viernes, 30 de mayo de 2008

LA ALDEA DE LA CARTA DE LECTORES


Los dibujos animados
nos han hecho reír



*Por Marcelo Lippi


Los dibujitos animados nos han hecho reír, llorar y reflexionar, desde el comienzo de su historia.

Recuerdo cuando mis padres me llevaron por primera vez al cine, al finado Ocean, ahora transformado (vaya uno a saber porqué y cómo) en Centro Cultural Municipal, a ver la película Bambi, que a los escasos 10´ de proyección mostraba cómo cazadores daban muerte a la madre de un ciervito. Y nadie me explicó nada. O en Blancanieves y los Siete Enanitos, donde hacían aparición, por primera vez en mi corta vida, la envidia, el odio y el homicidio. Y nadie me explicó nada. O en La Noche de las Narices Frías, en donde la desmesurada ambición de su personaje central ordenaba el secuestro y posterior asesinato de perritos dálmatas.

Acá tampoco nadie me explicó nada. A lo sumo, y para salir del paso, me decían: “¿no ves que son sólo dibujitos animados?”.

Los Simpson siempre se han burlado de la ignorancia del americano promedio, de sus presidentes y de todos los políticos del mundo, sin que nadie se enojara como don Lorenzo Pepe lo hizo. Y todo se debió a un simple dibujito animado: Los Simpson. "Realmente me gustaría una dictadura militar como la de Juan Perón. Cuando él te desaparecía, tú te mantenías desaparecido", sostiene Carl en un diálogo con Lenny, quien le responde: "Además, su esposa era Madonna", que personificó en la película "Evita".

Por supuesto, antes de poner la lengua en movimiento, como hizo don Lorenzo, habría que poner el cerebro en funcionamiento: habría que retroceder en el tiempo y en la historia para recordar, antes de emitir cualquier tipo de juicio, cosas como las siguientes:"¿Los procedimientos? Hay mil procedimientos eficaces para vencer: con armas o sin armas, de frente o por la espalda, a la luz del día o a la sombra de la noche, con un gesto de rabia o con una sonrisa, llorando o cantando, por los medios legales o por los medios ilícitos que los mismos imperialismos utilizan en contra de los pueblos." Eva Perón Libro Mi Mensaje. Ahora...¿qué dijo don Lorenzo?. Según Clarín, transcribo: "Fueron muchos años sufriendo el exilio, por favor, le pido públicamente a Mariotto (titular del COMFER) que arbitre las medidas para evitar que se siga envenenando a esta sociedad", señaló el ex diputado nacional del PJ y secretario general del “Instituto Juan Perón”. También rechazó lo que consideró una intromisión de los EE.UU. en la vida política de la Argentina. "Qué tienen que ver los EE.UU., muestran una ignorancia importante", se preguntó.

Pepe justificó su pedido de censura de Los Simpson al sostener que quiere "una sociedad más tolerante". “Yo le he pedido al COMFER que arbitre, si es que existe algún resquicio legal, para evitar que este insulto gratuito lesione aún más a la sociedad argentina”, precisó el ex legislador Pepe en declaraciones a Radio Continental de Buenos Aires.

Don Lorenzo, convengamos algo muy simple: mintiéndole a la zoociedad que Ud. representó en el Congreso Nacional...¿no se la envenena?¿Resquicio legal dijo, don Lorenzo? Según el Diccionario de la Real Academia Española de Letras, la palabra “resquicio” tiene las siguientes acepciones:

1. m. Abertura que hay entre el quicio y la puerta.
2. m. Hendidura pequeña, grieta.
3. m. Coyuntura u ocasión que se proporciona para lograr un fin.

Debería saber, don Lorenzo, que los diputados (y los ex diputados también, así se hagan llamar Mandato Cumplido) deberían luchar para que no hubiera resquicios en las leyes que sancionan porque ese es el mandato que les confirió el pueblo. Que las leyes no tuvieran ¨resquicios legales¨. Si las leyes tuvieran resquicios (más que resquicios las leyes sancionadas en la Argentina de los últimos años tienen cañones más grandes que el del Colorado), tanto Ud., como quienes lo secundaban en ese momento deberían haberse negado a votarlas, cosa que evidentemente no hicieron, porque Ud. está reclamando el uso de un resquicio legal, lo que demostraría a todas luces, de qué sacrosanta manera trabajan algunos de los representantes del pueblo en el Congreso.

