martes, 16 de noviembre de 2010







Quisiera que me recuerden

De Joaquín Enrique Areta


Quisiera que me recuerden
sin llorar ni lamentarme

quisiera que me recuerden
por haber hecho caminos

por haber marcado un rumbo
porque emocioné su alma
Porque se sintieron queridos,
protegidos y ayudados
porque interpreté sus ansias
porque canalicé su amor.

Quisiera que me recuerden
junto a la risa de los felices
la seguridad de los justos
el sufrimiento de los humildes.

Quisiera que me recuerden
con piedad por mis errores
con comprensión
por mis debilidades
con cariño por mis virtudes,

Si no es así, prefiero el olvido,
que será el más duro castigo
por no cumplir mi deber
de hombre.
El legado de Néstor

*Ernesto Laclau

A medida que los días vayan pasando, el país comprenderá crecientemente las verdaderas dimensiones de la tragedia que representa para los argentinos la súbita desaparición de Néstor Kirchner. Con él hemos perdido al estadista de mayor envergadura que nuestro país haya producido en los últimos cincuenta años. A él estará siempre ligada la transformación profunda del Estado que la Argentina experimentara a partir de 2003.

Hay que situarse mentalmente en el umbral de aquel año para advertir todo lo que ha cambiado. El 2003 no está tan lejano en el tiempo y, sin embargo, lo que lo precediera parece pertenecer claramente a otra época. El país venía de una serie de experiencias traumáticas: la dictadura militar, con la que, en razón de una serie de leyes y amnistías, la ruptura había sido tan sólo parcial; el neoliberalismo menemista que, a través de sus privatizaciones y desregulaciones, había puesto a la Argentina al borde de la bancarrota; el fracaso estrepitoso del gobierno de la Alianza, que condujo a los estallidos de 2001. Había un cinismo y un desencanto generalizados respecto de la política, que encontraría su expresión en el notorio lema “que se vayan todos”.

Ya las movilizaciones sociales subsiguientes a la crisis –las fábricas recuperadas, la extensión del movimiento piquetero y otros fenómenos concomitantes– estaban preanunciando que el ciclo del neoliberalismo estaba llegando a su conclusión. Pero lo que muy pocos esperaban era que esas movilizaciones fueran a encontrar eco y simpatía al nivel del Estado nacional. Fue contra todas las expectativas que ocurrió el 2003. Al principio, el nuevo tipo de discurso fue recibido con un considerable grado de escepticismo.
Se trataba, en la apreciación de muchos, de mera retórica, tras la cual habrían de ocultarse las habituales componendas de trastienda. Pero pronto hubo que rendirse a la evidencia: el nuevo gobierno estaba comprometido con un programa total de reestructuración de la sociedad argentina a sus distintos niveles. Programa que no podía dejar de suscitar la adhesión popular, a la vez que herir intereses creados que se habían consolidado a lo largo de decenios. En poco tiempo pudimos verificar el apoyo brindado por el Gobierno a las organizaciones populares; la decisión de operar, a través de los juicios a los represores, el desmantelamiento de la ESMA y otras medidas similares, la ruptura más radical con el pasado dictatorial que haya tenido lugar en el continente latinoamericano; la reorientación nacional de la economía, en el proceso que va desde la ruptura de facto con el FMI hasta el reforzamiento del Mercosur y el rechazo del plan del ALCA de Bush en la reunión de Mar del Plata de 2005; la democratización de la Corte Suprema y de la cúpula militar, etc. Como es sabido, toda esta corriente profunda de cambio fue continuada y radicalizada a través de una serie de medidas legislativas durante el gobierno de la presidenta Cristina Fernández, que ha representado uno de los esfuerzos más ambiciosos y sistemáticos en nuestro continente por reestructurar al Estado y redefinir sus relaciones con la sociedad civil. Todo esto se ha hecho en el marco de una integración cada vez mayor de la Argentina al espectro de los nuevos gobiernos progresistas de América latina. El país está menos solo que nunca en el pasado.

No voy a entrar a discutir la minucia de este programa legislativo. En los últimos días otros –Mario Wainfeld y Horacio Verbitsky entre ellos– lo han hecho en artículos excelentes. Pero sí quisiera referirme a un aspecto clave, que revela la naturaleza del legado de Néstor Kirchner, a la vez que su estilo particular de liderazgo. Me refiero a las resistencias que toda tentativa de cambio profundo suscita y al coro de infundios con el que las fuerzas reaccionarias pretenden combatirla. Hace unos días, los plumíferos de La Nación caracterizaban al kirchnerismo como “populismo autoritario”. La fórmula misma ya es, desde luego, problemática y ambigua, pero cuando se la usa para caracterizar la situación argentina es doblemente absurda. Un populismo autoritario sólo podría ser uno en el que las masas fueran enteramente pasivas y sometidas a un liderazgo que tomara las decisiones sin compartir el proceso deliberativo con nadie. Esto puede llegar a ocurrir en ciertas sociedades –pensemos, por ejemplo, en el Zimbabwe de Mugabe–, pero cuando esto ocurre, la deriva autoritaria es cada vez menos populista, ya que las masas son sustituidas por pequeños grupos de matones reclutados y organizados desde el poder. En tales condiciones lo que prima es el autoritarismo, en tanto que el populismo se limita a una cáscara vacía, a una interpelación meramente retórica, sin participación activa alguna de las masas.

Ahora bien, cualquiera que conozca mínimamente lo que está pasando en la Argentina, sabe muy bien que en ella se da la situación exactamente opuesta. Todas las medidas legislativas han sido tomadas sobre la base de la movilización autónoma de uno u otro sector de la sociedad. ¿Cómo explicar entonces esta insistencia en los peligros autoritarios del kirchnerismo? La respuesta es obvia. Se trata de crear una cortina de humo, por la que la supuesta “defensa de las instituciones” frente al “avance autoritario” no es sino un burdo intento por defender un statu quo en el que las corporaciones medran, frente al intento de democratizar a estas instituciones desde dentro. ¿Recuerdan ustedes la reunión reciente del Sr. Magnetto con líderes de la oposición para planificar algo no claramente especificado pero que, en todo caso, implicaba a claras luces organizar la confrontación con el Gobierno? ¿Y recuerdan ustedes esa otra reunión, mucho más siniestra, en la que se obligó a Lidia Papaleo a resignar el control de Papel Prensa bajo amenazas de muerte? La misma historia acerca de la sórdida acción del poder corporativo frente a la voluntad popular se repite en todas las instituciones. El gran dilema a ser dirimido en los próximos años, comenzando por las elecciones de 2011, es quién va a prevalecer: la Argentina corporativa del pasado o la Argentina popular que comenzó a emerger con las movilizaciones de 2001, que se consolidó en 2003 y que desde entonces ha ido ganando batalla tras batalla.

Es en el umbral de esta confrontación que el nombre de Néstor Kirchner permanecerá siempre como un signo liminar y señero. Ya no será una bandera para las luchas, pero se ha transformado en algo más importante: en un símbolo para las conciencias. Quiero recordar tres aspectos de su obra y de su mensaje. El primero es que fue uno de los demócratas más radicales que la Argentina haya producido en años recientes. Nunca intentó imponer una voluntad burocrática, sino que siempre buscó en las movilizaciones espontáneas de los grupos de base los aliados naturales a través de los cuales pensar, repensar y matizar su proyecto. El segundo es que nunca hizo una interpelación fácil a masas inestructuradas, sino que comprendió que, en las complejas sociedades contemporáneas, cualquier proyecto de cambio tiene que pasar por la transformación interna de las instituciones. No sé si Néstor habrá leído a Gramsci, pero en todo caso su acción política muestra algo que es profundamente gramsciano: la comprensión de que, en las sociedades contemporáneas, no hay populismo fácil; que, sin la mediación institucional, no hay proyecto político coherente. En tal sentido él mostró, a través de su acción política, algo que siempre pensé: que entre institucionalismo y populismo siempre hay una compleja negociación, los resultados de la cual presentarán matices distintos en diferentes sociedades.

Hay, finalmente, una tercera dimensión que es decisiva para entender el legado de Kirchner: su firmeza de acero, su compromiso total con las causas que abrazaba. Era un hombre de lucha, no de transacciones. Esto es lo que indignaba a sus detractores y lo que denominaban su tendencia “a doblar la apuesta”. Creo que se trataba de algo más importante que eso. El tenía perfecta conciencia de la naturaleza de las fuerzas con las que se enfrentaba, y sabía que sólo una voluntad inquebrantable sería capaz de confrontarlas.

¿Qué nos queda por hacer ahora, hacia adelante, después de Néstor? La respuesta es clara: proseguir su obra y completar su tarea. El nos ha legado objetivos que son más vastos que su vida y que la nuestra y que incluyen a todo nuestro continente. América latina ocupará su puesto en esta marcha general de los pueblos que habrá de conducir, desde la barbarie neoliberal, al establecimiento de formas justas, libres y racionales entre los hombres. Ya hemos oído estos últimos días las voces melifluas y viscosas de aquellos que, restregándose las manos de satisfacción, dicen que ahora Cristina está sola y tendrá que contemporizar con la oposición. Los que eso piensan van a encontrarse con una sorpresa. En primer término, parecen no conocer el temple de nuestra Presidenta, cuya determinación militante se ha mostrado en todas las pruebas –muchas duras– que debió pasar durante su gobierno. En todas las circunstancias mostró una claridad de propósitos y una determinación en su ejecución que la coloca en situación de total paridad con su predecesor.

