al 80% del peso del cuerpo gravita sobre el asiento.

Ahuyenta infecciones y aleja el cáncer. Cada vez que se monta en bicicleta se da impulso a la potencia del sistema inmunológico. Las células "comebacterias" del cuerpo, los fagocitos, se movilizan de forma inmediata gracias al pedaleo para aniquilar bacterias y células cancerígenas.
El Dr. Froböse destaca cómo la bicicleta para personas que padecen esta enfermedad es buena: "es como si las células que se encargan de la defensa del cuerpo, que estaban dormidas, despertaran mediante el pedaleo de un prolongado letargo".
Los esfuerzos moderados refuerzan el sistema inmune, mientras que los de intensidad máxima lo debilitan.

Dejar un poco de lado las preocupaciones. El cerebro se oxigena más y te permite pensar con más facilidad. Tu cuerpo segrega hormonas que te hacen sentir mejor y que pueden hasta llegar a ser adictivas, una sana adicción en todo caso. Pedalear es uno de los mejores antidepresivos naturales que existen.

Las endorfinas, “hormonas de la felicidad”, se generan con el ejercicio físico, de forma más notable cuando se está más de una hora sobre la bicicleta.

Los beneficios de la bicicleta se aprecian en la primera media hora de pedaleo. Lo ideal es encontrar al menos tres huecos por semana para pedalear de 45 a 60 minutos, o "montar tan a menudo como se pueda". Cuanto más tiempo uno se dedica a la bicicleta, más ventajas se van acumulando.
¿Profundización o “paz
y administración”?



El 10 de diciembre pasado, Cristina Fernández de Kirchner reasumió el cargo de presidenta de la Nación Argentina por un segundo mandato. Ante el histórico hecho, junto con el aniversario de 28 años de democracia en la Argentina, las expectativas, dudas, miedos, alegrías, emociones, esperanzas y hasta rechazos, otra vez, se ponen en juego.
Tras la emotiva asunción y fiesta popular en la Plaza de Mayo, ahora se abren los interrogantes acerca de si el rumbo iniciado en 2003 por su extinto marido, el Dr. Néstor Kirchner, seguirá profundizándose o sólo será un período como dicen algunos recordando el modo de gobierno del general Roca de “paz y administración”.
En tono parecido, aunque en otro sentido, el sociólogo y politólogo Ernesto Laclau señalaba en una charla que dio en la Universidad de Tres de Febrero hace un par de meses: “el gobierno kirchnerista, como siempre lo fue el peronismo en general, se debate pendularmente entre su signo populista e institucionalista, algo que busca conseguir en sus administraciones, sin por ello configurar una política estrictamente conservadora”.
Cierto es que el actual gobierno sin ser revolucionario en lo que a definiciones tradicionales se refiere, ha revolucionado situaciones, estructuras de décadas, se ha enfrentado a ciertos sectores monopólicos, ha transferido recursos de los privados hacia el Estado en favor de los sectores más humildes, así como asumió la lucha por los Derechos Humanos como propia, y, singularmente, ha recuperado el interés por la política, en especial de sectores de la juventud. Igual falta, claro.
La estructura estatal, el mismo Estado administrado por el gobierno, tras décadas de achicamiento, desarticulación, vaciamiento, inercia e ineficiencia, es un paquete que hay que seguir moviendo con audacia, inteligencia y esfuerzo.
Los antiguos y los nuevos agentes incorporados deberían ser impelidos para que los modos de gestionar sean vez más activos y eficaces en favor de quienes con su peculio sostienen el “aparato” estatal. Cosa nada fácil cuando la cultura de la comodidad y el conformismo de algunos con lo ya logrado, algo que no es el final y no el comienzo de un camino aún a recorrer no sin escollos.
“Sintonía fina” le llama la presidenta al reclamo que le hace a empresarios y trabajadores para mejorar sus aportes al modelo. El concepto se podría aplicar a los agentes estatales, ahora que una parte de la nueva militancia ocupa puestos clave, donde se verá, realmente, si quiere, puede y sabe ir en ese sentido profundizador.
Mientras, un fin de año auspicioso y tranquilo no evita mirar de reojo la crisis financiera internacional y cómo impactará, si impacta, en estas tierras. ¡¡Felices fiestas y feliz 2012!!

El Editor.
Historia Nuestra

Presidencia de Néstor Kirchner,
“América del Sur se consolida como bloque”

El nuevo presidente se posiciona como creador y ejecutor de la política, ésta se hace desde la diplomacia presidencial y no desde una diplomacia institucional. Existe una concentración y centralización en la toma de decisiones en el presidente. Esta tendencia a lo largo de toda su gestión responde a su necesidad constante de crear legitimidad de ejercicio producto de su escasa legitimidad de origen. A nivel internacional, formó parte de un grupo de mandatarios de varios países, junto con Lula (Brasil), Tabaré Vázquez (Uruguay), Evo Morales (Bolivia), Michelle Bachelet (Chile), Rafael Correa (Ecuador) y Hugo Chávez (Venezuela) que, por primera vez en la historia de América Latina, han planteado la posibilidad de establecer una coalición de países de la región que desarrolle políticas independientes de las potencias mundiales hegemónicas.
Argentina forma parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como miembro no permanente, durante el período 2005-2006. En la votación para la renovación de dichos puestos dio su apoyo a Venezuela.
Entre el 4 y 5 de noviembre de 2005, la ciudad de Mar del Plata recibió la IV Cumbre de las Américas. Aunque los temas programados para esta cumbre se refirieran al desempleo y la pobreza, la mayor parte se enfocó a debatir temas relacionados con el ALCA. La cumbre fue un éxito, ya que marcó la independencia entre los países que conformaban MERCOSUR y Venezuela, la región rechazó la pretensión norteamericana de imponer el ALCA.
En dicha Cumbre, Néstor Kirchner, se dirigió a George Bush, que estaba sentado en un rincón del salón marplatense, diciendo “No nos vengan aquí a patotear”,
En el mismo sentido, el presidente Kirchner sostuvo que el MERCOSUR se tenia que ampliar “para no ser un mero acuerdo económico sino generar ejes estratégicos…” por eso consideraba muy importante el papel que jugarían Venezuela y Brasil
En el 2006 surgió un conflicto diplomático con Uruguay a raíz de la instalación de una planta de celulosa de la empresa finlandesa Botnia en la localidad uruguaya de Fray Bentos, sobre el Río Uruguay, Existían acuerdos binaciones de consultas entre los dos países, que no fueron respetados, sobre la preservación del medio ambiente y recursos del río Uruguay; y los peligros de contaminación que provocarán daños irreversibles en la región, afectando la calidad de vida de los habitantes, tanto uruguayos como argentinos.
Uno de los problemas para el funcionamiento de las empresas de celulosa, es el uso de la madera de eucaliptos, las extensas plantaciones de monocultivo y la explotación a gran escala. La tecnología que se usaría en la empresa Botnia es la ECF con dióxido de cloro, que es la más contaminante y, si se piensa en la escala de producción prevista, los daños serían irreparables.
Esta situación llevó al corte por parte de activistas ambientalistas de la provincia de Entre Ríos de los puentes internacionales con el país oriental. Néstor Kirchner se negó a reprimir a los manifestantes e incluso se manifestó públicamente a favor.
Las declaraciones del presidente tensaron las relaciones con Uruguay. El gobierno uruguayo mantuvo una actitud intransigente, llegando a movilizar el ejército para custodiar la planta y rechazando toda negociación mientras continúen los cortes de los puentes internacionales que unen ambos países, a la vez que la construcción de las instalaciones cuestionadas prosiguió.
La comisión binacional que trabajó en el tema, terminó fracasando, ya que no se llegó a encontrar una solución al conflicto.
Otra planta de similares características iba a ser construida en Fray Bentos por la empresa española Ence, pero luego anunció su relocalización en las cercanías de la ciudad de Colonia del Sacramento. Argentina solicitó la detención de las obras argumentando que en virtud de los antecedentes de otras plantas similares, el proyecto traería aparejada la contaminación de las aguas y aire; y que no se habían realizado estudios de impacto ambiental apropiados, por lo que denunció la violación por parte de Uruguay del Estatuto del Río Uruguay que tiene carácter de tratado internacional..
El litigio fue llevado entonces a la Corte Internacional de Justicia de la Haya, que no dio lugar al pedido argentino de detención preventiva de las obras por catorce votos contra uno. Se presume que el fallo de esta corte demorará varios años en producirse. A fines de 2006, Uruguay presentó ante la corte un pedido para frenar los cortes de los puentes internacionales, que recibió un fallo adverso.
Luego del cese al fuego de la Guerra del Líbano de 2006 las Naciones Unidas comenzaron la formación de una fuerza militar internacional que ocupara los territorios del Líbano ocupados por Israel durante dicho conflicto. La Argentina, conjuntamente con Brasil, rechazó formar parte de dicha fuerza.
En las elecciones presidenciales de 2007, la candidata del oficialismo, Cristina Fernández de Kirchner, consiguió una clara victoria, con cerca de 20 puntos de distancia sobre la segunda fuerza política de Elisa Carrió. De esta manera, sucederá a su esposo en la Casa Rosada durante los próximos cuatro años.

