viernes, 27 de junio de 2008

LA ALDEA EDITORIAL

La bandera, de todos

El cansancio social por el lock out patronal de sectores del campo, y ahora de sectores de transportistas, y sus consecuencias, al par de la firmeza del gobierno para no ceder ante los reclamos, resultó y resulta evidente.

Las imágenes mediáticas, con actos a favor y en contra de los reclamantes o del gobierno, de los ávidos terratenientes junto con medianos y pequeños productores agrarios para unos, y de los prepotentes gobernantes, para otros, no aclaró, en los días de mayor tensión, el panorama acerca de quién tiene razón o si cada uno tiene la suya y en beneficio de quién.


Sí sigue resultando muy extraño que uno de los sectores más beneficiados por una política económica volcada a la exportación con un dólar alto, esté tan pero tan enfrentada, ahora en el plano judicial, a un gobierno que anuncia que la distribución del ingreso mejoró ostensiblemente, aunque en vastos sectores esto no se siente ni se verifica, reconocido por la misma presidenta de la Nación, en su discurso del pasado lunes 9 de junio por cadena nacional, comprometiéndose con un plan de redistribución social que vuelve a poner a prueba la credibilidad de la sociedad.

Se suma a lo anterior el extraño lock out con obstrucción de rutas de camioneros “autoconvocados” que agudizan la posibilidad real de desabastecimiento, más la incertidumbre que provocan.

En el medio, los sectores ciudadanos que seguimos padeciendo, por el conflicto y por la especulación de las comercializadoras, el incremento del precio de los comestibles y sus correlatos, imponiendo restricciones al consumo cotidiano.

Al hastío y la incomprensión de tres meses de presión (sólo explicable por factores extraeconómicos), o a la adhesión acrítica y manipulada a una punta u otra del conflicto (pero que nos involucra a todos), se le debería imponer el análisis detallado y veraz (no siempre fácil de explicar y comprender de qué se tratan las retenciones), para poder diferenciar lo verdadero de lo falso en un enfrentamiento que, si no lo es, se pareció y se parece mucho a una pulseada por imponer condiciones de gobernabilidad.

Los grandes sectores gananciosos, más la probable operación de factores extraeconómicos, presionan fuerte aprovechando las debilidades de un gobierno que sostiene líneas diversas y diversificadas y poca base social al momento. El intento de un “timonazo”, para no tildarlo de pre-golpe de Estado no tradicional, es acompañado por sectores de medianos y pequeños productores del campo (alianza sólo explicable por la torpeza y/o ingenuidad gobernante), medible base social, una derecha recalcitrante, cierta oposición oportunista y un minúsculo sector maoísta, para cambiar un rumbo oficial que, aunque tibio y superficial, si persistiera en serio y cumpliera algo de lo prometido podría abrir una posibilidad más cierta de mejoramiento social. No debe estar fuera del condimento opositor, la acción oficial en favor de la memoria.

Un detalle simbólico en el mes de nuestra bandera. A estos sectores tradicionales que más de una vez se arrogaron ser los principales resguardos de la celeste y blanca con diversos gobiernos de facto, hay que recordarles que la misma le pertenece a todo el conjunto del pueblo de la Nación. Porque un sólo sector no es el país, el país somos todos. R.S.
LA ALDEA COLECCIONABLE