En segundo lugar, Cristina no está sola. Ha perdido, es verdad, al compañero de su vida y la acompañamos todos en su dolor. Pero la acompaña también todo un pueblo, el cual se ha manifestado en los últimos días en una de las expresiones de pesar colectivo más inmensas –quizá la más inmensa– de la historia argentina. Debemos hacerle a Néstor, en las palabras de Antonio Machado, “un duelo de labores y esperanzas”. Cada fábrica, cada escuela, cada hogar, deben erigirse como la expresión de la voluntad colectiva de que la llama que se encendió en 2003 no se extinga jamás. Que todos los argentinos nos identifiquemos con aquellas palabras que José Gervasio de Artigas pronunciara en su lecho de muerte: “Amanece, ensíllenme el caballo”.

* Profesor de Teoría Política (Universidad de Essex).
Historia Nuestra

Crisis económica y política
de la dictadura militar


En un marco de crisis económica y crecientes dificultades sociales, el 24 de marzo de 1981, el general Roberto Viola reemplazó a Jorge Rafael Videla en el cargo de presidente de la República y nombró a Lorenzo Sigaut ministro de Economía.

Este era un economista proveniente del sector industrial argentino (fue economista de la empresa FIAT), y asumió con la intención de poner fin a la subvaluación del dólar que caracterizó la etapa de Martínez de Hoz.

En ese sentido, al momento de asumir su cargo, Sigaut pronunció una frase que, obviamente tenía como objetivo desalentar maniobras especulativas, pero que pasó a la historia argentina como ejemplo de la poco confiabilidad de las declaraciones de los gobernantes: "el que apuesta al dólar, pierde".

Días más tarde realizaría una devaluación (del peso con respecto al dólar) del 30 por ciento, en un intento desesperado de atraer inversión internacional. La inflación de 1981 alcanzaría el 131% interanual.

Sigaut dejó sin efecto la cuestionada "tablita" que había impuesto Martínez de Hoz en 1979, y desdobló el mercado cambiario, mediante la creación de un "dólar financiero" libre y un "dólar comercial" regulado, con diferentes valores.

Fue también quien comenzó el proceso de estatización de la deuda externa. Durante su gestión, la misma se incrementó un 31% y se inició la mayor recesión de la economía argentina desde la crisis de 1930. En ese año el PBI cayó y el siguiente un 9%.

En este período se dispuso también la liquidación del Banco de Intercambio Regional (BIR), uno de los aparentemente más poderosos del país, con más de cien sucursales, afectando a más de 350.000 ahorristas por unos mil millones de dólares. Las intervenciones también se extenderían a los bancos Los Andes, Internacional y Oddone.

Los fracasos en materia económica y las perspectivas aperturistas impulsados por el gobierno de Viola llevarían a la constitución de una junta multipartidaria por parte de los principales partidos políticos, buscando la realización de elecciones. La muerte de Ricardo Balbín, quien durante años había sido presidente de la Unión Cívica Radical, constituyó una ocasión de manifestación pública en favor de la democracia.

La perspectiva llevó a la junta militar a reorganizarse en noviembre de 1981. Pasaron a integrarla el entonces teniente general Leopoldo Fortunato Galtieri, el almirante Jorge Isaac Anaya y el brigadier general Basilio Lami Dozo, todos ellos partidarios de un control más duro de la situación civil.
Aunque Viola no había interrumpido en ningún momento el accionar represivo ni los operativos contra la subversión, la crisis económica y social influyó en un golpe interno comandado por el entonces general Leopoldo Fortunato Galtieri, y a fines de diciembre de 1981 Viola fue obligado a renunciary con él, el ministro de Economía Sigaut, siendo reemplazado por Roberto Alemann. Antes de asumir Galtieri, lo reemplazó por unos días el almirante Carlos Lacoste.

La crisis económica marcada por las nuevas devaluaciones, recesión, quiebras, aumento de la inflación y una deuda externa inmanejable, siguió siendo motivo de descontento y preocupación, y disolvió el apoyo que el gobierno de facto había cosechado en vastos sectores de la población.

A pesar del temor que todavía reinaba como saldo del terrorismo de Estado el descontento se manifestó de manera creciente. Sectores gremiales y partidos políticos comenzaron a organizar acciones de protesta que culminaron el 30 de marzo de 1982 en una convocatoria de la CGT (Confederación General del Trabajo) a movilizarse en todo el país contra el régimen militar.
Esta osadía fue reprimida duramente por la policía con un saldo de detenidos, heridos y un muerto en Mendoza.

Esperando recuperar algo de apoyo perdido, tres días después, en abril de 1982, el Proceso se embarcó en una absurda Guerra con Gran Bretaña por la soberanía de las Islas Malvinas. Aunque al comienzo consiguió encender una ola de nacionalismo, el lamentable desempeño de la Fuerzas Armadas en los campos de batalla y su pronta derrota le puso fecha de vencimiento a la dictadura.

Prof. Isabel Rodríguez
Por qué los argentinos somos así

Tuve la suerte de realizar recientemente un viaje a Europa por casi un mes.
El recorrido fue buena parte en un tour, contratado en Buenos Aires. Por supuesto, el tour era con guía de habla hispana y con una empresa mayorista de turismo que se dedica casi exclusivamente a países de América Latina.

Por ello, la mayoría de mis ocasionales compañeros de viaje eran argentinos (el 80%) , algunos colombianos, mexicanos , dominicanos y una familia brasileña.

Por razones de organización ya prefijada, los miembros del tour compartíamos la mesa a la hora de comer. Así pude comprobar con tristeza., la actitud de la mayoría de mis conciudadanos allí presentes; la síntesis es: Argentina y los argentinos somos los peores en todo. Frases como éstas: “los argentinos somos todos unos indígenas” ; “en Olivos tenemos una yegua” (refiriéndose a la Sra. Presidenta ) ; “ cada vez estamos peor”, “ la crisis en Argentina nos pegó más fuerte que en Europa”, etc.

Ante mi asombro e indignación, me animé a preguntar a uno de mis circunstanciales ( y nada agradables, desde esta óptica) compañeros de viaje : “ Si todo está tan mal en nuestro país: cómo es que estás acá, viajando por Europa y gastando plata?” La respuesta me dejó más azorada aun: “antes de que me la saquen los Kirchner, prefiero gastarla yo”.

Creo que esta actitud, que he presenciado hasta el cansancio durante las 4 semanas del viaje, se contrapone claramente con la de los ciudadanos de otros países, algunos mucho más pequeños, pobres y complicados que el nuestro: no escuché más que elogios a sus respectivas patrias en boca de mexicanos, colombianos, dominicanos y ni que hablar de brasileños, todos ellos orgullosos de su origen nacional
¿Será un tema digno de estudio? Será falta de patriotismo, de sentimiento de pertenencia , de identidad nacional?

No hay dudas de que muchos países europeos están muy por delante nuestro: sus siglos de historia, su poderío económico ( ¿basado en los saqueos coloniales?) , así lo explican. ¿Pero quién no tiene problemas? España, ¿con sus 4,5 millones de desocupados? Con un gobierno socialista que no hace más que decretar ajustes que oprimen económicamente al pueblo y dan por tierra con derechos adquiridos por sus trabajadores después de años de lucha? ¿O Italia, gobernada por un Sr. “El Caballieri” Berlusconi , acusado de todo tipo de deshonestidades: económicas, políticas y sobre todo personales?

Sin embargo, ni españoles ni italianos hablan de sus países como mis compañeros de viaje del mío.
Cuando era chica, me enseñaron que la ropa sucia, en caso de haberla , se lava en casa.
¿Qué les pasa a ciertos argentinos? El odio, el resentimiento, el complejo de inferioridad nacional, ¿no les permite ver la realidad?

Sólo para pensarlo. Personalmente, no tengo respuesta, sólo indignación.

Dra. Marta Balado
Abogada
Luis María Campos 4545
Caseros (1678) BsAs
4734-5599
15-5042-8418

¿Un mate?

*Joaquín Hidalgo


El buen cebador de mate sabe cuáles son las reglas a seguir para lograr un mate perfecto. El que no las conozca, que lea esta nota y agende lo que jamás debe hacer bajo ningún concepto, si quiere que otros cebadores lo respeten.
El que no haga caso a los siguientes mandamientos, que se atenga a las consecuencias.

1. No usar azúcar ni edulcorante.
Esto es un pecado mortal. El mate es amargo, y punto. Toda otra variante es un plan cobarde para ablandarle la boca a una bebida que es recia y rica, tal y como la da la naturaleza. Sino, probá ponerle azúcar a las aceitunas o a la espinaca, a ver como te queda.

2. No revolver la bombilla
La bombilla no es una palita para arreglar la yerba y levantarla cuando el mate está lavado. A pesar de que hay gente que les gusta palanquearla para generar un agujerito en las profundidades del mate, la bombilla no se toca.

3. Nunca soplar por la bombilla
Se sabe de gente que, cuando el mate está duro, sopla para mejorar el tránsito de la bombilla, pero no hay nada más desagradable ni desconsiderado: el mate no es un clarinete, y además lo llenos de microbios que el otro no tiene por que beberse.