Prof. Isabel Rodríguez


Finalizamos en esta edición la Segunda Parte del coleccionable Historia Nuestra, que, a modo de resumen, ha escrito la profesora de Historia, Isabel Rodríguez. La misma vino siendo publicada (en papel) desde marzo de 2008 hasta la fecha (páginas 3 a 88). En el próximo número de la edición en papel (enero de 2012) incluiremos el índice correspondiente. Quienes quieran conseguir páginas faltantes sólo tienen que requerirlo a guialdea@yahoo.com.ar o llamando al 15-6660-1668. El Editor.

La conjura de los libreros

Por Roberto Di Vita*


(Resistencia de los libreros ante las multinacionales del libro.)

CAPITULO 23

Resumen: Los libreros de alma (no todos o todas) que luchan contra las multinacionales del mercado editorial, se solidarizan con los escritores comprometidos de la humanidad.

Pablo descubrió cierta vez por la ciudad de Rosario, la figura de una bicicleta solitaria dibujada en las paredes y le vino a la memoria la historia de... LA BICICLETA PERDIDA
No estuvo perdida, se la encontró en la memoria de los habitantes de Rosario que quisieron verla.
La encontraron los amigos de Cachilo que salieron a buscarlo. La madre de Cachilo que guardó la bicicleta como una prolongación de su hijo y hoy lleva su pañal blanco en sus cabellos.
De la novia de Cachilo, que alguna vez paseó por el Parque Independencia o el Parque Urquiza, pedaleando en esa bicicleta de leyenda. De Raúl García el maestro que la tomó prestada y llevó cuadernos para los pibes de su escuelita Cabín 9, en esos cuadernos escribió “Existen seres humanos que soñaron más allá del sol y con un país mejor”.

Vieron la bicicleta de Cachilo, los canallas y los leprosos, los gorriones y los actores de conciencia rosarigasinos.
La vio el negro Fontanarrosa y no pudo contener una lágrima. La vio Olmedo desde su banco y su escultura sobre wheelwright y la saludó con tristeza.
La bicicleta solitaria de Cachilo, el muchachito que hace treinta y tres años se dirigió a una cita militante y nunca más volvió, se lo llevaron los inefables oscuros de la muerte.
Pero quedó como testimonio su amiga bicicleta, dibujada en las paredes de Rosario, de San Martín y otros pueblos. Está en las canciones, en la memoria; todos la ven aún. Es la bicicleta perdida de Cachilo, el pibe que no volvió, todos la verán menos los que se tapan los ojos.
Pablo guardó esta carta para mostrársela al viejo José y a Silvina; la leyeron juntos en silencio y luego de una dolorosa pausa, el viejo José les encomendó una peligrosa misión...
(Continuará.) Derechos Reservados

*Escritor
¿Querés estudiar
inglés sin estudiar
gramática?


Sábados atrás, en el programa GPS de radio Continental, la periodista entrevistó a una persona que explicaba cómo ellos en su instituto logran que sus alumnos hablen inglés en 8 meses sin estudiar la gramática igual que los niños cuando adquieren su lengua materna. Aclaró que los chicos primero hablan, luego leen, posteriormente escriben y que por último estudian la gramática. Lo que la “promotora de la panacea” no dijo es cuánto tiempo le lleva a un ser humano comenzar a hablar y cuántas horas está expuesto al idioma que luego va a adquirir.
Cuando un bebé nace, está las 24 horas del día escuchando a sus padres, hermanos o parientes, amigos, la TV, la radio y esa criatura se va a largar a hablar, a conversar a los 2 años, hay quienes lo hacen antes y otros tardan un poco más. Digamos que entre los 2 ó 3 años, esos locos bajitos expresan sus sentimientos, opiniones y cuestionan todo. Cuando alcanzan los 5 ó 6 años aprenden a leer y a escribir. Por lo tanto, es un engaño total, una aseveración falaz decir que en 8 meses una persona puede hablar otro idioma estudiando 2 hs semanales.
Los chicos que concurren a escuelas bilingües y están 3 hs diarias aprendiendo inglés, no hablan en 8 meses. Comprenden y pueden emitir frases cortas, obedecer órdenes, reconocer palabras escritas, cantar, etc, pero van a pasar algunos años hasta que puedan hablar correctamente. No se dejen embaucar por “luces de colores”, en el aprendizaje de una segunda lengua, no hay magia, hay esfuerzo, constancia, estudio, dedicación y por supuesto, cuanto más hablen, más rápido van a progresar, pero las personas que no saben leer ni escribir son analfabetos, tienen limitaciones: no pueden redactar ni leer un mensaje de texto, no comprenden indicaciones de tránsito ni pueden elegir algo para comer en un menú, por citar algunos ejemplos.
Para concluir, el proceso que atraviesa el ser humano desde que nace hasta que comienza a hablar en su propio idioma es muy diferente que cuando se trata de otra lengua a la que está expuesto 2 hs semanales.

Lic. Graciela Esther Cervetto
de Howlin. 4757-6424
No importa el libro,
sino la lectura


Por Ariel Torres*

Cory Doctorow no podría tener más razón cuando, en el prólogo a su multipremiada novela Someone Comes to Town, Someone Leaves Town, dice que hay que ser muy poco imaginativo para conjeturar que en el futuro habrá dispositivos de lectura que simularán la experiencia del libro de papel. Unas líneas más abajo admite, con la humildad de los que saben en serio, que "el negocio y la práctica social de los e-books será mucho, pero mucho más extraña que eso (...). De hecho, creo que probablemente será demasiado extraña para que podamos imaginarla hoy".

Cory no es uno de esos gurús que con solemne religiosidad venden humo de colores. Medio millón de copias de su primera novela se distribuyeron sin cargo en forma electrónica. Medio millón. Cualquiera anticiparía que eso afectó las ventas de su libro. Pero ocurrió exactamente lo contrario. Someone Leaves Town va por la quinta reimpresión.

Ouch.

Pero no voy a hablar de cómo diseñar modelos de negocio correctos en un mundo donde todo lo que llamamos información se ha convertido en cadenas de unos y ceros. No aquí, al menos.

Hay algo más, más profundo, quizás más complejo y más perturbador, y que debería preocuparnos más que el aspecto y la forma de comercialización de los libros del futuro. Me refiero a la lectura.

Difícil, aburrido, agotador

En varias ocasiones durante los meses últimos, quizá por el debate que coordiné en agosto para LA NACION en el Malba sobre e-books, me he encontrado conversando con gente de la tecnología y de la cultura sobre el futuro del libro. Y uno de los interrogantes sobre los que insistí es: ¿Pero qué nos importa en realidad, el libro o la lectura?

Sí, ya sé. Parece una obviedad. Nos importa la lectura. Que los chicos lean y todo eso. Pero una de las cosas geniales de las obviedades es que podemos tenerlas delante de las narices durante siglos sin percatarnos de que esconden alguna clase de secreto. Por ejemplo, el Sol no sale sobre el horizonte. Es la Tierra la que se está moviendo. Ya sabe lo que este simple hallazgo causó en su momento.

La lectura, me temo, oculta una clave parecida. Queremos que los chicos lean libros, ¿no? Bueno, hasta donde recuerdo, y quizás alguien tenga una experiencia diferente, aprender a leer no es ni remotamente fácil. Respirar es fácil. Correr es fácil y divertido. Reírse es fácil, divertido y contagioso. Que te cuenten una historia es de lo más lindo que hay. Recuerdo que solían contarme cuentos antes de dormir. Esto hizo que con el tiempo empezara a imaginar mis propias historias, mientras intentaba conciliar el sueño. Así que incluso escribir es más fácil que leer. (Dicho sea de paso, los que escribimos profesionalmente pasamos mucho más tiempo trabajando en la cabeza que en el teclado; tipear es la parte sencilla del asunto.)

Así que vamos a aclarar algo de una vez. Leer es difícil y aburrido para un chico. Difícil, aburrido y agotador.

Sí, sí, es muy bueno que lean libros, pero no alcanza con predicarlo, e intentar incentivar la lectura conduce a una paradoja.

Deme solo unos minutos más.

Tarzán y el Capitán Nemo

Recuerdo que cuando la primaria ya me había aclarado qué significaban esos signos sobre el papel, mi padre decidió que era hora de que abandonara las historietas y leyera libros. Mejor intencionado que asesor literario, me abrumó primero con Tarzán de los Monos y luego con 20.000 Leguas de Viaje Submarino. Recuerdo también mi primera impresión luego de intentar con esos volúmenes: Nunca jamás voy a poder leer libros. Nunca.

