Ante todo, la verdad
Los medios monopólicos, sin autoridad moral alguna ya que sobre éstos recaen serias sospechas del origen espurio de algunos de sus negocios en connivencia en los años 70 con la dictadura militar, hace días repiten insistentemente con un único tema, los probables negocios externos irregulares cometidos por el señor Sergio Shoklender, ex apoderado y administrador, de la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
No resulta casual que la primera declaración del sospechado, luego de su separación de esa organización, la haya realizado al diario del monopolio. ¿El tema concluye ahí? Referentes de la opinión pública, como el periodista Eduardo Aliverti, consideran que la andanada antioficialista “va por las Madres”. Intento difícil de concretar respecto de uno de los organismos que representan un pilar clave de la ética pública de nuestro país y del orbe, guía, inclusive, para muchos países en relación a cómo ir resolviendo en el tema derechos humanos con verdad y justicia.
La operación mediática, desde el matutino del monopolio mediático de la señora de Noble, sospechada de que sus dos hijos adoptivos sean hijos de desaparecidos, del canal TN y Radio Mitre, apunta contra la Asociación Madres y, por elevación, al mismo gobierno nacional, tergiversando inclusive declaraciones de Taty Almeida, madre de Plaza de Mayo de la Línea Fundadora (http://www.elargentino.com/nota-143395-exijo-que-tn-deje-de-inventar-declaraciones-que-no-hice.html ), y de la misma Estela de Carloto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo.
Alguien puede tener diferencias serias con el formato discursivo de Hebe de Bonafini, con el mismo gobierno nacional, pero no puede dejar de reconocer, a pesar del absoluto silencio por parte de los medios hegemónicos sobre sus logros, la obra de 34 años de estas mujeres del pañuelo blanco, hoy, en el intento de devolver el trabajo, la esperanza y la dignidad a miles de compatriotas fuera del sistema formal para obtener una vivienda.
Es evidente la diferencia de actitud de la Asociación Madres ante los hechos denunciados por la verdad y de no poner ningún obstáculo para su esclarecimiento como sí ocurre de parte de otros sectores, por caso, la del actual jefe de gobierno porteño. Al revés, hasta la misma Asociación se ha presentado a través de su abogado, el jurista Eduardo Barcesat, como parte querellante del señor Shoklender por el esclarecimiento del hecho. Causa ahora en manos de los jueces Oyarbide y Martínez De Giorgi por denuncia, ya realizada por dos diputadas de la Coalición Cívica hace tiempo atrás.
La crítica por corrupción en bloque, un argumento sin sustento cuando no tiene ninguna prueba, intenta opacar en este caso tan sensible a la opinión pública, lo realizado. Olvida tal presunción de que todo el que realiza algo puede equivocarse y ser estafado, y que en toda organización, aún la más proba, hay fugas y sátrapas que merecen su merecido.
Tema inevitablemente conexo a la titular de Madres, Hebe de Bonafini, que consideró el hecho como “estafa” y “traición”, es el particular vínculo que por años tuvo con este señor, a pesar de más de una advertencia sobre el mismo. ¿Por qué no se desandó antes el camino de sospechas? Muchas causas pueden explicarlo, lejanamente la connivencia de Madres en el probable ilícito.
Lo destacable es que el intento de perjudicar a las Madres apunta a octubre. Mientras, se dirime judicialmente la acción de quienes probablemente abusaron de su confianza. R.S.
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