4. Jamás cebar con agua hervida
Cebar un mate con agua hervida es un delito que merece la pena capital, ya que de esa forma la yerba se quema y queda amarga como la carqueja. Un buen cebador, escucha la pava y siempre sabe cuándo el agua está lista.

5. Cortar el mate con agua fría de la canilla
Otra acción que merece la horca. El cloro del agua corriente hecha a perder el gusto del mate y ya no tiene retorno. Si el agua te quedó muy caliente, esperás a que se enfríe, sin chistar.

6. Nunca convidar un mate frío
Esto es una señal de desprecio y equivale a ofrecerle un plato de pescado podrido a quien tiene hambre. Antes que cebar con agua fría, el buen matero rehace la partida: calienta el agua, cambia la yerba y ceba desde cero una nueva ronda, para no desdeñar a nadie y conservar el amor propio.

7. Bajo ningún concepto reusar la yerba.
A ver si nos entendemos: cuando un mate ya dio todo el sabor crudo del pasto y aportó su amargo revitalizante, esa yerba ya no sirve más. Nada de volver a cebarlo conservando la que estaba abajo en el mate. El matero de ley no vuelve a usar la yerba: tira todo y arranca otra vez.

8. No incursionar en mezclas New Age
¿Qué es eso de combinar el mate con poleo, muña muña, o cáscara de naranja? El mate ya tiene sabor suficiente, señores. Si no les va, cambien la marca de yerba. Pero eso de andar buscandole "funcionalidades" –que haga bien a los huesos, al transito lento, a la presión– no es propio de esta bebida, sino de jarabes.

9. Nunca chupar el mate ajeno

Esto equivale a robarle a alguien su porción de asado. Fijate, en una ronda de materos, para que el mate llegue lejos, pasa por varias manos y ninguna tiene derecho a cortar el trayecto y robar el turno. Es una gruesa afrenta, que en tiempos de gauchos se solucionaba con facón.

10. Dejar migas en la bombilla
Esto sí que es de pésimo gusto. Si todos sabemos que el mate es una costumbre bastante promiscua y hasta poco higiénica, debemos cuidar el aspecto del ritual para no hacerlo aún más asqueroso. Si se toma mate con bizcochos, antes de beber hay que limpiarse la boca. ¿O a alguno le gusta compartir una gaseosa con "pescaditos"?

*Experto en mate
Medicamentos

Nombre del medicamento: HOMBRE.
Nombre científico: Homo erectus - macho
Acción terapéutica: Ansiolítico, tranquilizante, con acción antidepresiva.

Indicaciones
-“Hombre” está especialmente indicado para mujeres portadoras de SMS (Síndrome de Mujer Sola) y Enfermedad de NOCO.
-Tratamiento de los estados de ansiedad
-Ansiedad asociada a depresión.
-Prevención y tratamiento del delirium tremens.
-Tratamiento de los estados de pánico asociados, o no, a agarofobia (terror a los espacios abiertos).
-Tratamiento del mal humor e insomnio

Posología y forma de administración
“Hombre” debe ser usado dos veces por semana. La dosis puede aumentarse tanta veces como sea necesario hasta que desaparezcan los síntomas, la duración del tratamiento debe ajustarse a la tolerancia de la paciente.
Si el medicamento no responde apropiadamente cámbielo por otro. “Hombre” también es apropiado para uso externo.

Sobredosificación
Las manifestaciones de sobredosis incluyen sudoración profusa, somnolencia, disminución de reflejos, dolor pelviano o anal, contracturas de cualquier tipo, etc.
En todos los casos de sobredosis se recomienda reposo.
Preste atención al síndrome de MALCO, en ese caso cambie por otro producto de la línea “Hombre”. (Recuerde que el síndrome de Malco es peor que el de Noco.)
Reacciones adversas
El uso inadecuado de “Hombre”, puede acarrear gravidez, náuseas y accesos de vómito, que no ceden al interrumpir el tratamiento. De ocurrir esto consulte con su médico.

Plazo de Validez
El número del lote y la fecha de fabricación, se encuentran en la cédula de Identidad, DNI, yen la tarjeta de crédito.
No use “Hombre”si está vencido.

Precauciones y advertencias
El producto no es efectivo para las pacientes homosexuales Manipúlelo con cuidado, porque “Hombre”explota bajo presión, principalmente cuando se asocia con alcohol etílico.
Es desaconsejado el uso inmediatamente después de las comidas
No contiene repelente de mujeres, por lo tanto, manténgalo lejos del alcance de las amigas y de la vecina conversadora y sonriente. Puede hacer estragos en su producto.
Existen en el mercado algunas marcas piratas, el embalaje es de excelente calidad, pero luego de abierto se verifica que el producto no hará efecto ninguno. Por el contrario, además de no ser eficaz en el tratamiento de las mujeres que sufren SMS, puede agravar los síntomas y hasta inhibir el efecto del medicamento correcto .

Instrucciones para el perfecto funcionamiento de HOMBRE

Al abrir el paquete, ponga una cara neutra, no se muestre muy complacida con el producto. Si se siente muy seguro de sí, “Hombre” no funciona correctamente.
Consérvelo en lugar fresco y seguro (no se olvide que es el sexo débil). Para motivarlo, bastan unos besitos en el cuello por la mañana.
Para desmotivar, provea una noche de sexo intenso. Él dormirá hecho una piedra y no dirá ni buenas noches (la falta de educación es un defecto de fábrica).
Prográmelo para firmar los cheques sin hacer muchas preguntas.
Cargue las baterías tres veces por día: café de mañana, almuerzo al mediodía y cena a la noche. Más que eso, provoca gordura indeseable.

Las cosas que sabe hacer bien (cambiar lámparas, abrir latas en general, cambiar ruedas, cargar bolsas, colgar cuadros de la pared, cambiar canillas, duchas y lustrar zapatos) deben ser estimuladas.

Atención:
“Hombre” no tiene garantía y todos los especímenes están sujetos a defectos de fábrica, a saber: dejar la toalla mojada en la cama, orinar la tapa del inodoro, hacer vagancia, desordenar las cosas, criticar, reclamar, auto exaltarse, beber demasiado, comer cebolla, olvidar fechas de aniversario, roncar, etc. La solución es ir cambiando hasta que se halle el modelo más adecuado a las exigencias

A veces es necesario besar unos 400 sapos antes de encontrar al príncipe encantado.

Mucha suerte y no prueben con los Genéricos, ¡¡son de mala calidad!!
La conjura de los libreros

*Por Roberto Di Vita

CAPITULO OCHO


Capítulo dedicado al librero Carlos L.

(Resistencia de los libreros ante las multinacionales del libro.)

Esto se dio paralelamente con el acontecimiento de la Editorial Marzo, el Papel Prensado y la caída de la más grande de las imprentas universitarias.

Sobre la calle Bahía Blanca se encontraba la gran librería Jorge Calvo, con su gran sala de reuniones, su biblioteca de consulta, su patio de deportes de la Juventud y su fondo para los choripanes y los panchos en los días de fiesta.

La bomba de gran poder con su detonación destruyó gran parte del frente de la librería y despertó esa noche a los vecinos de Villa Devoto. Sangre, sordera y lágrimas en las paredes.

En la librería se habían quedado de guardia el viejo José y otros dos libreros amigos para cuidarla y resguardar todo ese centro cultural fraterno juvenil.

Los rufianes que pusieron la bomba esa noche, fueron mandados por mister Sket y el brujo camarero. Llegaron con sus automóviles, con sus explosivos, sus pistolas, sus itakas, ametralladoras y sus capuchas.

El viejo José los vio venir desde su lugar de observación y también llegó a ver cómo depositaban la bomba en el piso, en la entrada de la librería. La explosión y el derrumbe de gran parte de la pared delantera, tiraron al viejo José hacia atrás, lastimando peligrosamente sus oídos. De inmediato subió hacia ese lugar otro de los libreros amigos y por la abertura de la mirilla que no se había dañado, disparó una, dos, tres veces con su 38 largo a los atacantes.

El tercero de los defensores desde la planta baja, disparó una, dos veces con su temeraria escopeta de caza mayor, a través del gran boquete que dejó la explosión de la bomba.

Disparos que alcanzaron a los tres atacantes. Sangre negra en la vereda de la calle Bahía Blanca. Vehículos que se alejaron a toda velocidad sin recoger a sus heridos o muertos.