Esas dos obras tenían un número de problemas para un chico, como constaté muchos años después. Primero, el número de páginas era descomunal. La letra era pequeña. Y aquella traducción de Verne podría haber arrasado con mi neocórtex, si hubiera persistido en soportarla a tan corta edad.

Por suerte, tiendo a desobedecer. Y soy un hombre afortunado. Fue así como encontré, tras la segunda mudanza que experimenté de pequeño, una caja repleta de unos libros que, calculo que por higiene cultural, habían sido erradicados de la biblioteca, que en la nueva casa pasó a ocupar su propio cuarto.

La caja, exiliada al altillo, contenía una docena de libros de ciencia ficción de la más baja estofa, con coloridas tapas que mostraban monstruos horribles y astronautas de escafandra reluciente, nave espacial inverosímil y novia rubia.

No pasaban nunca de las 120 páginas, en el más desproporcionado de los casos, y la letra era bien grande. Las historias, bueno, qué le puedo decir. Todos los clichés y un poco más.

Es decir, me encantaron.

Les debo mucho, además. Si no hubiera sido por ellos, nunca habría llegado a Flaubert, Dostoievski, Cortázar, Böll, Yourcenar, Rulfo, Salinger o Mishima. Les debo, de hecho, mi profesión, porque leer me llevó un día a preguntarle a mi madre exactamente cómo se hacían los libros. Aprendí entonces que alguien los escribía, y me puse a hacerlo. A los 10 años ya había llenado una pila de cuadernos Rivadavia de cien hojas y tapa dura con la Bic azul gruesa que a mí me gustaba.

En el nombre de la Rosa

Por supuesto, conservo esa colección de libritos descastados. Me permiten recordar algo elemental. Leer no está en nuestros genes. Oír y entender el lenguaje, sí. Leer, no.

Leer requiere un esfuerzo visual (leemos con la parte del ojo que ve detalles) y entrenar al cerebro para que use un área que se dedica a reconocer formas para extraerles significados que nada tienen que ver sus formas. Aprender a leer libros da trabajo, y a ningún chico en este planeta (y a mí menos que a ninguno) le gusta hacer esfuerzos. Todavía hoy tengo presente el día en que leí mis primeras 20 páginas. ¡Lo había logrado! ¡Veinte páginas! No lo podía creer.

Esa colección de poca monta, puesta a un lado para no infectar la mente del futuro lector con tonterías por debajo de Burroughs o Verne, me ha enseñado que la única forma de que alguien haga un esfuerzo es motivándolo.

El placer suele ser un gran motivador, anote.

Alambre de púa

Cuando terminé de leer esa sarta de lugares comunes y de blondas chicas salvadas de monstruos espantosos por héroes con armas de rayos láser me empezó a ocurrir algo muy raro.

Echaba de menos leer.

Como ahora sabía lo que era la ciencia ficción, rebusqué en la biblioteca por más libros de esa clase. Reincidí con las 20.000 Leguas -¡ay, los mandatos!-, pero el efecto fue igual de nocivo; ya dije por qué. Sin embargo, encontré otros libros más prometedores. Las tapas eran coloridas, aunque sin ilustraciones altisonantes, y la letra no requería una lupa. Los veteranos recordarán las colecciones Nebulae y Minotauro. Sus volúmenes eran más grandes que los libritos de la caja, y en general tenían más páginas, pero esto, ahora, ya no me inquietaba. Por el contrario.

Llegaron así a mi vida Asimov, Clarke, Bradbury, Sturgeon, Heinlein, van Vogt, Wyndham, Lovecraft (y buen susto me pegué) y Matheson (lo mismo).

Para entonces, estaba atrapado. Habiendo superado el entrenamiento inicial, cuando la lectura se ha vuelto una segunda naturaleza, nadie dejará esta práctica ni por todo el oro del mundo. Esa es la razón por la que los que somos lectores de libros de papel también leemos mucho en e-books. Porque lo que importa no es el libro, sino el milagro de la lectura.

Oh, sí, bueno, espere, claro que me gustan los libros de papel. Los amo. Ya lo he dicho. Y ya me han criticado por decirlo. Es más: perdemos ciertos derechos fundamentales al pasar del libro al e-book.

Seamos honestos, no obstante. Si durante los últimos 500 años la literatura hubiera venido impresa en rollos de alambre de púa, amaríamos el alambre de púa. Este amor es temporal. El otro, el de la lectura, es el que me preocupa.

Porque, ¿qué es leer?

Gracias, Harry

Sabemos qué no es leer. No es aburrido. No es difícil. No es ningún esfuerzo. No es agotador. Todo lo contrario. ¿Cuántas veces nos quedamos hasta cualquier hora para terminar esa novela de 570 páginas? ¿No le ocurre con un buen libro que no quiere que se termine, y eso que es de tamaño asteroide?

Ningún lector dejará un buen libro sobre la mesa ratona para decir: "Me siento cansado de leer, mejor pongo la tele". Quizá diga: "Me siento cansado para leer, mejor pongo la tele". Son cosas bien diferentes. Uno puede estar cansado para hacer algunas de las cosas que más le gustan en la vida.

¿Cómo es posible que algo que nos dio tanto trabajo aprender se convierta en uno de los mayores placeres de la vida y, a la vez, uno que, se dice, constituye una ventaja competitiva fundamental?

Este es uno de los grandes escollos del asunto. Estamos mezclando dos cosas y tratamos de resolver una paradoja. Cuando nos empecinamos en que los chicos lean libros argumentamos que leer es algo bueno y conveniente. Sí, está bien, pero eso no interesa para nada. Uno se enamora de la lectura, y el amor no se puede forzar. De hecho, el amor muchas veces no es conveniente.

Si aquella caja no hubiera estado escondida en el altillo, desterrada, hasta cierto punto prohibida, tal vez no le habría prestado atención.

El silencio de las bibliotecas

Me dicen a menudo que sólo Harry Potter ha logrado que una hija o un sobrino empiecen a leer. Bueno, lógico. ¿O pretendían lograrlo con Góngora?

Harry Potter es pura aventura, ocurre en la escuela, hay malos y buenos, sin medias tintas ni sutilezas psicológicas, y además está razonablemente bien escrito. ¿Es gran literatura? No. Pero es un portal que le ha permitido a millones de chicos atravesar el extenuante entrenamiento que los convierte en lectores. Parece diseñado para eso.

Leer un libro (no un título o medio párrafo) es un proceso muchísimo más extremo de lo que parece. Se puede trabajar todo el día oyendo (no escuchando) música, con la tele prendida, y hasta hablando por teléfono (si lo sabré). Pero cuando leemos no podemos hacer ninguna otra cosa. ¿Por qué cree que son tan silenciosas las bibliotecas?

Leer, lejos de lo que parece, no es un proceso pasivo. La literatura es iniciada por un escritor, pero realizada por el lector. El libro que usted lee no es el mismo que lee su vecino, aunque sea el mismo texto. Cualquier lector sabe que releer es reescribir ese libro en la conciencia.

Esta idea dislocada de que leer se parece a ver la tele o a poner música bajita de fondo es lo que lleva a tantos tropiezos a la hora de enseñar el placer de la lectura.

Leer no sólo es construir de nuevo lo que el autor, exquisita pero vanidosamente, ha plasmado; es hacerlo de un modo único. Mire a alguien leer. Notará que está casi perfectamente quieto, apenas muestra algunas expresiones faciales cada tanto y mueve los ojos de lado a lado. En ningún otro momento nos comportamos así, excepto cuando soñamos.

También sabemos que sólo hay dos instancias en las que un chico se queda quieto tanto tiempo. O está enfermo o está leyendo.

Miremos más profundamente el fenómeno de la lectura. La persona está pasando la vista por una delgada hilera de dibujitos negros sobre el papel blanco. Si hay algo desalentador de la lectura, para un chico, es la falta de ilustraciones. ¿No lo recuerda, acaso?

Leer es transformar esa maciza y en apariencia monótona masa de marcas en imágenes sublimes y emociones intensas. El milagro es doble, por lo tanto, porque el aspecto exterior del texto debe ser así de hosco para no interferir en este portento que estamos viviendo. Es decir: el texto es invisible para el lector. Este es el secreto que nos olvidamos de decirles a los chicos. Quizás, entusiasmados con la idea de ver cómo las áridas páginas se esfuman, concederían en dedicarle tiempo. No los defraudaríamos, pero sería una verdad a medias.

Las páginas no se esfuman, transmutan.

Ajá, ¿pero para qué sirve leer?

Creo que, además, tampoco tenemos muy claro por qué queremos que los chicos lean libros, que se conviertan en buenos lectores. ¿Por qué eso y no leer epígrafes o tweets? ¡Estamos en el mundo digital, éste es un suplemento de tecnología, qué es todo este jaleo con la lectura de libros! ¡YouTube rules!