Historia Nuestra

17 de Octubre de 1945

La gente en la Plaza. Braden o Perón





En 1944 el general Ramírez, juzgado responsable de la ruptura con el eje, fue forzado a renunciar y reemplazado en la presidencia por su vicepresidente Farrel.
Esta movida política aceleró el ascenso de Perón que pasó a ocupar el cargo de ministro de Guerra, conservando el de secretario de Trabajo y Previsión y, unos meses después, la vicepresidencia de la Nación.Al mismo tiempo que ganaba apoyo entre la oficialidad joven, se aseguró la adhesión de los trabajadores al promulgar una legislación social y sindical que satisfacía los reclamos históricos por los que el movimiento obrero venía luchando desde principios de siglo.
Esta política social impulsada por Perón provocó el reagrupamiento y polarización política de los distintos sectores sociales. También creció la oposición a Perón entre los oficiales más nacionalistas y católicos conservadores.Toda la oposición política se agrupó en una Junta de Coordinación Política, que lanzó una ofensiva contra el gobierno. A esta operación se sumó un apoyo inesperado del embajador de EE.UU., Spruille Braden.
La coalición opositora convocó a una concertación pública en septiembre, que reclamó “la entrega del gobierno a la Corte Suprema, elecciones inmediatas y libres...”Simultáneamente Perón, denunció la intervención extranjera y convocó a los sindicatos a defender su gestión.
La manifestación de fuerza de la oposición fue tan imponente que, los militares opuestos a Perón lo obligaron a renunciar a todos sus cargos y lo trasladaron detenido a la isla Martín García.Esta detención profundizó y aceleró la crisis política. La CGT tomó la iniciativa de organizar una huelga general y una movilización para el 18 de octubre.
El clima de movilización de los obreros, especialmente en los suburbios industriales de Buenos Aires, Rosario y La Plata, creció más allá de los dirigentes y, en la mañana del 17 de octubre, un día antes de lo pactado por la central sindical, desbordaron las calles y comenzaron a movilizarse.Hacia el mediodía confluyeron en la Plaza de Mayo nutridos grupos de obreros, manifestando su adhesión a Perón y exigiendo su libertad.Los sectores antiperonistas del gobierno, se vieron obligados a ceder a las exigencias de Perón, que es trasladado a la Casa de Gobierno desde donde dirige un discurso a la multitud.
La victoria del peronismo marcó una nueva época: la clase obrera, pilar fundamental del peronismo junto con la Iglesia y el Ejército, fue sin duda la beneficiaria de la prosperidad que trajo la Segunda Guerra Mundial y que duró hasta 1949. Esta clase social quedó ligada a su líder por un asombroso pacto de lealtad. Además se puso de manifiesto una línea de ruptura y conflicto social, entre la clase trabajadora por un lado y los sectores medios y la élite por otro. Peronistas y antiperonistas se enfrentarán a lo largo de la segunda mitad del siglo XX.
Prof. Isabel Rodríguez
LA ALDEA DE LAS CURIOSIDADES
“Irse al humo”

Expresión muy nuestra que equivale a lanzarse atropelladamente en procura de algo.Existen dos versiones acerca de su origen, ambas relacionadas con la guerra contra el indio. La primera figura en la segunda parte de “Martín Fierro” y se refiere a las llamadas que se hacían las tribus para combatir en malón: “Su señal es un humito” –dice José Hernández– “que se eleva muy arriba. / De todas partes se vienen / a engrosar la comitiva (…) para formarla han salido / de los últimos rincones”.La segunda versión la registra Lucio V. Mansilla quien en “Una excursión a los indios ranqueles” comenta: “El fuego y el humo traicionan al hombre de las pampas, significando que una fogata mal apagada o la pólvora que quemaban los fusiles bastaban para que lanzas y boleadoras acudiesen a la humareda”.
La frase se ha modernizado, pero conserva su sentido original. Ya sea cuando un humito apetitoso nos impulsa a atropellar en busca de una porción de asado o cuando un fallo dudoso hace que el malón de una hinchada se vaya “al humo” contra el árbitro.
(“Tres mil historias”, de Héctor Zimmerman, en www.cuentosaldia.com, página revista virtual de Marta Lorente y José Campanari)
LA ALDEA DEL RECLAMO DE LECTORES

A favor de Lorenzo Pepe

El lector Héctor Luis Iglesia, “oriundo de Santos Lugares, de 73 años y cardíaco” (así se presentó), se comunicó telefónicamente con Guía Aldea para expresar su desacuerdo con lo expresado en la nota “Las dibujos animados nos han hecho reír” aparecida en el número anterior. En la nota, escrita por el periodista radial Marcelo Lippi, éste critica los dichos del ex diputado Pepe, cuando éste, por un capítulo de “Los Simpsons” en que se mofan de Perón y Evita, pide su censura.
Don Héctor, “peronista de la primera hora”, nos dijo que “no se puede poner en tela de juicio a ese hombre (Lorenzo Pepe) porque es una leyenda del peronismo que fue golpeado y puesto preso durante la última dictadura”. Agregó que “yo estuve presente cuando lo golpeaban en Campo de Mayo y quiero resaltar la bajeza del quien no firma la nota y pone al final ‘periodista radial’ ”.
De aquí sólo le decimos a Don Héctor que la firma de Lippi está debajo del título de la nota.
Queda ahora este espacio abierto, para que el colega de la radio, si quiere, pueda darle otra vuelta a su opinión respondiendo a este viejo peronista.
LA ALDEA DE LA RECETA-CUENTO

Lucio, mi papá
(Flan casero)