Defensores maltrechos y aturdidos por la gran explosión de la bomba contra la librería Jorge Calvo, con su estrella de cinco puntas atacada una vez más, pero defendida con valor... (Continuará.) Derechos Reservados

*Escritor
Martina en la cocina

*Marta Rodríguez

Aires nuevos soplaron haciendo cosquillas, cuando ella entró con Martina y la sentó en la mesada.
Todos los integrantes de la cocina ya la conocían, es verdad, pero, sólo de pasadita. Ahora estaba ahí, entre ellos, y no sabían que hacer.
La vieja sartén, conocedora de lo sensible que eran sus compañeros, los trajo de regreso.
–¿Qué les está pasando? –preguntó.
– Es que . . . la vimos tan hermosa, con esos ojazos habladores y esa sonrisa de dulce de leche, que no pudimos evitar emocionarnos dijo la cuchara de madera.
– Yo recordé a Mailén y a Rodrigo, a ellos también los sentaste en mi regazo –acotó la mesada.
Ella asintió con la cabeza.
– Seguro que sus manitas van a buscar la harina en mi cuenco –fueron las palabras del bol.
– Le va encantar verme bailar –añadió la “humilde” batidora.
– Seguro que va a venir en mi busca –susurró el azúcar.
– ¡La diversión está conmigo! romper la cáscara de mis huéspedes es lo máximo aseguró la huevera.
– Son incorregibles, parecen niños –les dijo ella.
Martina los miraba y los miraba; sus nuevos amigos eran cálidos y graciosos.
– ¿ Venís con Abu ?
Martina extendió sus brazos y la panera, con su panza colmada de pancitos dorados y crocantes, le ofreció el más sabroso.
Se fueron de la cocina tomadas de la mano. A Martina le encanta comer pan.

–––––––––––––

Receta
Figazzitas

Ingredientes

Fermento:100 grs. de levadura / ½ taza leche tibia / 1 cucharadita de azúcar / 2 cucharas gordas harina

Preparación: Mezclar todos los ingredientes y poner a levar. En un bol colocar: 2 huevos / ½ taza azúcar (un poco menos) / ½ taza aceite
Añadir el fermento. Seguir agregando harina y agua tibia salada. Llevar el rollo a la mesada y con toda energía amasar hasta lograr un bollo terso y elástico. Dejar levar, estirar, cortar pancitos y dejar levar nuevamente. Se pueden pintar con huevo. Utilizar horno caliente.

*Maestra cocinera
y cuentista
10/11/2010
¿Qué es Blu-ray Disc?

La era de la Alta Definición llegó, y se consolidó con el Blu-ray. Así como desde 1993, comenzó a difundirse el DVD y desterró de los hogares el Video cassette. Los discos Blu-ray comienzan a ocupar un lugar privilegiado en nuestras casas. El disco Blu-ray supera todo lo visto. La mejor butaca para ver películas. No es un sueño, es Blu-ray.

Imaginá un mundo mágico, imposible de igualar: es el cine en tu casa. Es el máximo experimento cinematográfico. Con una imagen superior y un sonido de Alta Definición. Sinceramente, es increíble.


En su video amigo y en GUIA MUSICAL, 4712-1675, Santos Lugares.

La primera batalla
por la soberanía
*Felipe Pigna


Más allá de las polémicas que afortunada y deseablemente sigue despertando una figura tan interesante y clave de nuestra historia como la de Juan Manuel de Rosas, quizás uno de los aspectos más positivos de su gobierno haya sido el de la defensa de la integridad territorial de lo que hoy es nuestro país.

Debió enfrentar conflictos armados con Uruguay, Bolivia, Brasil, Francia e Inglaterra. De todos ellos salió airoso. Compartía con los terratenientes bonaerenses la seguridad de que el Estado no podía entregarse a ninguna potencia extranjera. No había tanto en Rosas y sus socios políticos y económicos una actitud fanática que se transformara en xenofobia ni mucho menos, sino una política nacionalista pragmática que entendía como deseable que los ingleses manejasen nuestro comercio exterior, pero que no admitía que se apropiaran de un solo palmo de territorio nacional que les diera ulteriores derechos a copar el Estado, fuente de todos los negocios y privilegios de nuestra burguesía terrateniente.

En el Parlamento británico se debatía en estos términos el pedido brasileño y de algunos comerciantes ingleses para intervenir militarmente en el Plata para proteger sus intereses: "El duque de Richmond presenta una petición de los banqueros, mercaderes y tratantes de Liverpool, solicitando la adopción de medidas para conseguir la libre navegación en el Río de la Plata [...]. Pero no era asunto tan fácil abrir lo que allí habían cerrado las autoridades legales. Este país (la Argentina) – decía el conde de Abeerden– se encuentra en la actualidad preocupado en el esfuerzo de restaurar la paz en el Río de la Plata [...]; perderíamos más de lo que posiblemente podríamos ganar, si al tratar con este Estado, nos apartáramos de los principios de la justicia. Pueden estar equivocados en su política comercial y pueden obstinarse siguiendo un sistema que nosotros podríamos creer impertinente e injurioso [...], pero estamos obligados a respetar los derechos de las naciones independientes, sean débiles, sean fuertes" (1).


Se ve que el gobierno de Su Graciosa Majestad decía una cosa y hacía otra, porque en la mañana del 20 de noviembre de 1845 pudieron divisarse claramente las siluetas de decenas de barcos. El puerto de Buenos Aires fue bloqueado nuevamente, esta vez por las dos flotas más poderosas del mundo, la francesa y la inglesa, históricas enemigas en la Guerra de los Cien Años y en las campañas napoleónicas que debutaban como aliadas en estas tierras.


El canciller Arana decía ante la Legislatura: "¿Con qué título la Inglaterra y la Francia vienen a imponer restricciones al derecho eminente de la Confederación Argentina de reglamentar la navegación de sus ríos interiores? ¿Y cuál es la ley general de las naciones ante la cual deben callar los derechos del poder soberano del Estado, cuyos territorios cruzan las aguas de estos ríos? ¿Y que la opinión de los abogados de Inglaterra, aunque sean los de la Corona, se sobrepondrá a la voluntad y las prerrogativas de una nación que ha jurado no depender de ningún poder extraño? Pero los argentinos no han de pasar por estas demasías; tienen la conciencia de sus derechos y ceden a ninguna pretensión indiscreta. El general Rosas les ha enseñado prácticamente que pueden desbaratar las tramas de sus enemigos por más poderosos que sean. Nuestro Código internacional es muy corto. Paz y amistad con los que nos respetan, y la guerra a muerte a los que se atreven a insultarlo" (2).


La precaria defensa argentina estaba armada según el ingenio criollo. Tres enormes cadenas atravesaban el imponente Paraná de costa a costa sostenidas en 24 barquitos, diez de ellos cargados de explosivos. Detrás de todo el dispositivo, esperaba heroicamente a la flota más poderosa del mundo una goleta nacional.


Aquella mañana el general Lucio N. Mansilla, cuñado de Rosas y padre del genial escritor Lucio Víctor, arengó a las tropas: "¡Vedlos, camaradas, allí los tenéis! Considerad el tamaño del insulto que vienen haciendo a la soberanía de nuestra Patria, al navegar las aguas de un río que corre por el territorio de nuestra República, sin más título que la fuerza con que se creen poderosos. ¡Pero se engañan esos miserables, aquí no lo serán! Que treme el pabellón azul y blanco y muramos todos antes que verlo bajar de donde flamea". (...) La lucha, claramente desigual, duró varias horas hasta que por la tarde la flota franco-inglesa desembarcó y se apoderó de las posiciones criollas. La escuadra invasora pudo cortar las cadenas y continuar su viaje hacia el norte. En la acción de la Vuelta de Obligado murieron doscientos cincuenta argentinos y medio centenar de invasores europeos.


(...) El general San Martín escribía desde su exilio francés: "Bien sabida es la firmeza de carácter del jefe que preside a la República Argentina; nadie ignora el ascendiente que posee en la vasta campaña de Buenos Aires y el resto de las demás provincias, y aunque no dudo que en la capital tenga un número de enemigos personales, estoy convencido, que bien sea por orgullo nacional, temor, o bien por la prevención heredada de los españoles contra el extranjero, ello es que la totalidad se le unirán [...]". (...)


Los ingleses levantaron el bloqueo en 1847, mientras que los franceses lo hicieron un año después. El tratado definitivo de la Confederación con Inglaterra, la convención Arana-Southern, se firmó el 24 de noviembre de 1849. El gobierno inglés se obligaba a "evacuar la isla de Martín García". Por el artículo 4º, el gobierno de su Majestad reconocía "ser la navegación del Río Paraná una navegación interior de la Confederación Argentina y sujeta solamente a sus leyes y reglamentos, lo mismo que la del río Uruguay en común con el Estado Oriental".


(1) Parlamentary Debates, 27 de junio de 1845. (2) Arana, Enrique; Rosas en la evolución política argentina, Bs.As., Instituto Panamericano de Cultura, 1954.


*Profesor de Historia

Nota completa:
http://edant.clarin.com/suplementos/zona/2008/11/23/z-01808493.htm



¿Hay que besarse más?

(De Evangelina Himitián*, Besos argentinos, La Nación, 2-07-2010) No fue el 4 a 1 conseguido frente a Corea del Sur ni el desempeño de los que jugaron ese día. Fueron los besos que Diego Maradona les propinó a los jugadores lo que más intrigó a un periodista inglés, durante la conferencia de prensa que siguió al segundo partido de la Argentina en Sudáfrica.

"No, no empecemos con eso de quebrar la muñeca por el afecto que tengo por mis jugadores. Es el agradecimiento por el trabajo realizado", contestó Maradona, entre risas.
En Internet proliferaron los foros en los que miles de extranjeros se preguntan por qué los hombres argentinos se besan tanto. Dicen los especialistas que no siempre los hombres se saludaron con besos en Buenos Aires. Que más bien es una costumbre que se instaló tímidamente en los 70, se arraigó en los 80 y a partir de los 90 se generalizó sin pruritos.