Sí, pero en el fondo de nuestra conciencia sabemos que leer es independizarse. ¿Qué es leer? Leer es convertirse en una persona libre. ¿Por qué? Bueno, simple. Porque no existe ninguna otra destreza más importante en toda la formación de una persona, con la sola excepción -quizá- de la matemática. Eso sí, cualquiera puede aprender matemática leyendo libros. No al revés.

Sabemos que si nuestros hijos quieren tener un porvenir, si no feliz, al menos próspero, tienen que poder pasarse días enteros leyendo, no sólo sin cansarse, sino, por el contrario, disfrutándolo. Se llama estudiar.

No espere, sin embargo, que me ponga a hablar mal aquí de los videojuegos, las computadoras o Twitter, como parecería a estas alturas inevitable. No tiene nada que ver con esto. En el futuro, como me dijo alguna vez Antonio Ambrosini, quizá los textos puedan transferirse directamente a nuestros cerebros. Pero falta tanto para eso que ni siquiera podemos imaginar cómo será la sociedad cuando tal tecnología esté disponible. De momento, existe una única forma de transmitir conceptos complejos y profundos: la lectura. Hoy más que nunca.

¿Por qué nos empecinamos tanto en que los chicos lean libros?

Porque leer es poder.

http://www.lanacion.com.ar/1431405-lo-que-importa-no-es-el-libro-sino-la-lecturaarieltorres

*Periodista especializado en Tecnología


lunes, 14 de noviembre de 2011


¿Lo nuestro o
lo de afuera?


No por discurso xenófobo ni ultramontano, ni por no reconocer que este mundo global está interconectado como nunca, la pregunta es si la desterritorialización “natural” de producciones, modos y costumbres, que vivimos desde los 80 y 90 del pasado siglo, no excluye nuestras tradiciones que, aún en desventaja presencial, siguen siendo esencia de nuestra historia como Nación.

Hace unos días, el pasado 31 de octubre, la fiesta de Halloween de origen celta (”Noche de brujas”) inundó como hace años lo viene haciendo, bastante consistentemente, el ánimo festivo, también comercial, sobre todo de niños y algunos mayores. Puede gustar o no, puede ser indiferente o no, pero el hecho existe.

El interrogante es si desde nuestra historia, por ejemplo, de este noviembre los dos hechos destacables de nuestra nacionalidad se conmemorarán y festejarán con el mismo entusiasmo, amén de los a veces excesivamente formales aunque imprescindibles actos escolares.

El 10 de este mes se conmemoran el “Día de La Tradición”, en honor al nacimiento de José Hernández, autor del “Martín Fierro”, y el 20 el “Día de la Soberanía”, en honor a los que lucharon en la batalla de la Vuelta de Obligado en 1845 contra el bloqueo y usurpación anglo-francés de nuestros ríos .


La presencia de internet, los medios masivos, dominados buena parte de ellos por las cadenas norteamericanas y europeas, la tevé con programas diversos, también infantiles, que llegan cada día a nuestras casas con castellano “neutro”, y tantas mercancías estandarizadas como hamburguesa de famosa cadena yanqui, por momentos son abruimadoras.

El tema no es que no existan ni se exprese una diversidad siempre valiosa, si no que también lo nuestro, nuestra historia, nuestras producciones artísticas y culturales, argentina y suramericana, ocupen el lugar que se merecen siendo marca firme de nacionalidad en el concierto mediático, lo que también reafirma el respeto hacia todas las culturas y tradiciones de todas las naciones del mundo.

Los pueblos que no pueden reconocer y reconocerse en su historia, su cultura, su arte, se condenan a no saber quiénes son hacia dónde van y qué seguirán siendo. Porque pintar la aldea propia es también estar pintando el mundo. R.S.
Rajaduras

La rémora ultraindividualista de los 90, con espejo hoy en una Europa convulsionada por la crisis (angurria) financiera, parece que otra vez se enseñoreó en la Ciudad de Buenos Aires. Una o dos construcciones al lado de un edificio antiguo en Bartolomé Mitre 1222, provocaron la rajadura final del mismo y, en su derrumbe, tuvo como consecuencia la muerte de una persona mayor. Más de un mes antes, el 26 de setiembre pasado, un inspector había alertado sobre el riesgo de la construcción vecina.

El eximio arquitecto Rodolfo Livingston lo explicó con detalle: “la línea de propiedad no es reconocida por la tierra, las medianeras de estos edificios, además inhumanos (terrenos donde quedan departamentos de menos de tres metros de ancho por equis metros de largo), los cimientos “juegan”no sólo para abajo si no para el costado”. Y agregó, “además, este tipo de contrucciones no debería realizarse en barrios donde hay casas o edificios históricos, esto es ‘construcción’ no es arquitectura, no es ni estético ni bonito, es puro y duro negocio inmobiliario, nada más”.

Sabido es que el mercado, el capitalismo en aras de un “progreso” muy relativo (sobre todo progreso económico para los inversionistas), no respeta la tierra, la Pacha Mama, pero la tierra, igual, un día, se desquita, de alguna manera, alguna vez, con resultados lamentables.
Esto no es para regodearse sino para clamar por un cambio profundo del que el Estado, en este caso en CABA, debe hacerse carne.

Como agregó Livingston: “sí, seguramente todos los controles y papeles para construir están bien, pero esto es el menú no la comida, es el mapa, no el territorio”, dejando entrever una cadena de probables complicidades, dejadez, dejar pasar dejar hacer, todo en función de negocios sin tomar en cuenta tiempo, lugar, forma, consecuencias para los vecinos, total como dijo el ingeniero Mauricio Macri, luego se desdijo, “sólo hay un desaparecido” (antes de encontrarse el cuerpo del infausto adulto mayor).

Si no se reflexiona sobre estos aspectos sistémicos de esta barbarie con imagen de “modernidad” o “posmodernidad” todo intento de cambio en otros campos, puede que caigan en saco roto.

“En otros países, como Venezuela –señaló Livingston–, si va a realizarse un edificio en una cuadra, no sólo el Estado autoriza burocráticamente la obra, sino que se consulta a los vecinos si la aceptan o no”. ¿Cuántas veces un edificio, no sólo perjudicó las propiedades linderas con rajaduras que aún con amparo judicial lleva años resolver sino que eliminó árboles y plantas que son parte de un paisaje imprescindible, los ya casi desaparecidos “pulmones de manzana”?


“‘Los pájaros que se vayan a otra parte’ razonan los mercaderes ambiciosos cuando se les señala a dónde con tanto vidrio y cemento irán a parar esos habitantes que tanto alegran nuestras vidas con su canto y sus vuelos”, vuelve a cargar Livingston contra los autómatas del dinero rápido, mucho y con tasa de ganancia espectacular.


Es tiempo de que reflexionemos, accionemos, digamos NO ante esta contradicción que es querer profundizar cambios en lo social, la solidaridad, la ayuda, con unos edificios que nos tapan cada vez más más el sol y el verde de la vida, pensando sólo en unos verdes que poco y nada tienen que ver con eso. R.S.
Historia Nuestra