Cuando el amanecer intentaba desperezarse; ya se encontraba en la cocina.
La hornalla encendida, mantenía al agua en la pava a punto para los mates dulces y espaciados.
Sobre la mesa, el cuaderno de apuntes con el lápiz reposando en el papel desnudo, aguardaba la magia de plasmar versos y en sus manos la guitarra, era la encargada de vestirlos de música.
Así comenzaba la jornada, día tras día. Luego, era partir a la obra.
Era constructor; lo acompañaban en el trabajo algunos de sus hijos. Si la obra quedaba cerca de casa, volvía para el almuerzo. En su rato de descanso, soportaba mis veleidades de peluquera. Le cubría la cabeza de horquillas intentando un enrulado perfecto.
En los tiempos que el radioteatro reinaba, él no lo aprobaba. Uno de los más codiciados rozaba su final con la hora del regreso. Ahí estaba yo oficiando de espía: al grito de “¡Viene papá!”, la música se instalaba en la casa y mis hermanas se afanaban en alguna tarea improvisada.Un ritual cotidiano era el de suavizar sus manos; las frotaba con aceite y azúcar.
Muchas veces disentí con él; me enojé y mucho con sus juicios y puntos de vista.
Fuimos catorce hermanos; jamás levantó la mano para castigarnos. Sólo con mirarnos imponía su presencia.
Las mañanas de domingo, lo encontraba en la terraza en paciente espera. Las palomas mensajeras llegaban. Sabíamos que el silencio se imponía en ese arribo. Ahí veíamos cómo liberaba a la “buchona” , para traer a casa a las viajeras. En el viejo Toulette depositaba el anillo de goma de la paloma para certificar la hora de llegada.Sólo son pinceladas de mi padre: un hombre bueno, decente y cantautor apasionado.
¿El clásico familiar de su autoría ? ...La Tucumana. Comenzaba así:

“Tucumana de mi amor,
escuchá este canto suave,
que te brinda un trovador
con el acento de un ave.
Tucumana de mi amor”

El postre que más le gustaba era: “el postre que se mueve”

Receta
Flan de Huevo

Ingredientes: 8 huevos grandes / 1 litro de leche / 250 grs. de azúcar / esencia de vainilla.
Preparación: En molde acaramelado volcar la preparación. Los huevos con el azúcar –según la tía Elvira– hay que batirlos contando hasta cien. Incorporar la leche, la vainilla, y a baño María, llevarlo a horno moderado hasta que esté firme. Desmoldar frío.
Marta Rodríguez
03/06/2008
LA ALDEA DE LA EMPRESA

Eficientes servicios
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LA ALDEA PSI

El “caso” Charly García y la ideología asilar

*Lic. Claudia Huergo


Entre ayer y hoy (el 9 de junio pasado) tuvimos oportunidad de presenciar uno de los nuevos espectáculos que el circo mediático nos ofrece: la construcción selectiva de la peligrosidad. Esta vez a partir del episodio sufrido por Charly García. Cuando digo “episodio sufrido” digo que lo sufrido no es sólo la situación personal crisis, descompensación, el nombre que pueda tener su padecimiento, sino el tratamiento social mediático, que su situación personal tuvo. A través de la relevancia pública que cobró podemos considerarlo un analizador que nos muestra la activa función del discurso mediático en la construcción de uno de los pilares que sostienen las lógicas manicomiales: el imaginario social[1].

El frenesí comunicacional transitó por distintos tipos de adjetivaciones y versiones tremendistas del hecho: “esto es intolerable, pasa todo el tiempo”... “una persona así es un peligro para sí mismo y para el resto”... “tendría que estar atado, en estricta vigilancia”… “es una persona enferma, no puede circular libremente”…“por qué tenemos los ciudadanos que tolerar esto”…

El modo de construir la “peligrosidad social” sin duda nos dice mucho de la sociedad en la que vivimos. Unos días previos a este suceso, muchos nos preguntamos, junto con Mariano Saravia:[2] “Hay una foto que no va a recorrer las redacciones y que no van a poder ver miles de argentinos: la de Menéndez y sus secuaces esposados”. Es que en cualquier juicio común, cuando el acusado de cualquier delito común se levanta del banquillo es inmediatamente esposado por la policía, a veces con un circo que recuerda las películas. Y entonces cabe preguntarse, ¿por qué a una persona, acusada de delitos mucho peores, como los de lesa humanidad, no lo esposan? Se supone que es mucho más peligroso alguien que ya torturó y asesinó, que alguien que robó una cartera o un auto.”

Una y otra vez los medios de comunicación nos inundaron con imágenes de Charly esposado, atado, imágenes actuales y pasadas, intercaladas con algunas imágenes de sus shows, donde se lo ve rompiendo guitarras o pateando instrumentos, o haciendo declaraciones a periodistas, un pastiche donde lo actual se explicaría por lo pasado, en fin, una estrategia que lo perfila a partir de aspectos donde predominaría la impulsividad y peligrosidad. Frente a esta construcción mediática, seguramente muchos se sintieron “mas seguros” de saber que “la fuerza pública” había actuado protegiéndonos a todos de “tamaño peligro”. Otras versiones periodísticas, más conciliadores, hacían referencia a la genialidad de Charly y al hecho de que nos habría brindado “tantas satisfacciones artísticas” que bien podríamos “perdonar” estos exabruptos del ídolo. Versiones más apacibles, y tolerantes aparentemente, pero igual de maniqueas.