Inclusive, se hizo costumbre enviar besos por teléfono al finalizar una conversación y se incorporó el hábito de acompañar la firma de un e-mail con la leyenda "besos", en reemplazo del demodé "saludos cordiales". Esto no implica cercanía o conocimiento previo. Lo mismo que besarse con alguien que uno acaba de conocer. O que va a vendernos un departamento o entrevistarnos para un trabajo.

Incluso, besar a una mujer con la que no se tiene confianza es una costumbre habitual en la Argentina, pero nada común en otros países. Tanto se fue corriendo la línea de a quién saludar con beso y a quién no que a los extranjeros que visitan o viven en Buenos Aires les resulta imposible convertir este hábito en una regla de comportamiento.

"Hay mucho beso en Buenos Aires y a veces no sé si entiendo bien. Uno besa a casi todo el mundo", apunta el corresponsal de la BBC, Daniel Schweimler, casado con una argentina. "«¿A todo el mundo?», le pregunté a mi esposa argentina la primera vez que visité el país. «Sí, a todo el mundo», me respondió. Ese día fuimos a ver a su dentista. Nos encontramos en la entrada. Me incliné para besar a la diminuta dentista y ella retrocedió horrorizada en un movimiento digno de un jugador de rugby. «Bueno, tal vez un beso a todo el mundo no», me explicó mi mujer", dice Schweimler, que publicó una columna sobre los besos argentinos en el portal de la BBC.
“El beso se va cargando de señales; se convirtió en un código lleno de variaciones. Los hay más formales, más íntimos, los que cierran una charla, como una invitación a seguir conociéndose. Los besos abren una nueva forma de comunicación dentro de la masculinidad", afirma el sociólogo Sergio Sinay.

De todos los tipos de besos, el que Sinay más destaca es el que se da entre amigos. "Es una ventanita que se abrió para franquear el mundo emocional entre hombres. Llama la atención en el mundo porque todavía predomina un modelo masculino disociado de la emocionalidad", dice. Esta costumbre empezó siendo apenas un roce de mejillas y un chuick en el aire. Ahora, el beso entre amigos se acompaña de varias palmadas. Una en el hombro antes de besarse, y otras varias después, para sacudirle cualquier rasgo femenino.

Pocos amigos

"Llevo viviendo varios años en Europa y me di cuenta de por qué acá los hombres no se besan. Porque no son amigos. Acá se juntan a ver al Barça, se emborrachan, se palmean, muy machitos, son todo testosterona. Pero nunca se vieron llorar uno al otro ni compartieron sus preocupaciones ni se visitaron sin tener una razón. Por eso tampoco se han besado", explicó a LA NACION el periodista Hernán Casciari, que vive en Cataluña.
Hace algunos años, el filósofo Tomás Abraham inició una cruzada antibeso. "Mi campaña es en contra del Beso Obligatorio Masculino (BOM). Nada de esto implica una cruzada machista, sino un recuerdo de la antigua caballerosidad", dijo en su blog.
Durante un beso, una persona invade el espacio vital de la otra y se queda allí por un segundo. Entonces, puede sentir desde su perfume, su buen o mal aliento, la suavidad o aspereza de la piel de sus mejillas y hasta meter la nariz entre sus cabellos.

"Mi propuesta y campaña no tiene un significado psicológico. No sé si mi boca está más cerca de mis fueros personales que mi mano derecha. Todo mi cuerpo tiene derecho a vivir tranquilo. Es una cuestión de cercanía. Si fuera un oso hormiguero me bancaría el chupón de un conocido, total lo veo a dos metros. De ser manicorto o muñonero, el dar la mano exigiría que nos rocemos los pantalones con el prójimo y preferiría los mails. Pero siendo un Homo erectus, no hay como los brazos para conservar los lugares", enfatiza Abraham.
El beso con barba tiene origen porteño, afirma el filósofo: "A ningún catamarqueño se le hubiera ocurrido entrar al café de la plaza frente a la intendencia y besar cinco veces la mesa de cinco".

Tampoco es sencillo manejar la costumbre de los besos masculinos siendo un argentino que vive en el exterior. "Hay dos momentos traumáticos. El primero, cuando llegás, porque el saludo es automático. El cachete se te va y los españoles se te tiran para atrás, con las manos levantadas, como indicando falta", dice Casciari.

"La tenés que remar con la cosa cultural, pero te miran raro toda la noche. Después, cuando te acostumbrás a saludar con la mano, te puede pasar como a mí, que te encontrás con otro argentino que vive acá y ¿qué hacés? ¿Le das la mano? ¿Un beso o dos, como es la costumbre acá para saludar a mujeres? Entonces ocurre la catástrofe -reflexiona-. No sabés cómo encarar, derecha o izquierda, y en ese cabeceo, casi terminás dándole un pico. Somos hombres y argentinos y acabamos de besarnos doble. Nos da asco. Nos ponemos colorados. No nos miramos a los ojos nunca más".

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1280680&origen=nlinfograll
Historia Nuestra

Madres de la Plaza, el coraje que no cesa

“Nos tienen miedo porque no tenemos miedo...”


Desde que la Junta Militar puso fin al gobierno de María Estela Martínez de Perón en marzo de 1976, el término “desaparecido” pasó a formar parte del vocabulario cotidiano de la Argentina.

Para eliminar a los ciudadanos que los militares consideraron “enemigos potenciales”, se actuó con discreción. Simplemente eran secuestrados por grupos de tareas no identificables, o por miembros de las fuerzas policiales o militares y desaparecían sin dejar rastro, y, en general no se volvía a hablar de ellos.

Nada de asesinatos espectaculares o masacres a pleno día al estilo de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), nada de redadas masivas que hicieran recordar al estadio nacional chileno, nada de arrestos.
Jorge Rafael Videla se aventuró a decir en una conferencia de prensa “los desaparecidos no están ni vivos ni muertos, están desaparecidos”.

El plan elaborado por el gobierno pareció funcionar, pero no tuvieron en cuenta las posibles reacciones de los familiares de los desaparecidos, que no se resignaron a aceptar las maniobras dilatorias del gobierno para darles una respuesta y mucho menos a olvidar a sus seres queridos.

Un sábado de 1977 a las cinco de la tarde, catorce mujeres, madres de desaparecidos, desafiaron la prohibición del derecho de reunión y manifestaron en la Plaza de Mayo su dolor y su bronca a la falta de respuesta del gobierno.

Luego acordaron reunirse los jueves de 15:30 a 16:00 horas porque era un horario en el que transitaba mucha gente. Los mismos policías que custodiaban la plaza les indicaron que caminaran de a dos por que el país estaba bajo Estado de Sitio y estaban prohibidos los grupos de 3 ó más personas.

Así comenzaron las marchas alrededor de la Pirámide de Mayo.
En diciembre de 1977 nueve militantes de organizaciones de familiares son secuestrados en la puerta de la Iglesia de la Santa Cruz, donde se habían reunido para dar los toques finales a una solicitada que intentarían publicar en La Nación, el 10 de ese mes.
Dos familiares, entre ellos Azucena Villaflor, impulsora de Madres, son secuestrados 48 horas después en sus domicilios y desaparecen.

Ese mismo mes son secuestradas las religiosas francesas Léonie Duquet y Alice Domon que formaban parte de las misiones extranjeras en villas y trabajaban en las Ligas Agrarias.
Este fue un duro golpe para las Madres y para el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos.

La irrupción de las Madres fue la primera respuesta pública que surgió de la sociedad civil a la represión. Si bien al comienzo su reclamo fue casi en total soledad, con el tiempo su trabajo sistemático y tenaz comenzó a conocerse gracias a los testimonios de la prensa extranjera y al apoyo de algunos sacerdotes.

Además de las Madres, también se formaron otras organizaciones que agruparon a personas o familiares afectados por el terrorismo de Estado, como los Familiares de Detenidos y Desaparecidos por razones políticas y las Abuelas de Plaza de Mayo.
Estas últimas, se dedicaron a rastrear a sus nietos nacidos en los centros de detención clandestinos o secuestrados junto a sus padres, y de los cuales no tenían noticias.

Los reclamos de los familiares fueron acompañados por otras organizaciones que ya existían antes de 1976 como el Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y la Liga Argentina por los Derechos del Hombre.

A partir de que el Comité Noruego otorgó el Premio Nobel de la Paz a Adolfo Pérez Esquivel, coordinador general de la SERPAJ, el 13 de octubre de 1980, los organismos de derechos humanos contaron con un respaldo que les permitió actuar con más libertad.

Prof. Isabel Rodríguez
Sanata y clarificación

Sí, claro que el periodista Jorge Lanata tiene varios fundamentos para haber cambiado, quizás, su mirada acerca del pasado y el presente: su propio narcisismo y egolatría, y una coherencia a toda prueba.

¿Coherencia? Sí, coherencia, pero no la del sostén discursivo, sino relacionada con su propio negocio: mantenerse, venderse, saber hacerlo, convencer por un ratito aunque sea de que lo que dice es LA verdad.

¿Y cuál es la coherencia? Ser opositor a TODOS los gobiernos, porque si no, sabido es, el periodismo no vende. ¿Y qué sucede cuando se dice ser "progre" y el gobierno de turno, no sin limitaciones, tiene visos de progresista? ¿Se juega al oficialismo? No, nunca, ya no es negocio así.