Presidencia de Néstor Kirchner,
El poder, una construcción política

La situación con vistas a las elecciones presidenciales se presentó confusa. Varios líderes del Partido Justicialista aspiraban a la candidatura presidencial que se definiría en las elecciones internas de febrero de 2003.
El senador en ejercicio de la Presidencia, Eduardo Duhalde, figura de peso dentro del justicialismo por su control hegemónico sobre la estructura partidaria de la provincia de Buenos Aires, el distrito más poblado del país, intentó jugar sus cartas en favor del gobernador de Santa Fe, Carlos Reutemann. Éste, sin embargo, prefirió no presentar su candidatura; Duhalde trasladó sus preferencias al cordobés De la Sota, con quien tampoco pudo alcanzar un acuerdo estratégico. Así, el 15 de enero de 2003 anunció su apoyo a la precandidatura de Néstor Kirchner.
La campaña electoral estuvo condicionada por los efectos de la crisis: la fecha de elecciones había tenido que ser adelantada tras la represión del 26 de junio en el Puente Pueyrredón.
En las elecciones del 27 de abril de 2003, Néstor Kirchner, como candidato del Frente para la Victoria, obtuvo el 22 % de los votos, y Carlos Menem, candidato de la Alianza Frente por la Lealtad -UCD, obtuvo el 24,3%. Por lo tanto debían disputar la presidencia en una segunda vuelta electoral.
Sin embargo, descontando una derrota, Menem no se presentó en el ballottage.
Así, el 25 de mayo de 2003, Néstor Kirchner asumió la Presidencia de la Nación, confirmando al ministro de economía de Duhalde, Roberto Lavagna, y a otros miembros del gabinete de su antecesor.
El problema de Néstor era el del poder, había llegado débil al gobierno y las masas no sabían muy bien quien era, y no tenía el apoyo de los medios.
Pero en los primeros meses de su gobierno, Kirchner desobedeció. No acordó con el establishment punto por punto, retrajo las relaciones carnales, articuló con sectores desplazados, impulsó la reestatización del sistema jubilatorio y la discusión en torno a la Ley de Medios. Se mostró partidario del MERCOSUR, reactivó los juicios por el genocidio, descabezó los sectores represivos del Ejército y de la Policía, intervino el PAMI, recibió a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, en una Asamblea de las Naciones Unidas se atrevió a decir “somos hijos de las madres y las abuelas de Plaza de Mayo.
De inmediato, el Presidente añadió que la defensa de los derechos humanos ocupa “un lugar central en la nueva agenda de la Argentina” y señaló que el país apoyaba “el juzgamiento y la condena de quienes los violen”. Derogó las leyes de Punto Final y Obediencia Debida y negoció en términos de inusual dureza con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Nada de todo eso formaba parte de lo esperable.
Una de las principales medidas fue cancelar por anticipado la totalidad de la deuda con el FMI por un monto de 9.810 millones de dólares, para terminar con la sujeción de la política económica nacional a las indicaciones del organismo internacional.
Había por fin, un presidente, se lo adivinaba sólido, que gobernaba el país después de una seguidilla de presidentes entrantes y salientes durante la crisis.
Al comienzo, la política económica del gobierno de Kirchner continuó los lineamientos establecidos por Lavagna, manteniendo la devaluación de la moneda mediante una fuerte participación del Banco Central en la compra de divisas. Las políticas implementadas fueron exitosas, además de sacar al país de la cesación de pagos más grande de su historia, se canjeó la deuda soberana, de valor nulo tras la crisis del 2001, por nuevos bonos indexados por la inflación y el índice de crecimiento económico. Los índices de pobreza y de desempleo disminuyeron notoriamente.
En esta etapa jugó un importante papel el pequeño bloque de 14 diputados nacionales que respondían en forma directa al Presidente Kirchner.. En muy poco tiempo, estos diputados, entre quienes destacaban Juan Irrazabal, de Misiones, Daniel Varizat, de Santa Cruz, Osvaldo Nemirovsci, de Río Negro y Jorge Argüello de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, lograron imponerse en la conducción del bloque oficial y desde ahí brindaron un más que importante aporte a la consolidación de la conducción política de Néstor Kirchner.
En noviembre de 2006 las reservas internacionales subieron más de 30.000 millones de dólares, la desocupación bajó al 10% y la pobreza se mantuvo en un 33,5%.
Tras las elecciones legislativas en octubre de 2005, Kirchner obtuvo la primera minoría a nivel nacional.

Prof. Isabel Rodríguez
La fin del mundo


Pasó el 11 del 11 del año 11 a las 11 de la mañana. Seguimos aquí. Como dato curioso, la edición de esta revista es la... 111. Mmm...

La llegada del fin del mundo es un tema que causa pánico en algunas personas. Hace miles de años fue igual, y durante el transcurrir de los siglos fueron muchos los profetas que anunciaron el fin del mundo.

Son los Mayas quienes nos siguen admirando con su calendario tan preciso, y éstos dicen que el fin del mundo será el 21 de diciembre del 2012.

Los mayas tienen en el registro de su calendario siete profecías, la séptima que asegura que puede llegar el fin del mundo el 21 de diciembre del 2012, pero que se puede evitar. Según la misma, todo está en nuestras manos y decisiones. Esta decisión consiste en aceptar la armonía con todo el universo en una nueva era de luz o simplemente seguir con nuestras acciones y seguir siendo una amenaza para el planeta.

Tranquilos, se han mencionado profecías que se están por cumplir,. Veamos también las que intentaron suceder desde hace bastante y por ahora...

Las diez profecías del fin del mundo

La gallina profeta de Leeds (1806): En 1806 ocurrió algo extraño en Inglaterra, una gallina empezó a poner huevos con la frase "Cristo Viene". Fue muy comentado por todos, hasta que alguien demostró que era toda una gran falsedad.

Miller (1843): El 23 de abril de 1843 un agricultor de Nueva Inglaterra, profetizó que la segunda venida de Cristo sería en 1844 debido a estudios bíblicos que, hoy se sabe, fueron equivocados mas no salidos de lugar. Muchos de sus seguidores hoy se les conoce como Adventistas del Séptimo Día.

Armagedón Mormón (década de 1890): El fundador de la iglesia mormona Joseph Smith, citó a todos los líderes de la iglesia a nivel mundial, para comunicarles que se había reunido con Dios, y que Dios le había dicho que su hijo Jesús vendría por segunda vez. Este suceso tendría lugar en los próximos 56 años, dando lugar al fin del mundo. Por lo visto, no se cumplió.

Cometa Halley (1910): En 1881 un científico descubrió que las colas de cometas contienen un gas mortal llamado cianógeno. Este nuevo conocimiento entró en énfasis cuando se supo que el cometa Halley impactaría con nuestro planeta en 1910. Se aseguró que nuestro planeta se llenaría del gas mortal, pensando se daría el fin del mundo, pero, afortunadamente, no fue más que pánico por unos días, puesto que los científicos aseguraron que no había nada que temer.

Pat Robertson (1982): Un tele-evangelista aseguró en 1980 que el mundo sería juzgado y se acabaría. Este suceso tendría lugar en 1982, pero llegó el día y no pasó nada.

Heaven's Gate (1997): En San Diego se creó un movimiento llamado Heaven's Gate quienes aseguraban que tras el cometa Hale-Bopp venía una nave espacial siguiéndolo y que la NASA no quería reconocer. Hasta que el organismo espacial norteamericano demostró a todo el mundo que no había nada. Fue tanto el fervor por el movimiento Gate que el 26 de marzo de 1997, 39 miembros del movimiento se suicidaron.

Nostradamus (1999): Los escritos de Nostradamus han intrigado al mundo por más de 400 años. En uno de sus cuartetos asegura que en julio de 1999 vendría un gran rey de Terror para aniquilar este mundo. No fue así, por lo visto.

Richard Noone (2000): El 5 de mayo del año 2000 fue puesto por este señor como el día del gran deshielo de la Antártida y que traería consecuencias muy graves en el mundo. Hay deshielo por el calentamiento global, pero no para tanto. Al menos, aún.

La iglesia de Dios (2008): El ministro de la iglesia de Dios, Ronald Weinland, aseguró el año 2006, que millones de personas morirían en el 2008 y que EEUU dejaría de ser potencia mundial e independiente. Seguramente ese año murieron por diversas causas unos cuántos (es la ley biológica de la vida, también), inclusive, porque EE.UU. no deja de ser una potencia mundial.

Elisa “Lilita” Carrió (2011): Dios nos está diciendo que debemos cuidar el planeta, que no sigamos destruyendo la Tierra, que vivamos en la verdad, en la decencia, en la justicia, que no usemos la tecnología, aunque sea de manera pacífica. Hay que leer los signos de los tiempo”, afirmó “Lilita” Carrió. También, ratificó su intuición de que Cristina Fernández de Kirchner no sería candidata en octubre de 2011para las elecciones presidenciales “porque no va a querer exponerse a una derrota en segunda vuelta“. “Estoy segura que le gano a Cristina. Pero es el pueblo el que va a elegir. Incluso creo que podemos ganar en primera vuelta”. Cristina se presentó y ganó por más del 54% de los votos.

En fin, los agoreros siguen esperando, por ahí, quién les dice....
La conjura de los libreros

Por Roberto Di Vita

(Resistencia de los libreros ante las multinacionales del libro.)

CAPITULO 22

Resumen: Los libreros de alma (no todos o todas) que luchan contra las multinacionales del mercado editorial, se solidarizan con los escritores comprometidos de la humanidad.

Resulta que el viejo José sabía tener sus amores, sus locas pasiones como él decía, amores eternos y más puros que los altares de las iglesias y esto le escribió cierta vez, ese amor... “José leí el correo... Quiero escribir ¡pero me sale espuma!” Dice César Vallejo en un poema, “resulta como vos decís José, el pensamiento corre más ligero que la acción, más ligero que este teclado, aporreado por otros dedos, por otras manos, por otras urgencias tal vez, dedos más jóvenes, buscando vaya a saber que respuestas que simulacros de todos los tiempos”.

Quiero escribir y la distancia se impone a lo imponderable de esta pantalla que simula ser luz artificial de la noche quieta.

Sopor del pensamiento, lentitud de la acción, intención del deseo de decir tantas cosas, lentitud de la tarde que se va, con este sol de primavera y nos deja un gustito a calor, a menta en la boca, en los labios, en las palabras que se escapan como borbotones de espuma.

A veces puede que nos embriaguemos de palabras sin pronunciar; están allí me parece, guardadas en un cofre arcano y cuando se escapan es muy posible que nos emborrachemos de deseos consumados.