La “peligrosidad” de Charly no es nada en comparación con la peligrosidad del circo romano donde se nos invita a participar. Bajo la supuesta libertad de prensa y derecho a la libre expresión, los medios nos alientan a ser parte de un espectáculo barato donde parece que nos dijeran: “venga, pase, llévese su libra de carne. Decida si arrojamos al gladiador a los leones o no”. Una dudosa noción de ciudadanía se perfila allí. El derecho a estar seguros, protegidos de los monstruos[3], por el módico precio de alguna votación por sms o telefónica. Que redime o condena a un semejante. Desde la tribuna, sin moverse de su casa, puede empezar a votar[4]. Mientras toda esta catarata pasa, y arrasa con votaciones vía sms, paneles de periodistas y especialistas salvando o condenando a Charly, otra creciente, más silenciosa y pertinaz deja su granito de arena a la construcción de un imaginario social donde se perfila lo estigmatizable, lo condenable, y lo segregable.

[1] La ideología asilar, la que segrega, encierra y custodia al enfermo mental, no es sólo la psiquiatría alienista, forma parte de la conciencia y el comportamiento social, y requiere para su abolición definitiva actuar sobre los conjuntos humanos y las configuraciones de poder. Esto es clave ya que cualquier política de Salud Mental que se proponga alternativas a la institución manicomial, debe actuar simultáneamente sobre el aparato estatal, la conciencia social espontánea y su producción imaginaria, y el dispositivo psiquiátrico- profesional…”. (E. Galende).
[2]http://www.eldiariodeljuicio.com.ar/cronica. shtml?x=87958
[3] Cfr: Michel Foucault. “Los anormales”.
[4] Cfr: César Hazaki: “Gran Hermano: el juego mediático de la exclusión”. http://www.topia. com.ar/articulos /0711-hazaki2. Html

(*Psicoanalista- Integrante del Movimiento Social de Desmanicomializació n y Transformación Institucional- Integrante de la Mesa de Trabajo Permanente de Salud Mental y DDHH. Docente UNC. Fac. de Psicología. Córdoba.)
LA ALDEA GLOBALIZADA

Capitalismo, agronegocios y la alternativa de la soberanía alimentaria



En ninguna parte del mundo, ningún genocidio, ni ninguna guerra, exterminan tanta gente por minuto,por hora y por día como el hambre y la pobreza en nuestro planeta.” (Fidel Castro, 1998)

Ian Angus
Socialist Voice
(Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens)