Entonces, en este caso la coherencia obliga a modificar el discurso: negocios son negocios, y cuando se trata de vender espectáculo, “noticias”, la verdad es apenas un detalle.
Entonces el señor Jorge Lanata cambia la óptica, y dice: "ahora me pongo del lado de los débiles, mientras su iniciado Tenenbaum le sopla bajito "Clarín" (ni él ni su iniciado se creen eso, pero, lo dicen). Espectacular fundamento, la debilidad (?) del monopolio. El diario que maneja con hegemonía casi total, por décadas, el pensamiento y la cultura informativa (o desinformativa) del argentino promedio, es débil. ¿Y las pruebas de esto?

En realidad el discurso del periodista showman es encubridor, no defiende al “débil”, si no que es “argumento” para sostener lo suyo. Todo bien. Para ello apela a ideas de la derecha, o a donde sea, no importa, mientras pueda seguir vendiendo y vendiéndose, en varios sentidos. Y lo hace, sin vueltas. Total, ¿qué mas da? Si ya quebró una empresa (Crítica de la Argentina) dejando en la calle a unos 200 laburantes, ya pasó el Rubicón, ya está, va por todo, incluida su degradación. Piensa: "a estos boludos los desintegro y encima les sigo sacando guita, porque por un tiempo van a hablar de mí (paradoja).

El tema es que muchos que creyeron en él se han desilusionado. Son personas con cierta integridad que se hartan de escuchar tanta estupidez, y les duele, claro, porque lo recuerdan de antes, de hace apenas dos años atrás. Pero, la realidad no es lo queremos que sea, es lo que es.
¿Y de los hechos concretos dice algo el señor de teatro de revistas? Hoy, ahora, no dice nada, sólo hace ejercicio erístico. ¿Y de sus glorias pasadas? Sí, las utiliza, apenas para sostener lo improbado de ahora. Queda como parte de su cháchara vacua discursiva presente. Un tropo, un mohín.

Se comenta que el señor asustasuegras de los 90 pasaría a trabajar al diario que siente “débil”. Si ocurre, ahí estaría el fundamento final con moño de regalo del periodista "independiente" (¿de qué?) que supo hacer lo que tenía que hacer para mantener su capital no precisamente simbólico. Salvo ese irreverente"boludo" como latiguillo repetitivo hasta el hartazgo mirando a la cámara como muchacho piola de barrio que le explica a los "boludos" dónde está la posta.

Charly García lo vio hace ya bastante tiempo, cuando una vez fue a uno de sus programas y le espetó sin anestesia como el loco que ve más allá de lo que muchos vemos: "vos sos un pelotudo", le dijo. Charly no adivinó, vio en ese presente el actual. R.S.
La conjura de
los libreros
Por Roberto Di Vita*

CAPITULO SIETE


Resumen anterior: Las multinacionales del libro atentan contra las librerías locales para copar el mercado. El viejo José y sus amigos resisten pero una explosión hizo volar por los aires a Pablo y Silvina; antes de los atentados el viejo José conoció a muchos escritores. Pablo y Silvina estuvieron a punto de relacionarse en el barrio de Villa Crespo; los libros hablan.
Amadito, boleteado por el tira Meneses en los bosques de Palermo, para vengar el cachetazo que le había propinado su hermana cuando el tira Meneses la quiso toquetear en un allanamiento, era un pibe como tantos otros, en el Barrio de Villa Crespo.
El primer golpe a la autoestima de Amadito, creemos que se produjo, cuando los pibes de la calle Darwin le dieron el boicot. El boicot era la sanción más terrible que podía soportar un muchacho de Villa Crespo
Boicot significaba separación, apartado, no darle más bola, exclusión casi perpetua de la barra, el exilio a otra barra, la diáspora cruel y lejana.
Las razones del porqué de esta sanción contra Amadito, puede que sean poco claras. ¿Alguna batida? ¿Alguna traición a los intereses del barrio?. ¡Vaya uno a saberlo!
Lo cierto es que Amadito, el más hermoso y el más querido de los niños de la casa de los turcos de la calle Darwin fue cruelmente boicoteado por los otros muchachos y esto podemos decir, que lo marcó para toda su corta existencia.
Villa Crespo, barrio de Buenos Aires, Argentina, al sur del Continente Americano.
Años antes de la muerte de Amadito, creemos recordar, nos parece ver en el umbral de una casa de la calle Darwin a la hermosa Jadille ( Estrella) indagar al negro Torres, el pintón negro Torres, las causas de ese boicot contra su hermano.
El negro Torres, que quería levantarse a la estrellita, la hermosa Jadille, le dio una respuesta, pero los detalles se perdieron con el tiempo.
O quizás fue Horacio, el hijo del verdulero, el que estaba esa noche con Estrella y le respondió algo parecido a esto:
–“No té hagás problema, dentro de poco todo se va a olvidar y los muchachos le van a levantar el boicot a Amadito”. –Esto si, se oyó esa noche nítidamente.
Y la hermosa Estrellita sonrió con esperanza, porque quería a su hermano con mucha devoción. Amadito, el hermano de la hermosa Estrella( Jadille), murió pocos años después atravesado por las balas del tira Meneses, en los bosques de Palermo, luego de una persecución y emboscada.
El boicot todavía existía...
Tiempo después de la explosión en la librería Macondo I, del viejo José, se dice, fue un acontecimiento muy importante... (Continuará.)

*Escritor
Siete cualidades de las
personas positivas

1. - Creen en sí mismos
Herb True dijo: "Muchas personas tienen éxito cuando otros no creen en ellas. Pero muy rara vez una persona que no cree en sí misma alcanza el éxito". La primera característica de una persona con una buena actitud es que piensa positivamente en su valor personal. Cuando cree en sí mismo, es libre para verse bajo una luz objetiva y enfocarse en mejorar y alcanzar su potencial. Su imagen positiva es el pasaporte para el éxito en la vida.

2. - Están dispuestos a ver lo mejor en los demás
Nunca he conocido una persona positiva que no aprecie a las personas y trate de ver lo bueno en ellas. Todos tenemos expectativas de los demás. Pero podemos decidir si las expectativas serán positivas o negativas. Si constantemente espera ver cosas buenas en otros, es mucho más fácil tener una actitud positiva. Si los trata positivamente, la tendencia es que lo tratarán de la misma manera.

3. - Pueden ver oportunidades dondequiera
El filósofo griego Plutarco, escribió: "Como las abejas extraen miel del tomillo, la más fuerte y seca de las hierbas, los hombres sensibles suelen sacar ventaja y provecho de las circunstancias más extrañas". Las personas positivas ven oportunidades en todo lugar. Entienden que sonel resultado de una actitud correcta. La oportunidad existe donde usted la encuentra. Las personas con una actitud positiva, muchas veces dicen "SI", porque nunca les pasa nada a los que dicen "NO".

4. - Se enfocan en las soluciones
Casi todas las personas pueden ver los problemas. Para ello no se requiere nada especial. La persona positiva tiene su mente puesta en las soluciones, ve una solución ante cada problema y una posibilidad en cada imposibilidad. Louis D. Brandeis, en honor a quien se puso nombre a la Universidad Brandeis, dijo una vez: "En este mundo, la mayoría de las cosas dignas de hacerse habían sido declaradas imposibles antes de que fueran hechas".

5. - Desean dar
Karl Menninger dijo, "Rara vez la gente generosa es gente mentalmente enferma’. Y es raro que sea gente negativa. Dar es el más elevado nivel de vida. Mientras más da la persona, mejor su actitud. La diferencia no está en lo que usted tiene, está en lo que hace con lo que tiene.

6. - Persistencia
Los sueños que se han hecho realidad son el resultado de personas que se aferraron a sus ambiciones. Se negaron a desanimarse. No permitieron que el desaliento les pusiera la mano encima. Los desafíos sólo los estimularon a un mayor esfuerzo. Cuando usted tiene una actitud positiva, es más fácil ser persistente. Si piensa que el éxito está a la vuelta de la esquina, sigue adelante. Cuando cree que todo obra para bien, no le importará una pequeña incomodidad. Y cuando todo se desbarata, usted persiste si tiene una actitud positiva; después de todo, cree que la ayuda ya viene en camino.

7. - Responsabilidad por sus vidas
Una persona de éxito entiende que nada positivo ocurre si no está dispuesto a dar un paso adelante y asumir plena responsabilidad por sus pensamientos y acciones. Sólo cuando usted es responsable por usted mismo puede mirarse con honestidad, evaluar sus puntos fuertes y sus puntos débiles, y comenzar a cambiar.
Las tres soledades

*Por Alfredo Moffat

(Revista La Otra Realidad Septiembre 2009) Existen tres clases de soledad, la soledad urbana como incomunicación, la soledad como depresión clínica y la soledad necesaria para construir el diálogo interno como individuación.

