“La marca
en el orillo”
En las transmisiones de radio de la década de 1940, Luis Elías Sojit, el más popular relator futbolístico de aquellos años, intercalaba en sus transmisiones un slogan. Con una pegadiza música de fondo la recomendación “prefiera casimires Camper” iba acompañada de una frase que se hizo famosa: “con la marca bordada en el orillo”.
Desde entonces esa expresión pasó a ser no sólo un certificado de autenticidad del producto, sino que se convirtió en el sello de la identidad de una persona, la suma de sus rasgos distintivos… Aunque ya hace décadas que el casimir desapareció del mercado, la frase no se borro del todo del habla popular y en 1968 fue recuperada en dos por cuatro por una letra de Eladia Blázquez cuyo protagonista se lamenta por el abandono de la mina que lo quiso y por su inocencia en el trato con quienes consideraba sus amigos. Y consagra la frase: “pero a mi me hacen el cuento / del amor y la amistad. / Y por eso de cariño / tengo llenos los bolsillos / y una marca en el orillo / de gilito nacional”.
De “Mil historias más”,
de Héctor Zimmerman.
(En www.cuentosaldia.com.ar)
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