Cuando los disturbios por alimentos estallaron en Haití el pasado mes, el primer país que reaccionó fue Venezuela. Dentro de días, hubo aviones en camino desde Caracas, llevando 364 toneladas de alimentos de necesidad imperante.
El pueblo de Haití está “sufriendo de los ataques del capitalismo global del imperio,” dijo el presidente venezolano Hugo Chávez. “Esto exige una genuina y profunda solidaridad de todos nosotros. Es lo menos que podemos hacer por Haití.”
La acción de Venezuela se ubica en la mejor tradición de la solidaridad humana. Cuando la gente tiene hambre, debemos hacer todo lo posible por ayudarle. El ejemplo de Venezuela debiera ser aplaudido y emulado.
Pero la ayuda, por necesaria que sea, no es más que un sustituto temporal. Para encarar verdaderamente el problema del hambre en el mundo, debemos comprender y luego cambiar el sistema que lo causa.
No hay escasez de alimentos
El punto de partida para nuestro análisis debe ser que actualmente no hay escasez de alimentos en el mundo.
Contrariamente a las advertencias en el Siglo XVIII de
Thomas Malthus y sus seguidores modernos, estudio tras estudio muestran que la producción global de alimentos ha superado regularmente el crecimiento de la población, y que hay más que suficientes alimentos para alimentar a todos. Según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) se producen suficientes alimentos en el mundo para suministrar más de 2800 calorías por día a todos – sustancialmente más que el mínimo necesario para una buena salud, y cerca de un 18% más calorías por persona que en los años sesenta, a pesar de un aumento significativo en la población total [1].
Como señala el Food First Institute: “abundancia, no escasez, es lo que describe mejor el suministro de alimentos en el mundo actual.” [2]
A pesar de eso, la solución más comúnmente propuesta para el hambre en el mundo son nuevas tecnologías para aumentar la producción de alimentos.
La Alianza por una Revolución Verde en África, financiada por la Fundación Bill y Melinda Gates y la Fundación Rockefeller, apunta a desarrollar “variedades más productivas y resistentes de los principales cultivos de alimentos de África... para permitir que los agricultores en pequeña escala de África produzcan cosechas mayores, más diversas y fiables.” [3]
De la misma manera, el Instituto Internacional de Investigación del Arroz, basado en Manila, ha iniciado una asociación público-privada “para aumentar la producción de arroz en toda Asia mediante el desarrollo acelerado y la introducción de tecnologías de arroz híbrido.” [4]
Y el presidente del Banco Mundial promete ayudar a los países en desarrollo para que obtengan “acceso a tecnología y ciencia para aumentar las cosechas.” [5]
La investigación científica es de importancia vital para el desarrollo de la agricultura, pero iniciativas que suponen de antemano que nuevas semillas y productos químicos sean necesarios no son ni verosímiles ni verdaderamente científicas. El hecho de que ya hay suficientes alimentos para alimentar el mundo muestra que la crisis alimentaria no es un problema técnico – es una problema social y político.
En lugar de preguntar cómo aumentar la producción, nuestra primera pregunta debiera ser ¿por qué, si hay tantos alimentos disponibles, hay más de 850 millones de personas hambrientas o desnutridas? ¿Por qué mueren 18.000 niños de hambre cada día?
¿Por qué no puede la industria alimentaria global alimentar a los hambrientos?
El sistema de beneficios
La respuesta puede ser explicada en una frase. La industria alimentaria global no está organizada para alimentar a los hambrientos, está organizada a fin de generar beneficios para el agronegocio corporativo.
Por cierto, los gigantes del agronegocio logran muy bien ese objetivo. Este año, los beneficios del agronegocio aumentan vigorosamente por sobre los niveles del año pasado, mientras gente hambrienta de Haití a Egipto a Senegal sale a las calles a protestar contra el aumento del precio de los alimentos. Estas cifras cubren sólo tres meses al comienzo de 2008. [6]
Comercio de granos
Archer Daniels Midland (ADM). Beneficio bruto: 1.150 millones de dólares, un aumento de un 55% desde el año pasado.
Cargill: Beneficios netos: 1.030 millones de dólares. Aumento: un 86%.
Bunge: Beneficio bruto consolidado: 867 millones de dólares. Aumento: 189%
Semillas y herbicidas
Monsanto. Beneficio bruto: $2.230 millones de dólares. Aumento: un 54%.
Dupont Agriculture and Nutrition. Ingreso operativo antes de impuestos: 786 millones de dólares. Aumento: un 21%.
Fertilizantes
Potash Corporation. Ingreso neto: 66 millones, aumento: 185,9 %
Mosaic: Beneficios netos: 528,8 millones, aumento más de un 1.200%
Las compañías mencionadas, más unas pocas más, son los monopolios o casi-monopolios que compran y venden productos agrícolas en todo el mundo. Seis compañías controlan un 85% del comercio mundial en granos; tres controlan un 83% del cacao; tres controlan un 80% del comercio con plátanos. [7] ADM, Cargill y Bunge
controlan efectivamente el maíz del mundo, lo que significa que sólo ellos deciden qué parte de la cosecha de cada año va a la producción de etanol, edulcorantes, alimento para animales o alimentos para seres humanos.
Como escriben los editores de Hungry for Profit: “El enorme poder ejercido por las mayores corporaciones del agronegocio y los alimentos les permite controlar esencialmente el coste de sus materias primas compradas de agricultores mientras al mismo tiempo mantienen los precios de los alimentos al público en general a niveles suficientemente elevados para garantizar grandes beneficios.” [8]
Durante las últimas tres décadas, las compañías transnacionales del agronegocio han ingeniado una masiva reestructuración de la agricultura global. Directamente, a través de su propio poder en el mercado e indirectamente mediante gobiernos y el Banco Mundial, el FMI y la Organización Mundial de Comercio, han cambiado el modo como se cultivan los alimentos y como son distribuidos por el mundo. Los cambios han tenido efectos maravillosos para sus beneficios, mientras simultáneamente empeoran el hambre en el mundo y hacen inevitables las crisis alimentarias.
El ataque contra la agricultura tradicional
La actual crisis alimentaria no es un hecho aislado: es una manifestación de una crisis agrícola que se ha estado desarrollando durante décadas.
Como vimos en la
Primera Parte de este artículo, durante las últimas tres décadas los países ricos del norte han obligado a los países pobres a abrir sus mercados, luego han inundado esos mercados con alimentos subvencionados, con resultados devastadores para la agricultura del Tercer Mundo.