La primera se da en las grandes ciudades con el hacinamiento urbano, el otro es un desconocido que nos deja solos. El vecindario, que era la red comunitaria que sostenía a las familias y entrelazaba los vínculos sociales, desapareció en la uniformidad del hacinamiento. Por último la familia, sostén de la subjetividad, involucionó; de la familia tradicional con padres, abuelos, tíos, que constituían un grupo de contención de las ansiedades psicológicas, se redujo a la familia nuclear: padres y uno o dos hijos y actualmente, con la desocupación, el padre deja de proveer y queda la madre jefa de hogar que debe ir a trabajar y los niños quedan a cargo del “tío televisor” que lo instala en un mundo de juegos virtuales que finalmente aumentan la soledad. Nuestra sociedad optó por el modelo del individualismo competitivo, de origen norteamericano, que asegura la soledad y hemos abandonado nuestra cultura criolla que era solidaria y familiera, pero debo aclarar que en nuestras ciudades del interior todavía existe la cultura tradicional y comunitaria. La soledad como angustia psicológica es una vivencia de la clase media y alta, en la cultura de la pobreza la interacción de los habitantes es intensa, las exigencias de la sobrevivencia llevan a una intensa cooperación. En nuestros comedores en las villas, los chicos corren en bandadas, jugando e inventando juegos entre ellos, muchas veces hay hambre pero nunca soledad.

En las grandes ciudades, especialmente Buenos Aires, estamos en “arresto domiciliario” (con rejas y todo) pues la calle se convirtió en peligrosa y ajena. Todo esto nos lleva a construir una cultura virtual, electrónica donde al mundo lo define la televisión. Los niños no juegan si no ven jugar y los adultos no conversamos si no vemos conversar. El chateo y el cyber-sex, nos permite la ilusión del encuentro, donde puede suceder que hayamos seducido a una rubiecita irlandesa y termina siendo un trasvesti del Congo Belga. Mis pacientes del hospital Borda hace años que “chatean” con los marcianos sin necesidad de la aparatología electrónica. Todos estos recursos electrónicos nos dejan más solos que antes porque impiden el verdadero contacto directo y afectuoso que nos saca del sentimiento de soledad.

He vivido en sociedades donde la soledad urbana es aguda, en Nueva York viven millones de habitantes, solos y amontonados, podemos suponer que se podría ser sordomudo y ningún vecino se enteraría, nadie habla con nadie (excluyendo a los negro e hispanos que no pueden evitar charlar y abrazarse) En oposición he conocido sociedades donde es muy difícil experimentar la soledad: en la lejana India y la cercana Bolivia existen culturas de intensa participación comunitaria, la calle es el lugar del encuentro e interacción afectuosa, las calles están habitadas.

La segunda forma de soledad depende de traumatismos vinculares, son los duelos por pérdidas. La muerte de un ser querido o separaciones traumáticas de pareja, dan lugar a depresiones con intenso sentimiento de soledad, pues estas pérdidas nos dejan sin proyecto, como detenidos en el sentimiento de existir porque todo proyecto es con otro y si el otro no está perdemos ese futuro que íbamos a vivir juntos.

La situación de máxima soledad humana es el brote psicótico, cuando se desencadena una psicosis, donde la persona vive la inaguantable ausencia de su propia identidad, se pierde a sí mismo, e inventa un delirio para salir de esa vivencia insoportable pero queda encerrado en los personajes de su delirio.
*Psicólogo Social
Historia Nuestra

El comienzo del fin de la impunidad
Los argentinos ¿fuimos derechos y humanos?

Afines de 1977, el gobierno militar reconoció, aunque no lo difundió públicamente, que había alcanzado la victoria militar en su “guerra contra la subversión”, considerando este combate como el elemento fundante de una nueva legitimidad histórica.
Desde ese momento se intensificaron los conflictos entre los cuadros operativos militares y los altos oficiales, ya que surgieron varios proyectos que tenían como propósito diseñar un plan político para asegurar los objetivos de las Fuerzas Armadas a mediano y largo plazo que incluía el diálogo político.
Para la Junta Militar, el acuerdo con la política represiva era una condición fundamental para identificar a las fuerzas políticas que podrían participar de un nuevo orden.
Estas estrategias para cerrar el tema de las violaciones a los derechos humanos generaron importantes conflictos dentro de las Fuerzas Armadas.
El primer camino para blanquear la política represiva fue aceptar la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dependiente de la OEA (Organización de los Estados Americanos), en la idea de mostrar al mundo y al país que la represión había sido producto de una guerra necesaria pero acotada.
La Junta Militar, se vio finalmente sacudida en septiembre de 1979, por la llegada al país de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, entre el 6 y 20 de ese mes, dispuesta a escuchar miles de denuncias sobre violaciones a los derechos humanos.
La Comisión se entrevistó con funcionarios del gobierno, autoridades eclesiásticas, organismos de derechos humanos, visitó cárceles y recibió 5580 denuncias.
Esta Comisión elaboró un informe que pese a su importancia pasó casi inadvertido ya que tuvo poca difusión, porque la visita coincidió con un nuevo triunfo argentino en fútbol, esta vez el Mundial Juvenil en Japón, con la selección en la que deslumbraba un casi adolescente Diego Armando Maradona.
Algunos comunicadores ligados al régimen, con José María Muñoz a la cabeza, convocaron a quienes salieron a la calle a festejar el título a reunirse frente a la sede de la OEA, donde atendía la CIDH, y demostrar que en la Argentina, los desaparecidos, los torturadores y los centros de detención clandestina eran parte de una propaganda antiargentina y que en definitiva los argentinos éramos “derechos y humanos”, como decían las 250.000 calcomanías autoadhesivas que mandó confeccionar el ministro del Interior Albano Harguindeguy.
La Junta Militar intentó con esto perpetuar y profundizar la ilusoria sensación de legalidad y normalidad y a su vez estigmatizar o neutralizar los primeros reclamos y denuncias sobre los excesos por ella cometidos.
A pesar de los intentos por neutralizar o revertir las denuncias, la Comisión elaboró un extenso informe, en el cual explicita que durante 1975 -1979 se cometieron numerosas y graves violaciones de derechos fundamentales como el derecho a la vida, a la libertad, a la seguridad e integridad personal, el derecho a la justicia y proceso regular, ejercicio pleno de la libertad de expresión e información. Indica que además se suspendieron los derechos políticos y se vieron afectados gravemente los derechos laborales.
En virtud de sus conclusiones la Comisión recomendó enjuiciar y sancionar con todo el peso de la ley a las autoridades públicas responsables de muertes e informar circunstancialmente sobre la situación de los detenidos desaparecidos.
Los gobiernos de EE.UU, bajo la administración de James Carter y los europeos presionaban a la dictadura argentina para que pusiese fin al terrorismo de estado
El informe de la CIDH no tuvo el resultado esperado por la Junta Militar, sino que por el contrario legitimó en el plano nacional e internacional los reclamos de los organismos de Derechos Humanos, puede decirse que la visita de la Comisión marcó el comienzo del fin de la impunidad.