Las palabras, el teclado, los ojos que desean ver más allá de la distancia. Que se quieren encontrar con lo profundo de otros ojos. “Para mi José y sus libros y un rato de su corazón en el mío. Beatriz, 26/10/ ”. Así firmaba esa vez, Beatriz o Pilar la viajera u otro nombre que José conocía.

Fue después del año dos mil cuando el viejo librero ya se entendía con la computadora y con el correo electrónico, tiempos en que Pablo había encontrado una bicicleta perdida en... (Continuará). Derechos Reservados .

*Escritor

miércoles, 19 de octubre de 2011

Un visionario
magnate


(Steve Jobs 1955-2011)

Uno de los momentos más emblemáticos de la vida del fundador de Apple, Steve Jobs, fue su emotivo discurso durante la ceremonia de graduación en la Universidad de Stanford en 2005 cuando ya sabía de su destino cercano. El creador de la primera computadora de escritorio, ésa que usted y yo estamos usando para ver este texto o para armar esta revista por destock publishing, decía esto:

"A veces la vida te pega en la cabeza con un ladrillo", dijo en la ceremonia, en donde pronunció estas palabras que resumían su manera de ver la vida.
Y concluyó: "No pierdan la fe. Tienen que encontrar qué es lo que aman... Así que sigan buscando hasta que lo hallen. No se conformen".

"Cuando tenía 17 años, leí una cita que decía algo como: ´Si vives cada día como si fuera el último, algún día tendrás razón'. Me marcó, y desde entonces, durante los últimos 33 años, cada mañana me he mirado en el espejo y me he preguntado: ' Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?´ Y si la respuesta era no durante demasiados días seguidos, sabía que necesitaba cambiar algo".

"Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante que haya encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones de mi vida. Porque prácticamente todo, las expectativas de los demás, el orgullo, el miedo al ridículo o al fracaso se desvanece frente a la muerte, dejando sólo lo que es verdaderamente importante”

"Recordar que vas a morir es la mejor forma que conozco de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay razón para no seguir tu corazón".

Sobre la muerte

"Me operaron, y ahora estoy bien. Esto es lo más cerca que he estado de la muerte, y espero que sea lo más cerca que esté de ella durante algunas décadas más. Habiendo vivido esto, ahora les puedo decir esto con más certeza que cuando la muerte era un concepto útil, pero puramente intelectual: Nadie quiere morir. Ni siquiera la gente que quiere ir al cielo quiere morir para llegar allí. Y sin embargo la muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y así tiene que ser, porque la Muerte es posiblemente el mejor invento de la Vida. Es el agente de cambio de la Vida. Retira lo viejo para hacer sitio a lo nuevo", dijo

Y siguió: "Ahora mismo lo nuevo somos nosotros, pero dentro de no demasiado tiempo, de forma gradual, se irán convirtiendo en lo viejo, y serán apartados. Siento ser tan dramático, pero es bastante cierto. El tiempo es limitado, así que no lo gastés viviendo la vida de otro".

Admirado y hasta adorado por unos y denostado por otros por sus millones, la obra de Jobs deja una marca indeleble en la historia de fines del siglo XX y comienzos del XXI, y, como a todo humano, no le fue exenta la finitud. R.S.
Caminando

En este mes se pone en juego, casi como repetida de las primarias de agosto, si una construcción que viene creciendo desde 2003 sigue o concluye.

En tren de continuidades, apologías y rechazos, en medio de un clima inhóspito internacional, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, renueva su mandato por cuatro años más, hasta 2015, donde, haciendo futurología (porque nadie sabe a ciencia exacta qué sucederá mañana), concluirá su mandato. Salvo, como especulan a destiempo hoy algunos opositores, haya una reforma constitucional que permita la re-reelección, aquella fórmula que el ex presidente riojano del uno a uno no pudo concretar porque la economía le estalló sin menguas y lo mandó al olvido de la historia.


Dama poco dócil y no tan digna, la política, como actividad esencialmente humana, en estos ocho años, sin embargo, ha recuperado, como nunca un protagonismo, ahora quizás menos ríspido, donde se inserta directa o indirectamente, hasta en la charla cotidiana. El ciudadano, una buena mayoría a favor del rumbo y alguna parte en opuesto, pero no tanto, dialoga hasta con alguna pasión por aquello que en 1810 fue lo de “el pueblo quiere saber de qué se trata”, y protagoniza sus deseos, anhelos y miedos, en casi tres décadas de democracia. A pesar del presente recuerdo del terrorismo de Estado, así como la campaña constante por la “inseguridad” (que existe pero lejos de su correlato (in)comunicacional) y estructuras cerradas de acceso a la transparencia, sin embargo, sigue impulsando un espíritu participativo que abre compuertas sobre pasos seguros.


Así y todo, no es detalle menor observar que quiénes denostan este modelo, este proceso político y estos modos de hacer la política (cadenas de mails con mentiras y denigraciones sobre la misma y los representantes), siendo amplios beneficiarios, económica e institucionalmente de algunos cambios claves. Desde una política distributiva de ingresos, de subsidios a los más necesitados hasta un lugar emérito mundial de Argentina como defensora de los derechos humanos y recuperativa en el campo científico y tecnológico.


¿Por qué si alguien es beneficiado odia y hace coro con falsedades acerca de quien lo beneficia? La explicación es tan simple como compleja. Día a día el monopolio comunicativo del consorcio Clarín y sus satélites (léase La Nación, Perfil, radios y canales “en cadena”) vuelcan todo lo negativo posible contra lo que precisamente está bien, tergiversando, mintiendo abiertamente o por medias verdades. El origen probablemente espurio de Papel Prensa, denunciados por el Ejecutivo, y en proceso judicial, recibe su merecido cada día y cada momento. De 700 tapas del “Gran diario argentino” más de 600 han sido sobre hechos negativos o una mirada negativa de los hechos.


¿Qué sucede con los receptores? Los que ven que los vaticinios apocalípticos no se cumplen, descreen y no compran más esas hojas. ¿Y los que les creen? Manipulación eficaz, o convencimiento histórico contra este modelo, o ignorancia por otra versión de los hechos y es el “sentido común” (hoy vuelto tapas apocalípticas) instalado por décadas.


Algunos creen que hoy el monopolio (comunicativo) está débil. A pesar de su mengua, sobre todo por torpeza propia, el monopolio pelea por mantener su hegemonía y los nuevos medios siguen siendo pocos y poco potentes. Son los hechos, los resultados, más que las palabras en ríos de tinta, en papel o internet, los que prueban la inconsistencia de las diatribas y la consistencia, aún en sus bemoles, de una propuesta..


Este 23 de octubre, el pueblo, sobre esto y tanto más, da su libre opinión. Otra vez, como hace 28 años. R.S.
Historia nuestra

Eduardo Duhalde:
“apagar el incendio y resolver la crisis política”



El 20 de diciembre de 2001 renuncia Fernando de la Rúa a la Presidencia de la Nación en medio del conflictivo "corralito" financiero sobre los depósitos y en un contexto de fuerte fuga de capitales.

En poco más de una semana la Argentina tuvo cinco presidentes. A De la Rúa lo sucedió, como presidente interino, Ramón Puerta, en su carácter de Presidente Provisional del Senado, porque no estaba cubierto el puesto de vicepresidente tras la renuncia de Carlos (Chacho) Alvarez. El 23 de diciembre la Asamblea Legislativa designó a Adolfo Rodríguez Saá, hasta ese momento gobernador de San Luis. Ese mismo día declaró la cesación de pagos de una parte de la deuda pública, decisión que fue ovacionada por la Asamblea Legislativa. Rodríguez Saa, apenas unos días después, renunció, el 31 de diciembre, luego de que los gobernadores le retiraran el apoyo.
Eduardo Camaño, titular de la Cámara de Diputados, asumió la presidencia interinamente. Y el 1º de enero de 2002 la Asamblea Legislativa eligió entonces a Eduardo Duhalde, un hombre fuerte del peronismo, quien asumió la Presidencia para completar el mandato de De la Rúa, hasta diciembre de 2003. Duhalde debió pilotear el barco del Estado durante el temporal, y su estrategia fue más bien pragmática. Buscó ganar tiempo mientras encontraba el modo de apagar el incendio.

Apenas asumió, Duhalde designó a Jorge Remes Lenicov como ministro de Economía. Entre sus primeras medidas, anunció la devaluación del peso, se comprometió a devolver los ahorros en la misma moneda en que habían sido depositados en los bancos y envió al Congreso un proyecto de ley declarando la Emergencia Pública, que dotó al Poder Ejecutivo de amplias facultades para modificar las reglas de juego de la economía y devaluar.