Pero la reestructuración de la agricultura global en beneficio de los gigantes del agronegocio no se detuvo allí. En el mismo período, países del sur fueron convencidos, camelados e intimidados para que adoptaran políticas agrícolas que promueven cultivos de exportación en lugar de alimentos para el consumo interior, y que favorecen la agricultura industrial en gran escala que requiere monocultivos, un uso intensivo de agua, y cantidades masivas de fertilizantes y pesticidas. La agricultura tradicional, organizada por y para comunidades y familias, ha sido echada cada vez más a un lado, para ser reemplazada por agricultura industrial organizada por y para los agronegocios.
Esa transformación es el principal obstáculo para una agricultura racional que podría eliminar el hambre.
La concentración en la agricultura de exportación ha producido el absurdo y trágico resultado de que millones de personas mueren de hambre en países que exportan alimentos. En India, por ejemplo, más de un quinto de la población sufre de hambre crónica y un 48% de los niños bajo cinco años están desnutridos. No obstante, India exportó 1.500 millones de dólares de arroz pulido y 322 millones de dólares de arroz en 2004. [9]
En otros países, tierras cultivadas que solían ser utilizadas para alimentos destinados al consumo interior ahora cultivan productos de lujo para el norte. Colombia, donde un 13% de la población está desnutrida, produce y exporta un 62% de todas las flores de regalo vendidas en EE.UU.
En muchos casos, el resultado del cambio a cultivos de exportación sería risible si no fuera tan dañino. Kenia era autosuficiente en alimentos hasta hace unos 25 años. En la actualidad importa un 80% de sus alimentos – y un 80% de sus exportaciones son otros productos agrícolas. [10]
El cambio a la agricultura industrial ha llevado a millones de personas a dejar el campo a favor del desempleo y la pobreza en los inmensos barrios bajos que ahora rodean muchas de las ciudades del mundo.
Los que mejor conocen el campo están siendo separados de éste; sus granjas encerradas en gigantescas fábricas al aire libre que producen sólo para la exportación. Cientos de millones de personas deben depender ahora de alimentos que son cultivados a miles de kilómetros de distancia porque su agricultura nacional ha sido transformada para cumplir con las necesidades de las corporaciones del agronegocio. Como han mostrado los últimos meses, todo el sistema es frágil: La decisión de India de reconstruir sus existencias de arroz hizo que los alimentos fueran inasequibles para millones a medio mundo de distancia.
Si el propósito de la agricultura fuera alimentar a la gente, los cambios en la agricultura global en los últimos 30 años no tendrían sentido. La agricultura industrial en el Tercer Mundo ha producido crecientes cantidades de alimentos, pero al coste de llevar a millones a abandonar el campo por vidas de hambre crónico – y al coste de envenenar el aire y el agua, y de disminuir cada vez más la capacidad del suelo de suministrar los alimentos que necesitamos.
Contrariamente a las afirmaciones del agronegocio, la última investigación agrícola, incluyendo más de una década de experiencia concreta en
Cuba, prueba que granjas pequeñas y medianas utilizando métodos agroecológicos sustentables, son mucho más productivas y enormemente menos dañinas para el medio ambiente que inmensas haciendas industriales. [11]
La agricultura industrial continúa, no porque sea más productiva, sino porque ha podido, hasta ahora, ofrecer productos uniformes en cantidades predecibles, desarrollados específicamente para resistir daño durante el embarque a mercados distantes. Es donde se halla el beneficio, y el beneficio es lo que cuenta, no importa cuál sea el efecto sobre la tierra, el aire, y el agua – o incluso sobre la gente hambrienta.
Luchando por la soberanía alimentaria
Los cambios impuestos por el agronegocio transnacional y sus agencias no han dejado de ser cuestionados. Uno de los eventos más importantes en los últimos 15 años ha sido la emergencia de La Vía Campesina (Peasant Way), un organismo aglutinador que incluye a más de 120 pequeñas organizaciones de agricultores y campesinos en 56 países, que van del
Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil, a la Unión Nacional de Agricultores de Canadá.
La Vía Campesina presentó originalmente su programa como un desafío al “Foro Alimentario Mundial,” una conferencia sobre el hambre global organizada por la ONU en 1996 en la que participaron representantes oficiales de 185 países. Los participantes en esa reunión prometieron la eliminación del hambre y de la desnutrición mediante la garantía de “seguridad alimentaria sustentable para toda la gente,” (y después no hicieron nada por lograrla). [12]
Como es típico en semejantes eventos, los trabajadores que son realmente afectados fueron excluidos de las discusiones. Afuera de las puertas, La Vía Campesina propuso la soberanía alimentaria como una alternativa a la seguridad alimentaria. El simple acceso a los alimentos no basta, argumentaron: lo que se requiere es el acceso a la tierra, el agua, y a los recursos, y la gente afectada debe tener derecho a saber y decidir sobre las políticas alimentarias. El alimento es demasiado importante como para ser abandonado al mercado global y a las manipulaciones del agronegocio: el hambre en el mundo sólo puede ser terminado mediante el reestablecimiento de pequeñas y medianas granjas familiares como elementos cruciales de la producción de alimentos. [13]
La demanda central del movimiento de soberanía alimentaria es que los alimentos deben ser tratados primordialmente como una fuente de nutrición para las comunidades y países donde son producidos. En oposición a las políticas de agroexportación del libre mercado, insta a que haya una concentración en el consumo interno y la autosuficiencia alimentaria.
Contrariamente a las afirmaciones de algunos críticos, la soberanía alimentaria no es un llamado al aislacionismo económico o a un retorno a un pasado rural idealizado. Más bien, es un programa para la defensa y extensión de los derechos humanos, por la reforma agraria, y por la protección de la tierra contra el ecocidio capitalista. Aparte de llamar a la autosuficiencia alimentaria y al fortalecimiento de las granjas familiares, el llamado original de La Vía Campesina por la soberanía alimentaria incluía los siguientes puntos:

--Garantizar a todos el acceso a alimentos seguros, nutritivos y culturalmente apropiados en cantidades y calidad suficientes para sustentar una vida saludable con plena dignidad humana.
--Dar a la gente sin tierra y que labra la tierra – especialmente a las mujeres, la propiedad y el control de la tierra que trabaja y devolver territorios a los pueblos indígenas.
--Asegurar el cuidado y el uso de los recursos naturales, especialmente la tierra, el agua y las semillas.
--Terminar con la dependencia de insumos químicos, de monocultivos comerciales y de una producción intensiva, industrializada.
--Oponerse a las políticas de la OMC, del Banco Mundial y del FMI que facilitan el control de las corporaciones multinacionales sobre la agricultura.
--Regular y gravar con impuestos al capital especulativo e imponer un estricto Código de Conducta a las corporaciones transnacionales.
--Terminar con el uso del alimento como arma. Detener el desplazamiento, la urbanización forzada y la represión contra los campesinos.
--Garantizar a los campesinos y a los pequeños agricultores, y a las mujeres del campo en particular, un aporte directo en la formulación de políticas agrícolas a todos los niveles. [14]
--La exigencia de soberanía alimentaria de La Vía Campesina constituye un poderoso programa agrario para el Siglo XXI. Los movimientos sindicales y de izquierdas en todo el mundo debieran darle su pleno apoyo, así como a las campañas de los trabajadores agrícolas y campesinos por la reforma agraria y contra la industrialización y globalización de los alimentos y de la agricultura.
¡Alto a la guerra contra los agricultores del Tercer Mundo!
--Dentro de ese marco, nosotros en el norte global podemos y debemos exigir que nuestros gobiernos detengan todas las actividades que debilitan o dañan la agricultura del Tercer Mundo.
--¡Alto al uso de alimentos para combustible! La Vía Campesina lo ha dicho simple y claramente: “Los agrocombustibles industriales representan un desatino ecológico. Su desarrollo debería ser detenido y la producción agrícola debería concentrarse en los alimentos como prioridad.” [
15]
¡Condonen las deudas del Tercer Mundo!
El 30 de abril, Canadá anunció una contribución especial de 10 millones de dólares canadienses a la ayuda alimentaria para Haití. [16] Es algo positivo – pero durante 2008 Haití pagará cinco veces esa suma en intereses por su deuda externa de 1.500 millones de dólares, gran parte de la cual fue incurrida durante las dictaduras de Duvalier apoyadas por los imperialistas.
La situación de Haití no es única y no es un caso extremo. La deuda externa total de los países del Tercer Mundo en 2005 fue de 2,7 billones [2.700.000.000.000, N. del T] de dólares, y sus pagos de la deuda de ese año ascendieron a un total de 513.000 millones de dólares. [17] La terminación de esa sangría de dinero, inmediata e incondicionalmente, aseguraría recursos esenciales para alimentar a los hambrientos ahora mismo y, con el tiempo, reconstruir la agricultura interior.
¡OMC, fuera de la agricultura!
Las políticas alimentarias regresivas que han sido impuestas a los países pobres por el Banco Mundial y el FMI con codificadas y controladas por el Acuerdo sobre Agricultura de la Organización Mundial de Comercio. El AsA, como escribe Afsar Jafri de
Focus on the Global South, está “predispuesto a favor de la agricultura de capital intensivo, impulsada por el agronegocio, y orientada a la exportación.” [18] No es sorprendente, ya que el responsable de EE.UU. quien lo redactó y luego negoció era ex vicepresidente del gigante del agronegocio Cargill.
El AsA debiera ser abolido, y los países del Tercer Mundo deberían tener derecho a cancelar unilateralmente políticas de liberalización impuestas a través del Banco Mundial, el FMI, y la OMC, así como mediante acuerdos bilaterales de libre comercio como el TLCAN [
NAFTA] y el CAFTA. [Tratado de Libre Comercio para la República Dominicana y Centro América].
Autodeterminación para el sur del globo
Los actuales intentos por parte de EE.UU. a fin desestabilizar y derrocar los gobiernos antiimperialistas del grupo del