Prof. Isabel Rodríguez
Periodismo, papel y
libertad de expresión

Hace ya un tiempo el conflicto entre el Estado y los medios privados que monopolizan la actividad comunicativa masiva está subido a un ring.
El centro de la disputa se expresa en el presente de tres maneras conexas: cómo, por décadas, una sola empresa monopoliza la venta de papel de diario nacional a precios no equivalentes para todos los medios existentes en favor de sus propietarios asociados con el Estado desde 1977, en plena dictadura cívico-militar; el probable origen espurio de tal emprendimiento a dilucidar hoy por parte de la Justicia ante la denuncia del Ejecutivo, y/o, si esto último es sólo un mero “relato” construido por el gobierno por afán político proselitista como califica la oposición.
Sin negar las probables ramificaciones del conflicto, lo cierto es que lo que realmente está en juego con fuerza es la verdad histórica de los hechos, pasados y presentes, sin vueltas y sin subterfugios. Verdad que para muchos, es el único modo de seguir avanzando en el presente en democracia sobre bases cada vez más sólidas.
Cualquier estudiante de periodismo sabe que no existe el periodismo “independiente”, salvo el rojo de Avellaneda, como dicen algunos en tono de sorna refiriéndose al equipo de fútbol de zona sur.
Toda empresa, emprendimiento, estructura, pool comunicativo responde a determinados intereses concretos: nadie escribe porque sí y nada existe en el aire. En lo específicamente técnico, la “objetividad” proclamada por algunos desaparece ya al elegir un tema en desmedro de otro para publicar en función de un mercado oyente, televidente, lector. Este tamiz inevitable pasa por la misma subjetividad del que comunica y más cuando refleja una línea editorial. De todos modos, esto no desdeña a priori la veracidad de lo escrito, relatado, narrado, ni per se implica dudar de las fuentes ni de la rigurosidad investigativa de lo producido. Aunque si algo adrede es solapado, puede que se cuele por la ventana.
Por eso, resulta engañoso lo del autollamado periodismo “independiente” porque con ese calificativo oculta, niega, la conexión evidente con intereses concretos, históricos, económicos, políticos, ubicándose como emisor desde un supuesto lugar de ser “LA verdad”, más allá del bien y del mal. Lugar falaz si lo hay, reservado en todo caso para las religiones.
Esta autolegitimación discursiva es sostenida también por razones económicas medibles. El nivel de penetración en el mercado (el consorcio Clarín-Canal 13 reconoce unos 270 medios propios, directa o indirectamente, por ejemplo) redunda en terminar siendo la única versión valorativa, hegemónica, formadora de opinión pública. Impone una cultura del “el sentido común” de cómo ver las cosas y el mundo.
No exhibir el correlato de los intereses representados, o hacerlo solapadamente, yendo a lo puntual informativo, restringe al producto mismo. ¿De qué manera? No sólo por lo que no se publica porque afecta al interés particular del medio, si no también por lo se está diciendo, como bien lo explica Ignacio Ramonet en su libro “La tiranía de la comunicación”, donde analiza cómo se censura, aún en democracia.
Describir el cómo de su accionar no implica necesariamente que esos medios deban dejar de existir, pero sí sería plausible que, a falta de normas mínimas de ética periodística y la sanción que puede ejercer el público evitando esos mensajes, otros medios repliquen sus unívocos relatos construidos y legitimados como verdad inapelable.
Para ello, resulta lícito que el Estado, como expresión de los diversos intereses sociales, pueda y deba propiciar el libre juego de versiones diferentes para que la ciudadanía forme su propia opinión. En lo instrumental, equilibrar el precio del insumo básico como el papel de diario, así como repartir y ampliar licencias de señales audiovisuales de forma equitativa, como propicia la nueva Ley de Medios Audiovisuales recientemente reglamentada.
Porque si hay una sola versión preeminente de los hechos, ¿dónde queda la posibilidad de contrastar ésta para generar lectores críticos, condición básica de un sistema democrático participativo?
Abrir los espacios de expresión para generar una polifonía de voces sociales diversas, aún de los no profesionales e instituciones diversas, es un paso necesario de la ampliación democrática.
Hoy es evidente que se viene dando un uso torpe y hasta burdo de la manipulación mediática, con posturas polarizadas, al menos comunicacionalmente, que quizás expresen los intereses en pugna. ¿Cuáles?
El programa de televisión “6-7-8”, en canal 7, denostado por algunos como mera propaganda oficialista, intenta, en formato periodístico, mostrar las falacias del discurso unívoco, comunicativo y político, de los medios de las megaempresas comunicativas y de los personajes que expresan sus puntos de vista. Sin embargo esta denostación hacia “6-7-8” como pura propaganda berreta oficialista, aunque reconocida y obligada cita para el que quiera por lo menos tener otra versión de lo naturalizado en los medios tradicionales, sólo remite hacia lo adjetivable. Sobre los hechos y modos concretos de manipulación periodística denunciados en “6-7-8” no se dice nada o casi nada. ¿Por qué?
¿Es que acaso los hoy megamedios privados nunca hacen o hicieron propaganda con su formato periodístico, inclusive a favor de algún gobierno? Y en todo caso, si nunca hicieron ni hacen propaganda y sí sólo hacen periodismo, ¿qué tipo de periodismo hicieron en los años de plomo asociándose a aquel Estado dictatorial ocultando o tergiversando información sobre el terrorismo estatal fuera de toda legalidad constitucional (en cualquier hemeroteca están las pruebas) al par de hacer buenos negocios en detrimento de sus competidores?
Quizás “A dos voces” en TN, sea una contrapartida evidente a “6-7-8” en otro formato: dos voces polemizan sobre algún tema político en presencia de dos comunicadores. Sin embargo, si la opinión de algún invitado “toca” intereses del monopolio mediático (propietario del medio que exhibe el programa), o quizás apoya algo de la obra del actual gobierno, tiende a ser disvalorado y hasta “eliminado” de todos los medios del pool. Ya viene ocurriendo con varios artistas que se expresaron en este sentido en otros programas, como Florencia Peña, y según trascendidos, hasta el mismo Marcelo Tinelli, que fue advertido por su sincero o conveniente apoyo a la gestión gubernamental. Sin embargo, aún con tal limitación, ese formato resulta lícito. Al fin, también la aceptación popular y el rating definen veredictos de credibilidad en democracia.
Por otro lado, resulta observable la lamentable situación para periodistas que trabajan en medios hegemónicos que parecen obligados a repetir o elaborar un “microrrelato” afín al medio (luego asumido como propio), con verdades improbables. Desde farandulizar crímenes de lesa humanidad, pronosticar hechos que luego no ocurren y hasta afirmar que hoy en la Argentina existe un clima de persecusión exasperante contra los periodistas y los medios ¿Dónde están las pruebas de ello más que los dichos? El tema en su punto crucial sigue siendo la verdad.
“Nuestra tarea (como periodistas) es decir la verdad y no ocultar información, dice Pablo Llonto, autor del libro “La Noble Ernestina”, porque si no lo hacemos, a sabiendas, estamos haciendo mal nuestro trabajo. Sería como un médico que no cura, algo injustificable. Y si el lugar donde trabaja no le permitiera hacer bien su trabajo y perjudicara a sus pacientes, su deber ético debería ser renunciar”.
Verdad, justicia, libertad, igualdad, sostenes básicos del sistema político que muchos dicen adherir pero que a duras penas toleran. Quizá porque el mismo sistema, con todo lo que le falta, está andando. R.S.
La conjura de
los libreros

CAPITULO SEIS

Resumen anterior: Las multinacionales del libro contra las librerías locales utilizan todos los medios para copar el mercado, el viejo José y sus amigos organizan la resistencia.

Pablo conoció a Silvina en el barrio de Villa Crespo, en la casa de los turcos ( que no eran turcos, sino árabes) sobre la calle Darwin, entre Muñecas y Martínez Rosas.
En el número 145 de esa calle vivían los seis hermanos Fernández, de padre ex boxeador y luego predicador evangélico; el último cuarto de la casa se lo alquilaban a un bombero que luego se hizo policía.
En el 127 se encontraba el conventillo más famoso de la cuadra. Después estaba la casa del lechero, la verdulería de Juan, salteando el 145, la casa de los hermanos Rubén y Roberto Moreno, que salieron de Chacarita Juniors y pasaron por Boca y por Estudiantes de La Plata. La casa de los turcos (que eran árabes, no turcos); la casa de Leonardo donde se daban serenatas, la casa de los gitanos, la tintorería de Mauricio y justo en la esquina, la vivienda y el kiosco de la Tana.
Precisamente en el umbral de la casa de los turcos, Pablo y Silvina se conocieron, mejor dicho se vieron allí por vez primera.
Fue la siniestra tarde que el tira Meneses, rodeó en los bosques de Palermo al joven delincuente Amadito, el más amado por todos los turcos y lo mató de varios disparos con su pistola 45.
Silvina iniciaba sus primeros pasos en sociología, para un trabajo que se había tomado en la facultad. Pablo quería escribir una nota periodística, para un semanario en calidad de ad honoren, sobre el tema de la violencia de arriba y de debajo en la sociedad.
Amadito se crió en la casa de los turcos, hijo de padres árabes como uno más de los pibes de ese barrio de Villa Crespo. La ambición, las ansias de tener, de figurar y algunos reveses lo depositaron en el camino de la delincuencia.
Mientras tanto, Pablo y Silvina trabajaban cada uno en lo suyo y perfilaban juntos la amistad con el viejo José, el librero más conocido de Buenos Aires y alrededores.

Continuará
( Derechos Reservados ) rrd
*Escritor
Alerta
Torta de Chocolate
Requete Rica


Era una cocina democrática. Todos los utencillos formaban parte del staff y defendían sus roles. Si ella llegaba con humores de reformas, que hicieran peligrar sus puestos de trabajo, la asamblea se ponía en marcha. Así ocurrió esa mañana. Entró sonriendo, tarareando una canción y con la bolsa del mercado bien cargadita. Cuando puso sobre la mesada la caja de “Bizcochuelo de chocolate” la batidora dio el alerta:
–¡ Intrusos, llegaron intrusos !
El bol de vidrio aclaró: –Esa extraña en mi cuenco no entra.
El horno preguntó: –Entonces ¿me quedo sin trabajo ?
La vieja sartén, como era habitual, llamó a la calma.–Vamos a trabajar sobre certezas, tengamos paciencia. Ella encendió la radio, corrió las cortinas para que el sol los acariciase, encendió el horno y una hornalla para calentar el agua del mate. Amorosamente repasó el bol, lo apoyó en la mesada, y volcó el contenido del envase.
–Es una prueba, no tengo tiempo para más –dijo.
La sartén miró a sus compañeros y compañeras; era una emergencia, iban a colaborar. Vieron cómo añadió unas cucharadas de capuchino a los ingredientes indicados en el envase, y un poco de miel. Colocó la mezcla en un molde previamente mantecado y lo llevó al horno. El bol sobrecargado de tarea, accedió a su higiene para volver al trabajo. Una buena carga de dulce de leche y otra de crema bien batida, ocuparon su lugar. Con movimientos suaves y envolventes, consiguió una mezcla homogénea. Cuando el bizcochuelo logró su cocción, lo desmoldó sobre una rejilla, y lo dejó enfriar para luego cortarlo en tres capas. Humedeció la primera y segunda con almíbar, las cubrió con una parte de la crema y las salpicó con trocitos de Bon o Bon. La última solo recibió un lampazo de crema y una lluvia de coco amargo.

______

Receta
Torta de Chocolate
Requete Rica

Ingredientes: 1 caja bizcochuelo de chocolate / 3 cdas. polvo de capuchino
2 cdas. miel / Si hay Bon o Bon los que se puedan (son optativos) / Almíbar 3 cdas. azúcar / ¼ taza. Agua
Preparación: Perfumar con vainilla o un licorcito. Poner a hervir unos minutos sólo para que se diluya el azúcar.

*Maestra cocinera
y cuentista
01/08/2010