Si volvemos a retrotraernos en la historia política argentina, debemos (obligatoriamente) citar lo siguiente:

Hacia 1955, todo opositor al régimen oficial se situaba al borde de la traición a la patria. Así lo había establecido Perón, lo había vociferado Evita y así lo repetían las consignas reiteradas una y otra vez por los diarios y las radios del sistema. "Vendepatrias", "cipayos", palabras confiscadas al nacionalismo, calificaban al ciudadano no peronista, que era visto como alguien excluido, marginado, ajeno a esa "Nueva Argentina" en la que todos debían ser naturalmente felices. Estaban "a disposición del Poder Ejecutivo", lo que significaba que para ellos no había hábeas corpus ni recurso judicial alguno: podían languidecer años en la cárcel sin que ninguna garantía legal los amparara¨. (Fuente: “20 Años de Historia Política Argentina”.)

Pero hubo un preso al que no se pudo liberar. Fue el doctor Juan Ingalinella, médico rosarino de filiación comunista. Lo había detenido la sección política de la policía de Rosario el día del bombardeo a la Plaza de Mayo. Lo torturaron bárbaramente, sin que su escasa importancia política hiciera siquiera entendible el motivo de ese ensañamiento. Se les quedó en la picana. Cuando estalló la Revolución Libertadora, el asesinato del doctor Ingalinella estaba en proceso de esclarecimiento: muerto por las torturas y cuyo cuerpo jamás apareció.

Don Lorenzo alega que los yanquis confunden Brasil con Argentina, que no hablan de lo que pasó con Clinton y Lewinsky o lo que ocurre en Guantánamo.Gran error. El periodista y cineasta ganador del Oscar, Michael Moore, en sus películas “Bowling for Columbine”, “Fahrenheit 911” y “Sicko”, denuncia, con entrevistas televisadas, cómo se llegó a permitir el uso de armas a cualquier ciudadano, cómo se preparó el atentado a las Gemelas, y cómo es el negociado entre el estado y las prepagas médicas, llegando a dejar al ciudadano en la misma situación de desamparo que los argentinos en los hospitales públicos, por ejemplo.

En el libro Stupid White Men (Estúpidos Hombres Blancos), el mismo Michael Moore denuncia el fraude electoral en el estado de Florida (EE.UU.) donde el actual presidente, George W. Bush, gracias a la prohibición impuesta por su primo, el gobernador del estado de la Florida, Jeff Bush para que votaran todos los ciudadanos negros que tuvieran causas pendientes con la justicia, por ejemplo, contribuyó a que se definiera la elección a presidente a su favor.

Por lo tanto, debo decir que don Lorenzo carece de argumentos válidos para exigir censura cuando ataca a los EE.UU. No me consta que don Lorenzo se haya opuesto o denunciado chanchullos parecidos o semejantes a los que denunció Michael Moore.

En EEUU serán todo lo ignorantes que don Lorenzo quiera, pero en la Argentina, ciertos representantes del pueblo son directamente impresentables. Más aún si un Diputado (Mandato Cumplido o no) se atreviera a solicitar al COMFER la censura de cualquier tipo de publicación, cosa contraria a lo establecido en la Constitución Nacional en su Art. 14, que transcribo: “Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender”

Quisiera suponer que don Lorenzo, como Diputado (Mandato Cumplido) de la Nación, sabe, conoce, e interpreta cabalmente este artículo, ya que en su juramento de práctica, reconoció respetar, defender y hacer defender la Constitución Nacional, cosa que parece haber olvidado.

¿Será por haber cumplido su mandato que la gente se olvida de la Constitución Nacional?

Y ahora don Lorenzo nos viene a hablar de insultos por parte de los yanquis que hacen Los Simpsons. Ud, don Lorenzo nos está insultando cuando pretende censurar un dibujito animado. La Presidente que habla de mensaje cuasimafioso cuando un caricaturista de renombre internacional la dibuja, nos está insultando en nuestra inteligencia y eso también podría ser tomado como un caso de censura.

Y ud., don Lorenzo, al haberse dedicado a la política, después de tantos años de militancia, sesiones ordinarias y extraordinarias, al pedir usar resquicios legales para censurar un dibujito animado, ud., don Lorenzo, al prohibir un simple dibujito animado, que dice algo sobre un ex presidente argentino, (y que ninguno de sus compañeros se ha encargado de desmentir) nos está faltando el respeto más que los yanquis.

*Periodista radial.

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