ALBA - Venezuela, Bolivia, Cuba, Nicaragua y Granada — continúan una larga historia de acciones por los países del norte para impedir que países del Tercer Mundo logren controlar sus propios destinos. La organización contra semejantes intervenciones “en el vientre del monstruo” es por lo tanto un componente clave en la lucha por lograr la soberanía alimentaria en todo el mundo.
* * *
Hace más de un siglo, Karl Marx escribió que a pesar de su apoyo para las mejoras técnicas, “el sistema capitalista trabaja contra una agricultura racional... una agricultura racional es incompatible con el sistema capitalista.” [19]
Las crisis actuales de los alimentos y de la agricultura confirman enteramente esa valoración. Un sistema que coloca los beneficios por sobre las necesidades humanas ha ahuyentado del campo a millones de productores, debilitado la productividad de la tierra mientras envenena su aire y su agua, y ha condenado a casi mil millones de personas al hambre crónica y a la desnutrición.
La crisis alimentaria y la crisis agrícola están arraigadas en un sistema irracional y antihumano. Para alimentar al mundo, los trabajadores urbanos y rurales deben unir sus manos para erradicar ese sistema.
NOTAS
[1] Frederic Mousseau, Food Aid or Food Sovereignty? Ending World Hunger in Our Time. Oakland Institute, 2005. http://www.oaklandinstitute.org/pdfs/fasr.pdf.
International Assessment of Agricultural Knowledge, Science and Technology for Development. Global Summary for Decision Makers. http://www.agassessment.org/docs/Global_SDM_210408_FINAL.pdf
[2] Francis Moore Lappe, Joseph Collins, Peter Rosset. World Hunger: Twelve Myths. (Grove Press, New York, 1998) p. 8
[3] “About the Alliance for a Green Revolution in Africa.”
http://www.agra-alliance.org/about/about_more.html
[4] IRRI Press Release, April 4, 2008. http://www.irri.org/media/press/press.asp?id=171
[5] “World Bank President Calls for Plan to Fight Hunger in Pre-Spring Meetings Address.” News Release, April 2, 2008
[6] Estas cifras han sido tomadas de los informes trimestrales más recientes de las compañías, encontrados en sus sitios en la Red. Como mencionan esas cifras de modos diferentes, no pueden ser comparadas las unas con las otras, sólo con sus informes anteriores.
[7] Shawn Hattingh. “Liberalizing Food Trade to Death.” MRzine, May 6, 2008. http://mrzine.monthlyreview.org/hattingh060508.html
[8] Fred Magdoff, John Bellamy Foster and Frederick H. Buttel. Hungry for Profit: The Agribusiness Threat to Farmers, Food, and the Environment. Monthly Review Press, New York, 2000. p. 11
[9] UN Food and Agriculture Organization. Key Statistics Of Food And Agriculture External Trade. http://www.fao.org/es/ess/toptrade/trade.asp?lang=EN&dir=exp&country=100
[10] J. Madeley. Hungry for Trade: How the poor pay for free trade. Cited in Ibid
[11] Jahi Campbell, “Shattering Myths: Can sustainable agriculture feed the world?” and ” Editorial. Lessons from the Green Revolution.” Food First Institute. www.foodfirst.org
[12] World Food Summit. http://www.fao.org/wfs/index_en.htm
[13] La Vía Campesina. “Food Sovereignty: A Future Without Hunger.” (1996) http://www.voiceoftheturtle.org/library/1996%20Declaration%20of%20Food%20Sovereignty.pdf
[14] Parafraseado y resumido de Ibíd.
[15] La Vía Campesina. “A response to the Global Food Prices Crisis: Sustainable family farming can feed the world.” http://www.viacampesina.org/main_en/index.php?option=com_content&task=view&id=483&Itemid=38
[16] A título de comparación, este año Canadá gastará 1.000 millones de dólares en la ocupación ilegal de, y la guerra en, Afganistán.
[17] Jubilee Debt Campaign. “The Basics About Debt.” http://www.jubileedebtcampaign.org.uk/?lid=98
[18] Afsar H. Jafri. “WTO: Agriculture at the Mercy of Rich Nations.” Focus on the Global South, November 7, 2005. http://www.focusweb.org/india/content/view/733/30/
[19] Capital, Volume III. Karl Marx & Frederick Engels, Collected Works, Volume 37, p. 123
http://www.socialistvoice.ca/?p=293
(Ian Angus es editor de Climate and Capitalism. La primera parte de este artículo fue publicada en inglés en Socialist Voice y en The Bullet (Socialist Project), el 27 de abril de 2008 y, en castellano, en Rebelión.)