Inicialmente, el Gobierno fijó el valor del dólar en 1,40 peso, con restricciones para la compra de divisas. Los depósitos se pesificaron a 1,40 peso, pero las deudas bancarias se pesificaron 1 a 1 (lo que se llamó la "pesificación asimétrica"). A comienzos de febrero por presión del FMI, el Gobierno liberó el tipo de cambio, que en marzo llegó a bordear los 4 pesos. Hubo una fuerte fuga de capitales.
A fines de abril, en medio de un feriado bancario y cambiario por tiempo indefinido, el Gobierno envió al Congreso un proyecto para convertir compulsivamente los depósitos retenidos en el corralito y corralón en bonos (llamados Boden). Ante la falta de apoyo interno y externo, el ministro Remes Lenicov renunció. Luego de un acuerdo con los gobernadores, el 27 de abril asumió como nuevo ministro de Economía Roberto Lavagna, El flamante ministro fue aplicando medidas para liberar gradualmente el corralito y el corralón financieros, frente a la presión de los ahorristas y también de los bancos afectados por la pesificación, tras años de recesión.
Con la intención de debilitar los reclamos, Duhalde puso en marcha un gigantesco programa de subsidios para los desocupados, base de apoyo del movimiento piquetero. Mientras en las calles se escuchaba “piquete y cacerola, la lucha es una sola”, el imperativo del gobierno fue que la lucha no debía ser una sola, los reclamos de los más pobres y de la clase media no debían confundirse en un mismo reclamo.

El 26 de junio de 2002 una protesta convocada por un sector de los piqueteros en el Puente Pueyrredón, finalizó en Avellaneda con un trágico saldo, dos manifestantes, Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, fueron asesinados por efectivos de la Bonaerense, (según revelaron filmes y fotografías periodísticas) quienes durante un megaoperativo de seguridad ordenado por el gobierno de Duhalde dispararon con balas de plomo contra la marcha. Al día siguiente, unas 30.000 personas manifestaron en Plaza de Mayo para repudiar las muertes acaecidas en la jornada.

Frente a la necesidad de descomprimir un tenso clima político que se había adueñado de todo el país, el 2 de julio Duhalde convocó a elecciones presidenciales anticipadas para abril de 2003.

Las elecciones se realizaron el 27 de abril de 2003. Carlos Menem obtuvo la primera minoría, con casi el 25%. En segundo lugar, con el 22,2%, se ubicó el gobernador patagónico Néstor Kirchner, quien contaba con el respaldo de Eduardo Duhalde. Esos resultados obligaban a convocar a una segunda vuelta. Sin embargo, descontando una derrota, Menem decidió no presentarse en el ballotage.


Así, el 25 de mayo de 2003, Néstor Kirchner asumió la Presidencia de la Nación.

Prof. Isabel Rodríguez
La conjura de los libreros

CAPITULO 21

(Resistencia de los libreros ante las multinacionales del libro.)

Resumen: Los libreros de alma (no todos o todas) que luchan contra las multinacionales del mercado editorial, se solidarizan con los escritores comprometidos de la humanidad.

El viejo José lidera la resistencia, Pablo y Silvina amigos del viejo, serán victimas de una poderosa explosión fascista, una noche que la pasaron en la librería, a partir de esa noche, libreros, poetas, escritores, artistas y vecinos entran en acción.

Cierta vez el viejo le contaba a Pablo, que había conocido al escritor Julio Cortázar en Santiago de Chile y luego en la plaza del Congreso, en Buenos Aires.

Pero antes se había visto con Roberto Arlt, en una librería de Caballito, que pertenecía al abuelo de los Palumbo.

–“El autor del Juguete Rabioso, nos estaba contando los detalles del suicidio de la costurerita de la calle Amenábar al cien y por lo sórdido y trágico nos hizo llorar esa tarde, al anciano Palumbo y a mí”– dijo José.

–“La miseria y las privaciones de una muchachita, que decidió no sufrir más y dio fin a su vida”–, remató con su recuerdo de Arlt; el viejo José.

Pablo escuchaba atento todo lo que le decía el viejo y pensaba.¿Cuántos años tendrá don José? Si me sigue contando seguro que lo conoció a José Hernández y a Sarmiento. Al igual que Zeus. ¿Será inmortal, José? Se preguntaba Pablo.

Una noche al viejo José se le aflojó un canino y escribió en su computadora esto. Son el sostén de mi cara / de uno, en uno, / dos filas, dos hileras / para el combate, / y cuando una baja / le tocó perecer / los otros ayudaron / para suplir la ausencia/ Mis dientes / fieles amigos / los nostalgiaré / cuando no estén / Mis dientes son el tiempo / el tiempo y los caminos / fraternales gracias compañeros... Pero alguien muy importante para su vida la había escrito una carta...

*Escritor
La lengua que hablamos

*Por Mempo Giardinelli


A propósito del Museo de la Lengua recientemente inaugurado en la Biblioteca Nacional, en varias notas de diarios, revistas y radios se lo identifica como “de la lengua española”. Y es curioso, porque tal categoría es un error conceptual, además de que no es la denominación oficial que le ha dado la BN al flamante museo.

Pero este yerro ya está instalado en el imaginario nacional contemporáneo. Lo que obliga a hacer algunas precisiones, porque nosotros hablamos Castellano, no Español.


Es claro que, como se dice comúnmente, hablamos la lengua de Cervantes. Pero es también la lengua de Sor Juana y de Sarmiento, la de Borges y Cortázar, y la de Neruda, García Márquez, Rulfo y tantos y tantas más que han creado una magnífica literatura que hoy nos expresa a más de 500 millones de personas, y es, después del chino mandarín, la lengua más hablada y leída del planeta por el número de personas que la tienen como lengua materna.


El Castellano es la lengua romance que ha logrado mayor difusión en el mundo contemporáneo. Es uno de los seis idiomas oficiales de las Naciones Unidas; el segundo más estudiado en el mundo después del Inglés y el tercero más usado en Internet.


Pero es Castellano. No Español, como se popularizó en el mundo última y equivocadamente, y por diversas razones políticas y económicas. Entre ellas, el avance de Telefónica en América y la creación del Instituto Cervantes como avanzada política cultural de España en el mundo. Lo cual estuvo muy bien para ellos, pero limitó el término “castellano” a designar el dialecto románico nacido en el Reino de Castilla durante la Edad Media, y que se habla en esa región. Contribuyó a ello la fácil traducción del gentilicio: Spanish, espagnol, spanisch, spagnolo, espanhol, etc.


“El término español resulta más recomendable por carecer de ambigüedad”, declara ambiguamente el Diccionario Panhispánico de Dudas, en su edición de 2005. Pero entre nosotros hace ya 200 años que ese enorme lingüista que fue Andrés Bello advirtió el eje de la cuestión, al titular su obra principal, “Gramática de la lengua castellana” destinada al uso de los americanos. Un título perfecto.


Bello explicaba: “Se llama lengua castellana (y con menos propiedad española) la que se habla en Castilla y que con las armas y las leyes pasó a América, y es hoy el idioma común de los Estados hispanoamericanos”.


“Hoy no hay foco de conflicto con la Real Academia Española (RAE) porque tiene un nivel de comprensión de las singularidades dialectales en América latina”, razona Horacio González. Lo que es cierto, pero no clausura la cuestión. De hecho, y no dudo de que HG lo comparte, el asunto está vigente entre nosotros, e inclusive no termina de resolverse en España. La vigente Constitución Española de 1978, posterior a la caída del franquismo, define: “El castellano es la lengua española oficial del Estado (...) Las demás lenguas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas”.


No es dato menor que fue a partir de los ’90 que se inició la reconquista de la América latina por algunas grandes casas editoriales de España, que se transnacionalizaron comprando empresas locales, de México a Buenos Aires.


Nuestra lengua viene de la península, desde ya, pero se ha enriquecido y complejizado con muchísimos aportes propios, y hoy se compone de elementos lingüísticos extraeuropeos que merecen estudio y reconocimiento y la hacen otra, una y múltiple. El Castellano Americano que nos identifica y hermana políticamente recoge tradiciones propias y enlaza parentescos nacidos de esta tierra prodigiosa a la que vinieron millones de extranjeros para asimilarse y enriquecer su carácter, creando una cultura latinoamericana que necesariamente es un fruto plural y que tiene expresiones peculiares y su propia y riquísima tradición literaria. Y así es leída en todo el continente, porque ha sido y es escrita en el Castellano de América.


Hace poco, en la Universidad Federal de Niterói, en Brasil, me tocó inaugurar el 14º Congreso de Hispanistas de ese país, donde nuestro idioma está adquiriendo un notable desarrollo gracias a políticas públicas que advierten la importancia de la lengua que los rodea en todo el continente y que expresa a casi 40 millones de latinoamericanos de todos los países (excepto Chile) con los que Brasil tiene fronteras. Y allí observé el mismo fenómeno: la cuasi imposición de la denominación Español para una lengua –la nuestra– que en realidad es el Castellano Americano que se habla, escribe y lee en Nuestra América.


El asunto no es nuevo. En tiempos de Perón, por cierto, se estudiaba “Lenguaje Nacional”. Y cuando yo era chico estudiábamos “Castellano” de primero, segundo y tercer año; y luego, en cuarto y quinto, Literatura Universal e Hispanoamericana. Hoy se impuso una deslavada e imprecisa “Lengua” mientras se populariza la creencia de que hablamos “Español”.


La importancia del idioma en la formación de una identidad, así como la propiedad, el uso coloquial y la enseñanza de la Literatura no son asuntos menores ni superfluos. Ya Don Juan Filloy lo subrayaba en los albores de la democracia, cuando resaltaba la pobreza coloquial de los argentinos, que usaban poco más de mil vocablos de una lengua que tenía entonces 73.000.


Un cuarto de siglo después las cosas no han mejorado. Hoy, con los aportes de todas las academias correspondientes de la América hispana, nuestro idioma supera los 90.000 vocablos, pero sigue siendo urgente detener la pobreza lexical, la pauperización expresiva y la extranjerización agresiva y aculturizante de nuestro pueblo. Y si ni siquiera sabemos el nombre correcto de la lengua que hablamos, la cosa es más grave aún.


*Periodista - Escritor

http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-178415-2011-10-07.html

martes, 20 de septiembre de 2011

Calorcitos de
Primavera



Llega el nuevo ciclo cuatrimestral de la vida.

Como una serie de malas noticias del pasado que trocan en buenas, la primavera puja por reverdecer brotes. Recordemos un poco.

Desde aquel fatídico 5 de abril de 2007, cuando el maestro neuquino Carlos Fuentealba fue asesinado por la represión por manifestarse con sus compañeros por reclamos gremiales, pareciera que algunas fechas se aproximan al calor de los hechos.


El 11 de setiembre de 1973 fue la caída por golpe de Estado del presidente socialista Salvador Allende, en Chile, el mismo día que aquí, se conmemora el Día del Maestro, por el aniversario del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento. Personaje de nuestra historia, controvertido como pocos, que alguna vez se exilió en el país trasandino. El mismo país en el que hoy su gobierno neoliberal es puesto en jaque por los estudiantes universitarios chilenos con amplio apoyo popular en pos de conseguir una universidad pública y gratuita, como en nuestro país tenemos desde 1949 (la Universidad de Buenos Aires fue fundada en 1821 y por la Reforma de 1918 modernizada en su gobierno autónomo), aún conviviendo con la educación privada.

Los hechos de la historia, con indicación en ciertas fechas claves no son determinadas sólo por el azar. Causalidades aún interrumpidas a sangre y fuego, y con limitaciones por años al ejercicio de las libertades democráticas son luego retomadas en otro momento por nuevos actores que, a veces sin saberlo, recuperan valiosos legados de generaciones precedentes.

Este 21 de setiembre, también Día del Estudiante, llega la nueva estación del año que nos inunda con sus flores, mariposas y brotes nuevos y nos vuelve a anunciar que los cambios, aun con todos sus retrocesos, siguen adelante. Y también nos hace pensar en dos 16 de setiembre tristes para nuestra historia, el golpe de Estado contra el gobierno constitucional del General Perón, y el de 1976, cuando un grupo de estudiantes de La Plata, militantes secundarios de la UES y otros grupos juveniles, reclamantes del boleto escolar fueron desaparecidos en la tristemente conocida Noche de los Lápices.

La vida sin más en medio de tantos obstáculos y tantos que temen por ellos se impone. Tanto como este presente democrático y pacífico que estamos viviendo, aún con todo lo que pueda faltar. Brindemos entonces por su llegada, hacia cada vez mejores horizontes, más dignos, más democráticos, más libres, más justos y con más memoria.

Guía Aldea llegó por estos barrios el 21 de setiembre de 2002 en medio de aquella crisis que parece lejana pero que es bueno no olvidar y 9 años después esta revista zonal sigue intentando dar cuenta de estar presente. Eso único eterno que hace unos miles de años describió el gran Heráclito nos motiva: el cambio, como cosa perpetua. R.S.
Historia Nuestra
Triunfo y caída de “la Alianza”

La clase media se rebela

La “Alianza”, conformada por el FREPASO, la UCR y otros grupos políticos, arrasaron en las elecciones presidenciales de 1999, su fórmula De la Rúa-Álvarez obtuvo el 48,5% de los sufragios, contra el 38,09% del binomio peronista Eduardo Duhalde-Ramón Ortega. En tercer lugar, con el 10,09% de los votos, aparecía el ex ministro de Economía Domingo Cavallo.
Uno de los éxitos de la campaña electoral fue el primer spot televisivo de De la Rúa,
en el cual pronunciaría la frase "Dicen que soy aburrido..." con la cual se lo relacionaría más adelante.
En marzo de 2001, ya con desvíos en las metas presupuestarias del primer trimestre del año se produjo el alejamiento de José Luis Machinea del Ministerio de Economía y se nombró para el mismo al hasta entonces ministro de Defensa, Ricardo López Murphy
Sus proyectos para sanear la economía que imponían realizar un enorme ajuste del gasto público, retirar fondos de áreas como salud o educación, chocaron con una muy fuerte oposición popular.
La sociedad esperó políticas de gobierno que se apartaran del modelo neoliberal impulsado por el presidente Menem, pero el presidente Fernando De la Rúa defraudó toda expectativa de cambio, ya que intentó paliar la crisis mediante un nuevo “impuestazo” que no hizo sino empeorar las cosas. La continuidad respecto al menemismo era tal, que en 2001 De la Rúa volvió a convocar a Domingo Cavallo como ministro de Economía.
Cavallo para salvaguardar los intereses financieros y paliar una crisis económica que se tornaba incontrolable, impulsó el “Plan de Déficit Cero”, hecho ley a fines de julio, que consistió en un recorte compulsivo del 13% en los sueldos de docentes, empleados públicos y jubilados.
En noviembre, el gobierno de De la Rúa inició una reestructuración de los compromisos de la
deuda externa, denominada "Megacanje". Hacia fines de ese mes, el agravamiento inusitado de la situación económica, con inversiones que se alejaban debido a la complicada situación política, provocó desconfianza pública en el sistema financiero, por lo que se produjeron fuertes retiros de depósitos bancarios.
Ante esta masiva fuga de capitales, el ministro implementó el “corralito” que limitó la cantidad de dinero que las personas podían retirar de los bancos.
Esta situación llevó al triunfo del peronismo en las elecciones legislativas de 2001. Se produjo además la pérdida de la credibilidad del sistema, ya que el 42% de los electores optaron por el “voto bronca” votando en blanco, anulando su voto o absteniéndose de votar.
El 12 de diciembre el CAME (Consejo de Ayuda Mutua Económica) organizó una importante movilización, en la que se convocó a hacer sonar bocinas, cacerolas, cortar calles, descolgar teléfonos, apagar las luces de las vidrieras, etc., en reclamo por las medidas económicas que se implementaron.
Hacia el 19 de diciembre, la situación social se volvió incontrolable, con saqueos y desmanes en los puntos más importantes del país. El Presidente llamó a la población a la calma. La rebelión popular, en lugar de terminar, sumó el apoyo de la clase media, histórico bastión electoral del radicalismo.
En la noche del 19, después de un discurso del presidente De la Rúa en el que anunció el Estado de Sitio y ninguna solución a la crisis económica, grupos de vecinos de Buenos Aires salieron a las calles espontáneamente golpeando cacerolas y sin pancartas de agrupaciones políticas, y marcharon hacia la Plaza de Mayo, al grito de "¡Que se vayan todos!, que no quede uno solo” lo cual llevó a una situación de verdadera acefalía presidencial.
A la medianoche renunció el ministro de Economía, Domingo Cavallo, y el resto del gabinete puso sus renuncias a disposición del Presidente
Al día siguiente el gobierno reprimió ferozmente a los manifestantes que aún reclamaban, con el saldo de unos 40 muertos y más de dos mil heridos.
Las manifestaciones y los reclamos se sucedieron simultáneamente en Santiago del Estero, Mendoza, Córdoba, Entre Ríos, Neuquén y Tucumán.
El presidente Fernando De la Rúa renunció y abandonó en helicóptero la Casa Rosada.
Lo peor de la crisis despertó la creatividad, solidaridad y cooperación de buena parte de los ciudadanos, que se organizaron asambleas barriales populares o vecinales.
Tanta desobediencia, tanta solidaridad, tantas experiencias novedosas de autoorganización, con críticas que fueron desde cuestionar al capitalismo a plantear reclamos concretos de los vecinos, de los comerciantes o pequeños industriales, asustó y puso en tensión a la elite y a los políticos de turno.
Prof. Isabel Rodríguez